Mi tío Antonio era un niño cuando aborreció el pescado. Una raspa de jurel estuvo a punto de costarle la vida. Lo pasó tan mal que nunca más volvió a comer pescado porque decía recordar la raspa clavada en su garganta y aquella sensación de ahogo.
Con la ausencia de los seres queridos pasa igual. Nos vuelven sus imágenes y, entonces, acude a nuestra garganta esa tristeza que duele como una raspa atravesada.
9 apostillas:
Quién sabe por qué la ausencia duele en la garganta, y no el pie o el ... culo.
Besito.
Muy cierto. Buen día.
Tienes toda la razón. Se podría decir con otras palabras pero querría decir lo mismo.
Un saludo :)
Qué cierto, esa sensación de ahogo...
Yo también aborrecí el pescado, bueno..., el pescado, el marisco, cabezas de animalillos,.... no como nada que tenga ojos cuando está en el plato, :s
no puedo evitarlo, lo cierto es que empecé a hacerlo, cuando se me ocurrió que en los ojos reside el "alma" o "esencia" de los seres....queridos o no...
un abrazo
Supongo que la sensación de tristeza y ahogo, se acaba tornando nostalgia e incluso una sonrisa con el paso de los años...
Quizás el nudo viene por las ganas de gritar nuestro abandono y lo inútil que resulta. De nada sirve decirles que los queremos, demasiado tarde.
Ah, y yo le tengo fobia al pescado.
Estoy de acuerdo en que esas imagenes vuelven y la mayoría de veces son dolorasas, pero pienso que a pesar de todo es una tristeza dulce (triste consuelo, lo sé). Mucho más allá de una raspa atravesada...
Depende de la persona duele en un sitio diferente. A mi me duele el estomago (será porque todo lo asocio con un sabor). A otros le duelen los ojos (porque su vida pasa ante ellos en forma de imagenes). A ti te duele la garganta (porque estas lleno de palabras)
Un besazo
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