Desconexiones

7.3.19



Siendo estudiante universitario y mientras esperaba turno en cola para conseguir un billete de autobús de vuelta a casa, un joven se me acercó y comenzó a hablarme como si me conociera de toda la vida. Aún me parece ver su rostro y recuerdo su conversación intrascendente después de tantos años. Durante los minutos que duró su disertación, no podía prestar atención a lo que decía y solo trataba de saber quién era o dónde lo había conocido. Mi mente se desesperaba en desentrañar el misterio y empezaba a preocuparme si era solo un recuerdo borrado. Nunca más le vi y no pude saber quién era, aunque, cuando pienso en ello, me pregunto qué persona vería en mí.



3 apostillas:

Albada Dos dijo...

Me ha pasado muchas veces. Tendré una cara anodina y corriente. ES curioso porque uno piensa quién creerá que soy. El domingo, ante una rua de carnaval, me pasó con una señora, convencida de que yo era la señora que le había llevado en coche a su casa días antes. La vida, qué compleja

Un abrazo

Manuela Fernández dijo...

Muy bueno, somos egocéntricos.
SAludos.

mailconraul dijo...

Solamente una con los interrogantes a flor de piel.