Trataba esta noche de buscar un tema que me diera para anotar mi post diario. A duras penas aguantaba despierto después de una larga semana que acumula el cansancio por días. Entre la somnolencia y la desesperanza, decidí apoyar la cabeza sobre la mesa para descansar un momento y cerré los ojos.
Al instante me quedé dormido y comencé a soñar con este blog, con sus títulos y sus palabras. Viajé por los anaqueles de Internet en busca de la anotación del día, visité páginas y leí libros hasta perderme en el Aleph del pensamiento y, al final, encontré una idea feliz.
Cuando desperté de mi sueño el comentario ya estaba escrito.
5 apostillas:
parece mentira, pero acabo de leer todas tus entradas
¿puedo tutearle?
me pasaré por aquí muy a menudo
acabo de escribir en un blog que esta noche sueño (pesadilla), jeje y entro aki y leo esto, espero compensar....
una vez soñé con las palabras (mi blog...), entonces lo cree, pero no me hizo demasiado feliz, no sé...., supongo que es un rincón donde hago memoria del dolor, para no dejarla oculta en una parte del cerebro, y me duela...
un abrazo.
Y de los más hermosos. El post es cómo hacer un post. Conozco esa tensión creativa.
Lo raro es que no hayas tenido pesadillas después de esta semana. Acabaremos destilando toda la mediocridad del día a día y, sin fecha determinada, estallarán los órganos. Esto no hay quien lo aguante. Tus escritos son cuidados paliativos. Gracias.
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