Lanzamiento

7.1.07



En la botadura de un barco se estrella una botella contra su casco como parte de un ritual iniciático.

Cada día echo al mar algún pensamiento contra el que lanzo un sortilegio, una especie de conjuro para que llegue a buen puerto, pero no estoy seguro que surta efecto. Las ideas más felices terminan por naufragar.

5 apostillas:

Gsús Bonilla dijo...

etas letras son de mi amiga Ester (RHAPSODY) rha para los amigos.

un día me inventé una sonrisa
en un papel en blanco,
la metí en una botella
y la lancé al mar.

un día.

nadie me ha contestado.

Anónimo dijo...

Las ideas felices son las más frágiles porque son las que menos pueden durar. Dos buenas para reemplazar una mala. Es difícil mantener una idea feliz con nosotros.

Anónimo dijo...

Aún así, no dejes de lanzar tus pensamientos... ¿quien sabe si algún día darán su fruto?.

¿No has pensado que en alguna de las proyecciones de tu mente tal vez haya alguien en la lejanía que recoja las vibraciones?. Es muy posible que, aún sin saberlo, hayas compartido unos instantes de felicidad que no tienen precio. Piénsalo ;-)

Un beso.

Joselu dijo...

Tus pensamientos no son misiles de corto o largo alcance y carga explosiva, son más bien delicadas y frágiles reflexiones de un espíritu sensible en contacto con el mundo. Así las recibimos. Percibimos su melodía, su continuidad, su tenacidad sorprendente, su vocación de maestro zen que no cree en el zen siquiera.

mali dijo...

"Las ideas más felices terminan por naufragar."

a veces pienso que somos en cierto modo náufragos de nuestras ilusiones,
de esos sueños, porqué no decirlo, infantiles, y miras los ojos de ese alguien, o del mar, y sabes que no ocurrirán...