Discursivos

23.3.19

 

Es más fácil cargar con un prejuicio que enfrentarse a la propia negligencia.



𝘾𝙤𝙡𝙚𝙜𝙪𝙚𝙤

22.3.19



Bajo un escenario que recuerda al de Luces de Bohemia, a la puerta del bar del Picahigos, dos compadres borrachos se cuentan confidencias:
—Me gustaría morirme antes que tú.
—¿Y eso?
—Para que no me hagas pasar un mal trago.
—Todo un detalle por tu parte.
—No tanto.
—¿No?
—Me moriría solo medio minuto antes que tú.

Celebración de la poesía

21.3.19



En fechas como esta me da por pensar muchas cosas, como que las personas necesitan más literatura y más poesía, desprenderse del lastre brutal de la practicidad y mirarse en otra sensibilidad que cultive lo hermoso y desdeñe el mal innecesario, la incendiaria razón del pragmatismo. 

Medito que la poesía no está de moda como tanto pregonan porque no todo el mundo la usa o la comprende y porque ni cotiza en bolsa ni sirve para especular con grandes negocios, y tan siquiera hay un Ministerio de la Poesía que promueva la lírica de las relaciones humanas. Y para más inri se ha convertido en un fetiche político.

A estas alturas, me reconforta imaginar que con un verso, tan solo con un verso medido por el tiempo, se pueda mejorar el mundo.



Fachadas

20.3.19



Una sola confidencia privada sobre aquella persona y todo el andamiaje de su personalidad se me vino abajo. Hasta ese momento no había visto nada en ella que me inquietara, tan solo a veces entendía que quería representar un personaje que no le correspondía totalmente. En cambio, llegada esa revelación todo pareció deconstruirse y cada gesto suyo tenían una lectura diferente. Es sorprendente hasta qué punto estamos hechos de impresiones y moldeados por las apariencias que nos ofrecen. A falta de saber si es verdad o no el testimonio, la persona protagonista queda en el limbo de mis apreciaciones, donde no es buena ni mala ni todo lo contrario y a quien no puedo estimar ni rechazar rotundamente.



Lectores dormidos

19.3.19



Alguien me planteó que a los niños no se les debe castigar con la lectura, porque es el camino más seguro para que la aborrezcan. También un amigo lector, devorador de libros, me confesó que sus hijos habían crecido rodeados de libros y jamás sintieron el más mínimo interés por ellos. 

Como dudo que exista un planteamiento sobre este tema que se pueda aplicar de manera genérica, entiendo que será una suerte o algo inexplicable que cada persona elija un camino diferente. Personalmente, a la hora de elegir prefiero que un niño aborrezca un libro por hacérselo leer antes que ni lo huela de cerca, por aquello de que del odio al amor hay un paso, y nunca se sabe. 

Pienso que dentro de todos los seres humanos hay un lector dormido, esperando despertar para que le cuenten historias, y sé que algunos de ellos nunca serán capaces ponerlos en vigilia lectora.



Desnudeces

18.3.19



Fui a visitar a un reconocido poeta. A la entrada de donde moraba pude leer esta salutación: «Por favor, ruego, encarecidamente, una crítica honesta y sincera de mi obra. Sed valientes». La admonición me hizo dudar si ponerla en práctica, después disimulé no haberla leído. Nadie se desnuda ante extraños y, en ocasiones, ni ante propios.



Escena

17.3.19



Su cuerpo desnudo derramado en la cama de sábanas perfumadas y su cabeza sumergida bajo la almohada de plumas de ganso, perfilado por la perfecta luz de la mañana que luminosa se colaba por las vidrieras. Todo parecía un sueño menos el crimen que era real.



Malas noticias

16.3.19



Recuerdo siendo un chiquillo haber leído un crimen horrendo perpetrado sobre alguna criatura de mi edad, y si no mal recuerdo era el de una niña asesinada en Italia y cuyo cadáver apareció quemado por su asesino. Guardé el recorte del artículo durante un tiempo ante lo incomprensible del hecho y porque me producía perplejidad y asombro aquella maldad, y sentía tanta pena por la víctima cuya foto aparecía, con bello rostro, en una publicación llamada ‘El Caso’. 

Este semanario se especializó en noticias luctuosas y a veces macabras que alimentaron el morbo de muchos lectores. Podría parecer que, en una sociedad con bastante analfabetismo y falta de libertad de expresión, vender noticias de esta índole era lo propio de esa época. 

Sin embargo, a pesar de los años transcurridos, ciertos medios de comunicación siguen vendiendo, con pelos y señales, hasta el último detalle de lo espeluznante, lo aciago, lo maldito del ser humano y las barbaridades con que actúan determinados individuos. Nada ha cambiado entonces porque parece que las personas sienten más altura mortal cuando ven que hay congéneres que son peores que ellas. Y hasta se relamen de gusto recreándose en la desgracia ajena.



Palabras mojadas

15.3.19



¿Por qué las palabras que tenemos en la punta de la lengua son tan difíciles de recordar?



Curiosidades

14.3.19



En Ciencias Naturales nos hicieron mirar por el microscopio las células de la cebolla. A mis quince años me asombré tanto por el descubrimiento que, desde entonces, me quedó la inquietud por acercarme al conocimiento de las cosas. Y aún sigo mirando, como entonces, entre intrigado e ingenuo, aquello que me rodea para entender, si puedo, la dimensión del ser que albergo y su actuación en el mundo.



Juego vital

13.3.19



Todos los días hay reparto de cartas. Nunca sabes si vas a tener una buena mano. Ayer el crupier de la suerte me entregó cuatro naipes: la prisa, la torpeza, la alegría y el enfado. No eran malas cartas, aunque había que saberlas jugar. 

Con la primera corrí a hacer todo lo que pude, aunque el tiempo andaba siempre más rápido que yo. La segunda me hizo detenerme y la tercera la guardé para el final y fue la llave para cerrar el día. Con el último naipe hice un descarte y me vino el comodín de la calma, así que gané esa mano. 

No siempre es así porque el azar baraja de forma caprichosa y te llega una mala ronda. 

Entre las cartas del mazo más apreciadas están el amor, la riqueza, la salud y las que nada gustan, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte. No falta en el reparto la fama, la belleza, la falsedad, la valentía, la honestidad, la responsabilidad, el esfuerzo, los sueños, la reflexión, la empatía, la sensibilidad, el odio, la justicia y su falta, el daño o la solidaridad. 

A mí me gusta jugar con la amabilidad, el respeto, la imaginación y la ternura. 

Es el juego de la vida y hay quien hace trampas, unas veces ilícitas, otras casi necesarias, quien guarda un as bajo la manga, quien va de farol y hasta quien lanza un órdago. Y no falta quien lo arriesga todo a una sola apuesta. 

A ver qué naipes me reparte hoy la baraja de vivir.



Precios

12.3.19



Acudo a desayunar a una cafetería cercana a mi centro de trabajo. Bulliciosa y llena de gente, lo que más me llama la atención es el nivel decibélico de su ambiente. No es que me moleste en exceso mientras busco en el café algún pensamiento con que construir el relato del día que, tantas veces, luego los acontecimientos cambian el guion. 
Un poco más apartado, otro negocio similar al que voy por azar, ofrece un ambiente distinto. Mientras mastico una tostada reflexiono sobre el eco de las pocas palabras que se escuchan en el local, casi desierto, donde se dan apenas unas conversaciones mudas. Al pagar, descubro que el desayuno me cuesta diez céntimos más que en el primer local. 
Es, entonces, cuando se ilumina mi mente: qué placer pagar tan poco por el silencio y la calma.



Satisfacciones

11.3.19



Sé que no estoy obligado a ser genial, así que me levanto y escribo por puro gozo cada mañana.



Última función

10.3.19



El circo de pulgas echó el telón porque, últimamente, picaban poco la curiosidad de los espectadores.



Razones

9.3.19



Tantas veces padecemos los designios de la mayoría equivocada.



Herramientas

8.3.19



Al igual que el uso que se le da a una herramienta es importante (un martillo que clava para construir puede golpear para matar), el ejemplo que demos de las palabras usadas es esencial. Así, si digo amor ejerzo libertad; si pronuncio tolerancia practico respeto; si nombro empatía profeso solidaridad; si digo justicia predico verdad; y si hablo de igualdad ejercito responsabilidad.



Desconexiones

7.3.19



Siendo estudiante universitario y mientras esperaba turno en cola para conseguir un billete de autobús de vuelta a casa, un joven se me acercó y comenzó a hablarme como si me conociera de toda la vida. Aún me parece ver su rostro y recuerdo su conversación intrascendente después de tantos años. Durante los minutos que duró su disertación, no podía prestar atención a lo que decía y solo trataba de saber quién era o dónde lo había conocido. Mi mente se desesperaba en desentrañar el misterio y empezaba a preocuparme si era solo un recuerdo borrado. Nunca más le vi y no pude saber quién era, aunque, cuando pienso en ello, me pregunto qué persona vería en mí.



Cronograma

6.3.19



¿El tiempo se compone o se descompone?



Limonada

5.3.19



Mi padre me solía preparar limonada (también me cortaba y pelaba trozos de caña de azúcar, mucho después incluso de dejar de ser un niño) y pensaba que lo hacía porque le gustaba emplearse en esa tarea la cual le era placentera. 

A mí me gustaba que lo hiciera porque era algo que me encontraba hecho y siempre es grato que hagan cosas por ti, además de porque la limonada que preparaba mi padre sentía que era la mejor del mundo. 

Desentrañar el misterio de la limonada me ha llevado años y lo he descubierto ahora, cuando mi hijo supone que bebe la mejor limonada del mundo (que por supuesto no lo es) hecha por su padre y que a mí me gusta prepararla para él. 

La verdad no es esa, aunque los hijos nunca lo saben: los padres preparan limonada a sus hijos para entender qué son y para qué valen.



Compañas

4.3.19



La soledad junta a gente solitaria que sigue sola en compañía.



Hipermetropía

3.3.19



No consigue enhebrar la aguja por mucho que lo intente. Por eso le pide que le preste sus ojos y la hija se los da encerrados en un estuche.



Juicios

2.3.19



El poeta estadounidense, Henry Wadsworth Longfellow, afirmaba: «Nos juzgamos a nosotros mismos por lo que no nos sentimos capaces de hacer, mientras que los demás nos juzgan por lo que hemos hecho». Siempre pesan más los prejuicios propios que los juicios ajenos.



𝘛𝘳𝘢𝘯𝘴𝘭𝘪𝘵𝘦𝘳𝘢𝘳𝘪𝘢

1.3.19



Anoche, casi cayéndome de sueño en el teclado, mientras intentaba escribir este post diario, me visitó un personaje, salido de uno de mis escritos. Al principio pensé que, en mi somnolencia, me estaba visitando un fantasma, aunque pronto advertí que se trataba de alguien que me escribía a través de un chat de una red social. Me preguntó que si yo era yo y que si había escrito un artículo sobre él. Comenzó a desgranar datos para que lo pudiera reconocer y me reveló que ahora estaba en otro continente. También me confesó que le había gustado lo que escribí sobre él porque nadie había escrito nunca nada de su vida. Fue hace una década que escribí su entrada en el blog. Ahora era una aparición escapada de mis letras que me contaba su experiencia como personaje literario. En ese momento, un pequeño estremecimiento recorrió mi cuerpo.




Encerrados

28.2.19



Somos prisioneros de la cárcel del destino y es imposible la fuga.



Viejos enseres/nuevas reliquias

27.2.19



Echo de menos estar sentado en la mesa camilla hablándonos de cara en cercanía, próxima la palabra y la vitalidad que contenía en aquellas largas charlas que parecían no acabar. El maldito artilugio nos situó mirando al frente y dejamos de vernos las caras. Ahí perdimos la primera batalla con la tecnología que nos hizo mirar hacia un horizonte poco familiar y nos transformó en espectadores de existencias ajenas a nuestras vidas. La cosa empeoró cuando decidimos que, además, deberíamos ausentaremos y no asistir a la entretenida velada en común, y cada uno huyó a un rincón de la casa. 

Finalmente, la cosa ha ido a peor porque, aunque estemos juntos y unos frente a otros, ni nos hablamos ni nos miramos a las caras. No sé cómo terminará esto, pero he vuelto a poner el vestido a la mesa camilla por si necesitamos retornar viejas costumbres. Un poco como pasa aquí (en este blog) todos los días, que venimos a decirnos las cosas a la cara.



Ungüentos

26.2.19



Frente a los desengañados y su honda amargura, contra el resentimiento por el fracaso, la hermosa resistencia del gusto por vivir.



Sigiloso

25.2.19



El silencio de niño me daba miedo porque su voz era la boca de otras voces imperceptibles y delicadas que susurraban secretos. Ahora el silente soy yo sin temor a los ruidos que pueblan mi interior.



Caso cerrado

24.2.19



El detective investigaba una pérdida de memoria y siguió las huellas del olvido que lo condujeron hasta un recuerdo que no había pasado. Su pericia le hizo pensar que aquella memoria regresaría a corto plazo con una evocación diferente.



No cartesiano

23.2.19



Un poeta es algo inexacto.



Olvidos

22.2.19



Las ideas son como la caspa, se te caen sin que te des cuenta. Y después solo son ideas muertas.



Albedríos

21.2.19



Tomas una dirección y piensas que puedes volver sobre tus pasos o cambiar su sentido. Y no es cierto, estás prisionero de ti.



Medidas y pesos

20.2.19



¿Cuál es el peso específico del recuerdo?



Libres

19.2.19



Una persona que escribe no rinde cuentas ante nadie: ni cónclave académico, ni editorial, ni crítico. Si acaso ante el Universo y el infinito.



𝘿𝙚𝙨𝙫𝙖𝙣𝙚𝙘𝙚𝙧𝙚𝙨

18.2.19



Empiezo a pensar que nada es cierto. No hay nada más que ver la cantidad de no soy que hay por todas partes.



Azogada

17.2.19



Una sombra se miró en el espejo y al sentirse deslumbrada por su belleza desapareció. 




Amnesias

16.2.19



Desmemoria es olvidar qué se olvidó.



Protagonismos

15.2.19



A veces cansa tanto vivir una vida en primera persona.



𝙋𝙤𝙚𝙩𝙖𝙗𝙡𝙚𝙨

14.2.19



—¿Usted usa la rima cuando escribe poesía? 
—Claro, escribo con la rima del corazón. 
—¿Y esa qué rima es? 
—La que me sale cuando pienso en vos.



Periféricos

13.2.19



Hay centros de poder que controlan los altavoces del sistema. Todo lo que surja en sus límites marginales pasa por sus filtros y su mensaje queda capitidisminuido o ensordecido. Voy a poner tres ejemplos por su altura intelectual, honesta y creativa:

Francisco Ayudarte (Otra vez Prometeo)


Son referentes, luminarias en la larga noche de la ilusión del conocimiento y, sin embargo, sin ninguna catapulta mediática del sistema no pasarán de ser un pequeño punto en la galaxia digital que se puede encontrar por casualidad, siempre satisfactoria.



Trayectos

12.2.19



No sé si perdí o si gané, solo sé que llegué.



Colmo

11.2.19



Somos un cóctel de ideas aprendidas, ideas experimentadas e ideas reflexionadas. Todo va a depender de lo llena que esté la copa.



Amoríos

10.2.19



Ligó con aquel pensamiento porque se trataba de una idea seductora.



Velocidad existencial

9.2.19



Existen aplicaciones para móviles que te resumen tres libros en quince minutos. Hay quien ve películas o escucha música al doble de velocidad. Cada época ha sumado mayor velocidad a la existencia humana, aumentando nuestra aceleración mental y la ilusión de que podemos realizar más acciones nos hace percibir que el tiempo se aprieta.



Pedigüeños

8.2.19



Somos mendigos morales en una sociedad deshonesta.


Repletos

7.2.19



Siempre reconfortará saber todas las nadas que llenamos de amor.



Opresiones

6.2.19



Ninguna especie animal es capaz, como la humana, de someter a sus propios integrantes, aun siendo en perjuicio y daño de toda la comunidad.



Seres emocionales

5.2.19



Razonamos para poder afirmar o negar nuestras emociones.



Sobrecargas

4.2.19



Según Yuval Noah Harari, «en un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder». Machado, por boca de Juan de Mairena, defendía la sencillez en la comunicación. Toda iluminación es una guía en esta realidad abigarrada.




El aguafiestas

3.2.19




Nadie como él convertía el vino en agua.



Pillajes

2.2.19



Ahora el poder expolia el cuerpo, última propiedad del ser humano.



Axiomático

1.2.19



Lo obvio es el pozo donde se ahoga lo inimaginable.



𝘿𝙚𝙨𝙞𝙙𝙚𝙧𝙖𝙩𝙪𝙢

31.1.19






No existe la objetividad, solo es la suma de todas las subjetividades.

Devenir

30.1.19



Las máquinas ya han programado la obsolescencia de Dios.



Reflexión especular

29.1.19



Hay miradas sinceras y miradas francas, personas que te miran a los ojos cuando te hablan. Hay otras que te ignoran y te invisibilizan, miradas que no te ven, aunque te pongas delante. En cambio, la de aquel hombre que escribía poesía no era ni una cosa ni la otra, me miraba de manera oblicua como quien mira, en un ángulo de noventa grados, a través de un espejo. Nunca supe por qué.



Costumbre

28.1.19



Es comprensible que, para algunas, personas la normalidad resulte extenuante.



Expendedora

27.1.19



Fue hacia la máquina de resolver inconvenientes, introdujo una moneda, pero se habían agotado las soluciones para el problema de su desolación.



Dictamen

26.1.19



El tiempo a todos nos juzga, aunque no a todos les hace cumplir su pena de igual manera.



Intuiciones

25.1.19



La verdadera inteligencia es la que nos exige vivir como si este fuera el último momento comprometido con aquello que amamos.



Volatilidades

24.1.19



Recuerdo que, en mi juventud, mientras duró el espejismo de la eternidad, el tiempo parecía correr tras de mí para alcanzarme. Ahora, en cambio, soy yo quien le sigo con la lengua fuera mientras él vuela.



Modelo de negocio

23.1.19



Llego a recoger un producto a una nave industrial. Es un negocio antiguo que ahora es administrado por los cuatro hijos que lo heredaron de un padre ambicioso. Al entrar a la oficina para hacer el pedido me encuentro a los vástagos sentados en sus respectivas mesas, cada uno ocupando un espacio distinto y, supongo, realizando un cometido diferente. 

El primero, me saluda con un «buenos días» y le correspondo por igual. Me pregunta qué quiero y tras mi respuesta, mira al segundo hermano para que me atienda. Me dirijo a su mesa y me indica la cantidad que debo pagar. El tercer hermano me advierte con la mano que tengo que darle el dinero a él y cuando le pago, me da la vuelta. Entonces, el último de los hermanos, me indica que puedo pasar con mi vehículo dentro del recinto para recoger el producto adquirido. Así llevan tres décadas. 

Entro en un gran almacén y perdido al fondo del mismo, veo una figura humana que trajina con materiales de un lugar a otro. Me hace aspavientos para que me sitúe cerca de él y tras informarle sobre la compra, carga el artículo con esfuerzo en mi automóvil. Es el único empleado de la empresa y quien demuestra tener todo el mérito.



Convivencia

22.1.19



Me ha saludado esta mañana con los ojos vidriosos y la respiración agitada. Me ha narrado una historia que es muy antigua y suele ocurrir donde residen muchos me vecinos. Dice que vive angustiada desde hace meses y que apenas descansa. Cuando tiene que entrar o salir de casa trata de emplear el menor tiempo posible porque, me ha confesado, siente miedo. Aclara que en su bloque de pisos la persigue un fantasma… de carne y hueso.



Constructo

21.1.19



A veces dejo todo y me retiro de mí lo suficiente como para encontrarme a solas con el nadie que soy. Entonces me doy cuenta de que estoy hecho de arenisca de los días y de arcilla del recuerdo, del viento oscuro de la noche que levanta muros de soledad y del parpadear longevo del tiempo. Soy materia ocupada por su esencia.



Crónica negra

20.1.19



Aquel periodista escribía una nota diaria sobre el suicidio. En su última glosa dejó el espacio en blanco.



Transportados

19.1.19



El tráfago de vivir es quien nos lleva de un lugar a otro del tiempo sin que nos demos cuenta.



Inmensidad

18.1.19



Vivo en el espacio en blanco que existe entre una palabra y otra.



Empequeñecidas

17.1.19



Las ideas de escasa estatura son las que no alcanzan ver la solidaridad o la empatía.



Amanecida

16.1.19



De pérdidas y olvidos está lleno el camino que, al final, se diluye como una aurora boreal en la mañana.



Transformados

15.1.19



La dificultad no está tanto en adaptarse a los cambios contantes y urgentes de estos tiempos como en sentirse cambio también.



Obsequiados

14.1.19



Para Zygmunt Bauman, «el regalo más importante que puedes hacer a la gente que quieres es el sacrificio de tu tiempo». Ese material que, a veces, gastamos a manos llenas en futilezas.



Grabado

13.1.19



Nunca tenía frío porque el tatuaje abrigaba su desnudez.



Las tres ces

12.1.19



En uno de los múltiples destinos de mi periplo escolar fui a parar a un edificio grandilocuente y ruinoso, formado por dos plantas de alturas desproporcionadas y dos patios, un intricado laberinto de pasillos oscuros y un gran almacén que hacía las veces de salón de actos. Ingresé en tercer curso de primaria a los pocos días de haber comenzado el curso y aún recuerdo lo que primeramente me impresionó: no saber qué me daba más miedo si los maestros o mis nuevos compañeros. El temor se pasó y durante los cuatro años siguientes fui un alumno más o menos. 

La chiquillería, tan dada a contar historias, fabulaba que aquel edificio primero estuvo dedicado a ser un convento de monjas, luego pasó a ser una cárcel y, finalmente, antes de ser derribado, se usó como colegio. De alguna manera el inmueble cumplió con una peculiaridad común a todos sus moradores: la reclusión.



Lagunas

11.1.19



En los gestos sencillos como pelar una naranja, morder una manzana, cambiar los visillos del salón o sacar los guantes de invierno, es donde gastamos la verdadera vida, la que no está ausente.



Paradojas

10.1.19



La memoria no es falaz, solo dibuja con su mano las cosas que nos pasan.



Reticencias

9.1.19



Alguien se espanta del eco tecnológico que tienen los sucesos y la atracción que provocan en muchos seres humanos. No es nada nuevo, a las ejecuciones públicas nunca les faltó público.



Maquinal

8.1.19



La aliteración de los mensajes publicitarios ha desencadenado la construcción de un pensamiento automático, zombi.



Obviedades

7.1.19



Dicen que la riqueza es algo relativo porque no es más rico quien más tiene sino quien menos necesita. Lo es hasta que precisas matar el hambre, enseñar al que no sabe, curar a los que padecen o dar cobijo a los sin techo. No todo es tan palmario como lo cuentan.



Halterofilia

6.1.19



Siempre que participaba en los Juegos Olímpicos levantaba sospechas.



Ahogos

5.1.19



Cuando la mentira se mezcla con el aire que respiramos, la realidad termina por asfixiar el pensamiento.



Inermes

4.1.19



Nada nos salva, cierto, pero para mantenernos a flote nos aferramos como náufragos estelares al amor, a los sueños y a la poética del tiempo.



Atinados

3.1.19



Errar cien veces y no acertar ninguna es la prueba evidente de estar siempre equivocado.



Estilos de vida

2.1.19



Un sol cálido de invierno, un césped brillante, la mañana tibia sobre el mar azul. Todo parecía dispuesto para que el jugador del golf golpeara la pelota disfrutando del momento. Después camina sin prisa hasta terminar su recorrido al final de la mañana. El monótono placer se repetirá al día siguiente como sucedió el día anterior. Es un sueño dorado dejar correr el tiempo mientras pasa la vida haciendo aquello que es gustoso, piensa un espectador que mira la escena. Festejar la holganza y la pereza. 

¿Y hacer eso no es como anticipar nuestro entierro? ¿Morirse por no hacer nada? La indolencia es la puerta hacia el hastío ontológico.



Cálculo infinitesimal

1.1.19



El cero es la división exacta de la nada.



Separaciones

31.12.18



Indicaba William Somerset Maugham que «la sensación de la distancia depende menos del espacio que del tiempo». Aun estando de acuerdo con tal máxima, la percepción del distanciamiento la mide mejor el desapego, la algidez de los afectos, el tiempo consumido y el olvido.



Dentro del cuento

30.12.18



Despertó con la terrible resaca de la noche anterior sin saber dónde estaba y ni quién era. Tambaleante, se levantó de la cama con náuseas y se dirigió hacia el cuarto de baño. Abrió la puerta y le sorprendió la luz que entraba clara por la lucerna. Abrió el grifo y se refrescó la cara. Quiso, en ese momento, reconocerse en el espejo donde se podía leer la leyenda: ¿te has contado ya el cuento de esta Navidad?



Atracción

29.12.18



¿Alguien ha visto alguna vez chocar dos naranjas en el punto más alto de su trayectoria cuando han sido lanzadas hacia el cielo en direcciones contrarias? Es un hecho insólito, peculiar y casi irrepetible que ocurrió cuando tenía trece años y marcó el inicio de una inusitada, especial y desmedida amistad. 

En realidad, lo que colisionó en aquel momento no fueron dos naranjas, fue el encuentro de dos ideas similares que iluminaron una amistad de dos adolescentes. Parecía un hecho fortuito en ese momento, un designio, una indicación del azar. En cambio, ahora entiendo que fue el inicio de un camino de quienes pensaban un mundo común y diferente al de otros jóvenes. 

Aquella señal era una puerta abierta a todo un mundo de curiosidades y conocimientos y de tomar la vida según nos apetecía bajo los límites de acecho familiar. Más que un choque fue una atracción que pareció infinita y duró, en la eternidad, el tiempo que permanecieron en el cénit aquellos dos cítricos.



Degustaciones

28.12.18



La poesía sabe a esa dulce aspereza que tiene la vida.



La atracción de las masas

27.12.18



Orbitando el presente somos atraídos por la gravedad de la actualidad que nos desintegra.



Recaídas

26.12.18



El autoengaño es una forma convaleciente de existencia.



Panorámica

25.12.18



Decía Henri-Frédéric Amiel que «cualquier paisaje es un estado del espíritu», igual un desierto de penas que un mar de ahogos.



Silentes

24.12.18



Existen personas que, como señala la expresión popular «no meten la lengua en paladar», que equivale a no saber callar. Hablan y hablan llenando todo el tiempo de palabras, sin dejar un resquicio de reverberación para la reflexión y la pausa. Deben de sentir horror a escuchar su monólogo interior, a parar de hablar y elidirse de la realidad. 

El silencio es la voz del pensamiento, la tregua del ruido, el velo que cubre la soledad.



Ictus verbal

23.12.18



Durante toda la tertulia no abrió la boca. Tan solo antes de terminar dijo que se moría de ganas de hablar. Y en ese instante feneció.




Titilantes

22.12.18



No hay que descifrar la vida en clave de tragedia —algo que lleva implícito— si no en la suma de todo aquello que tuvimos la suerte de vivir. ¿Acaso no somos un parpadeo del sueño de la existencia?



Frialdades

21.12.18



Hoy el invierno se hace invierno y me quedo atrapado en la belleza de un poema, como un insecto en un fósil de ámbar, eternamente.



Desarrollo

20.12.18



Toda mutación es un peldaño subido hacia la perdición.



Inconformismo

19.12.18



Siempre me ha emocionado vivir. No sé qué voy a hacer cuando me muera.



Deformaciones

18.12.18



Si aceptamos que vivir es una oportunidad única e irrepetible del ser, solo nos cabe aprovechar esa circunstancia de azar biológico y compartir lo mejor que tenemos. Una vez desaparecidos no cabrá ninguna especulación, de ahí la ilicitud de desvirtuar la existencia.



Sopesar

17.12.18



Llega un momento que, para ser honestos con nosotros mismos, podemos disculpar los errores ajenos, pero nunca a las malas personas.



Carisma

16.12.18



«¿Es usted escritor?», le peguntó su interlocutor. «Si por escritor entiende quien ha publicado muchos libros, no. Soy más escritor de escribir», le respondió.



Impedimentos

15.12.18



Hay personas con talento hasta que los mediocres empiezan a ningunearlas.




Dilección

14.12.18



Aunque no tengo nada en contra de quienes se ganan la vida con su labor creativa, entiendo que siempre hay un plus en quien crea por amor al arte.







Nota del autor.- Hoy hace cinco mil días que comencé a escribir esta bitácora y lo mejor de todo ha sido la gran experiencia humana de sentiros cercanos. Por eso y por otras cosas importantes de mi vida, a veces, pienso que ya me puedo morir tranquilo.