«Cada mañana me pregunto al levantarme qué dolor es el que no me duele hoy», me comenta un conocido que se jubiló hace unos años. «Y a lo largo del día no tengo más preguntas».
Puro quejío
4.1.07
«Cada mañana me pregunto al levantarme qué dolor es el que no me duele hoy», me comenta un conocido que se jubiló hace unos años. «Y a lo largo del día no tengo más preguntas».
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3 apostillas:
...quizá lo malo sería
no tener respuesta
para esa única pregunta.....digo.
salud2
Veo que llegarán las respuestas con la jubilación.... :S
Lo malo será el día que dejen de doler definitivamente. El dolor físico a partir de cierta edad es el compañero amigo, como la angustia, quizás fue la complice de la edad juvenil. La vida va inevitablemente unida al dolor como dicen los budistas. Físico o espiritual, pero siempre dolor. Lo acertado es trascender ese dolor y ser capaz de ver la sonrisa de la mañana.
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