Me contó su teoría de la existencia: «Imagínate un rompecabezas donde cada pieza es un momento de nuestra vida. Momentos en los que somos optimistas, otros donde abunda el pesimismo. Etapas donde fuimos creyentes y después agnósticos. Pasajes en los que nos mostramos escépticos y otras veces idealistas. Posturas románticas que se tornaron pragmáticas. Ingenuidad transformada en desconfianza. Alegría que se volvió depresión. Placer que abdicó en vicio. Gozo que cambió a dolor. Hasta que el puzzle no se ha completado no tenemos una perspectiva general».
–¿Tú la tienes? –indagué.
–Mi dibujo está casi completo: la vida es una gran mentira; una gran decepción.