Mi amigo Marco Antonio, que gusta del juego de la seducción como una actitud ante la vida, de vez en cuando me cuenta alguna de sus teorías sobre las relaciones afectivas.
–Hay mujeres con las que cruzas la mirada y, en ese fugaz encuentro, vives toda una aventura amorosa. Es como si te traspasa la música de los violines con su perfecta tristeza–, expone.
Mi amigo ignora que Cioran escribió que «hay miradas femeninas que tienen algo de la triste perfección de un soneto».
5 apostillas:
Ayyy, ese tipo de amor me encantaaaa.
Ese tipo de amor, es algo poco común
En La flaqueza del bolchevique, la niña (María Valverde) tiene la virtud de mirar de una manera que a los hombres nos suele dejar aturdidos. En mi opinión, la mirada de la niña, la tristeza en el rostro de Luis Tosar, y la canción de Extremoduro con la letra de tu poema Ideario, forman un conjunto que también tiene esa triste perfección de la que hablas.
Desde luego, el nombre de tu amigo queda perfecto vinculado al amor y, sobre todo, a uno de esos amores que arrebatan todos los sentidos... No sé qué hubiera dicho tu amigo de haberse mirado en los ojos de Cleopatra. Feliz año.
Ay,por circunstancias de la vida, ya hace muchos años que no percibo miradas así. Uno se especializa en una mujer, y ya no está abierto a otras posibilides. No lo lamento, tampoco. No obstante, algunas de esas miradas incendiarias pueden ser harto engañosas. Bah, no soy un gran especialista.
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