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1.2.07


Colocarse el reloj por las mañanas es para algunas personas como encadenarse a la tiranía del tiempo. Para otras es una simple tragedia.

10 apostillas:

exLyda dijo...

En una ocasión me pregunataron la hora y respondí: "cuarto para las seis y media". Bonita manera de ver la vida: pensando siempre en el tiempo y el futuro. Con la cabeza llena de las cosas que hay que hacer y la hora justa para ellas.

Anónimo dijo...

Estarás de acuerdo en que a veces es mucho más trágico NO ponerse el reloj :):)

Te puedes meter en cada lío: llegar dos horas antes al trabajo por ejemplo.

Anónimo dijo...

Encadenarse a la tiranía del tiempo es una tragedia

Anónimo dijo...

Yo lo primero que hago cuando estoy de vacaciones es quitármelo. Buen día.

Joselu dijo...

Hubo un tiempo en que podía vivir sin reloj. No me hacía ninguna falta, igual que estuve casi un año sin leer la prensa ni oír noticiarios. Es tiempo fecundo y enriquecedor el que logras aislarte de la tiranía del tiempo y de la actualidad.

Anónimo dijo...

También hay quien desiste de ponérselo esperando evitarlo y aún así no escapa del tiempo: efímero, imparable, voraz...

mali dijo...

antes casi nunca llevaba reloj, es extraño la libertad que te aporta el ser feliz, o la felicidad que te aporta el no depender del reloj,

ahora dependo de las 7 menos diez de mi despertador, y de las 16:00 de mi móvil, el resto del tiempo simplemente transcurre...

Anónimo dijo...

O también algo para no darle importancia.
De todas formas, un reloj puede ser de utilidad. Mira el ejemplo que pone noemi.

Veva dijo...

Pues a mi se me acabó la pila del reloj hace un año, no la repuse y descubrí que no lo necesito, Me levanto, trabajo, hago todo a su tiempo porque el rejoj más importante es el autoimpuesto.

Al59 dijo...

Odio el despertador, pero me gustan los relojes, lo que tienen de laberintos, el enigma del tiempo convertido en un latido, un tic-tac. Me parece uno de los objetos cotidianos más hermosos y fascinantes —y eso a pesar de que tantas veces su consulta (por culpa nuestra) nos dé disgustos.