Equivocaciones

19.1.07



–Tú no ves que sólo nos miran el culo y las tetas. Para los hombres no valemos más que una noche de cama.
–Eso hasta que deciden sentar la cabeza. Entonces sí que nos quieren cariñosas, sumisas, comprensibles y atentas.
–Me da que algunos no dejan nunca de buscar a su madre.

9 apostillas:

Anónimo dijo...

a veces, tambien nosotras solo los queremos para una noche de cama.

Anónimo dijo...

me da que algunas no dejan de buscar a su padre.

Anónimo dijo...

de acuerdo con nana en todo :)

abrazo.

Anónimo dijo...

Es una generalidad injusta, somos muchas personas y tenemos muchos momentos...Buen fin de semana, ahora te leo mejor por aquí, sobre todo los comentarios.

Anónimo dijo...

Hay algunas de nosotras que sólo buscamos una noche en la cama xD

mali dijo...

no creo que las mujeres busquemos sólo una noxe de cama, no se nos educa para eso, ni en el siglo de las máquinas siquiera...

y menos aún para fijarnos sólo en el culo y en las tetas, por dios....!!!

jajaja

puede que sean las mujeres las que deseen ser niñeras, y el hombre sólo asuma su papel,

mi pregunta es : ¿Cuál de ellos se equivoca?

Y otra: ¿Quién lo ha mal-entendido??

juas

que bueno esto....

Joselu dijo...

Los hay que no buscan a su madre y los que las prefieren insumisas e irreverentes. Eso sí, trufado todo con mucha ternura y delicadeza.

Al59 dijo...

Por ampliar aún más las tendencias: también están los que se enamoran de las que podrían ser sus hijas. El castillo de Otranto, la primera novela gótica, se abre con un capricho de este tipo: el príncipe Manfredo quiere que su hijo adolescente, el enfermizo Conrado, se case con la encantadora Isabella, pero cuando se va a celebrar la boda el novio aparece aplastado por un enorme yelmo de hierro. Después de dedicar unos minutos a asombrarse, a Manfredo le falta tiempo para proponerse en lugar de su hijo...

Anónimo dijo...

¿Y es que acaso existe algo más sublime y atractivo que un buen pecho o unas buenas nalgas?
Ninguna virtud, ni tan siquiera la inteligencia; es capaz de atraernos como la miel a las moscas.
Respecto a lo de buscar a nuestra madre... No sé yo si alguna vez me llegará esa época.