El farol de Guno

29.1.10



Guno era un hombre ciego. Cuando caminaba de noche por la calle se iluminaba con un farol y explicaba, a quien le preguntaba, que la luz no era para ver la calzada que conocía de memoria, sino para iluminar el camino a los demás. Es una historia conocida en la que hay quienes ven la moraleja de la entrega hacia los demás.

Quizás en un mundo antiguo la fábula de Guno tuviera sentido, no en cambio en este. En los tiempos enceguecidos que corren, muchos son los que necesitan ser vistos, llamar la atención para que el ojo ciego de la actualidad y de la fama. Por eso encienden su farol, para saber que sepan que están ahí.


Corrientes

28.1.10



Internet es como el mar: siempre en movimiento. O para ser más lírico se puede recurrir a un verso del 'Cementerio marino' de Paul Valery, de forma intertextualizada: Internet, Internet, «toujours recommencée.»

Correcciones

27.1.10



¿Es la respuesta correcta o la sincera la que mejora el mundo?

Ontología del diálogo

26.1.10



—¿Quién habla ahora?

—No soy yo.

—Entonces ¿soy quien pregunta?

—Es probable.

—Y tú que me respondes quién eres. ¿No eres acaso ese otro yo?

—No podría decirte si yo soy tú mismo.

—Será quien nos escribe el que habla.

—Puede que sólo sea a quien escucha al pensar.

—Entonces somos los hijos de su pensamiento.

—No, sólo simple diálogo leído por un lector. Eso es lo que somos.

—Permite que dude.

La variante de Boylston

25.1.10



Guy de Maupassant, a quien Nietzsche definió como «un verdadero romano», advierte que «la dicha está sólo en la esperanza, en la ilusión sin fin.» Algo así como una Banda de Möebius en el plano inmaterial que nos hace ilusos dentro de una conectividad infinita.

Egoístas

24.1.10




Tenía tanto ego que le resultaba imposible soportarse a sí mismo y le disparó al espejo.



Artistas

23.1.10



La dignidad de la obra de arte llega hasta donde alcanza la honestidad de su creador consigo mismo.


Tiempo muerto

22.1.10



El tiempo es como el tejido epidérmico. Los segundos se nos caen como células muertas. Bajan por las cañerías del recuerdo hasta el olvido. A veces me tienta resucitar ese tiempo muerto.

Miro con el catalejo de la memoria y busco un recuerdo temprano. Me veo, muy niño, enfermo en cama, la radio encendida y una agradable voz de mujer como compaña. Noto la luz de una mañana luminosa, advierto mi ingenua imaginación por penetrar dentro de aquel artilugio a conocer a ese primer amor. Me siento prisionero en un pijama, las alas cortadas.

Por fortuna queda una caricia de mamá en casa.

Leer el periódico

21.1.10



Internet ha variado los modos de lectura de la información, hecho que causa una enorme desazón en el negocio periodístico por lo que supone de revolucionario. Ya no es que se abandone el papel que, cada año, irá a menos (se estima en una disminución del 3’5% en 2012), es que los lectores que visitan ‘Google Noticias’ sólo leen los titulares en un porcentaje del 44 por ciento y no van a la fuente del diario que lo suministra a leer la noticia, según ‘TechCrunch’.

Es más, si hace unos años era un 33% las personas que acudían a las fuentes digitales para estar informadas, ahora ese porcentaje llega hasta el 57 por ciento, y además se sienten más atraídas a acudir a los ‘agregadores de noticias’ (un 31 por ciento) que a la propia fuente digital (8 por ciento), o a cualquier otra ‘web’ (18 por ciento).

Panorama opaco que ofrece otros datos como que tan sólo el diez por ciento de los usuarios de noticias están dispuestos a pagar por un periódico impreso o en línea, mientras el 75 por ciento buscaría una fuente diferente de información si tuviera que pagar por leer las noticias. Tan sólo de esta quema se salvan los periódicos locales porque mantienen un dominio sobre temas muy concretos.

Interrogados

20.1.10



¿Somos la respuesta dada de una pregunta incorrecta?

Maneras

19.1.10



—¿Nos da presteza el mundo para encauzar nuestro destino?

—¿A qué te refieres?

—Por ejemplo, si al asesino le da frialdad o arrebato para matar; al mendigo resignación para ser pobre; al suicida desesperación para acabar con su vida.

—Piensas en una habilidad para ejecutar aquello que nos alcanza.

—Pienso que me planteo hablar contigo, en este momento, y no en estar asaltando un banco o enrolado en una oenegé. Soy más capaz de charlar sin más que de realizar esas otras cosas que son para mí pura teoría.

—Supongo que es cuestión de proponérselo.

—No sé. Es posible que nunca pudiera ser un asesino o un suicida pero sé que tampoco político, profesor o mecánico.

—Todo es probar.

Lírica antropológica

18.1.10



Gehlen anuncia que «el hombre es esencialmente un animal auto poético, un ser que debe crearse a sí mismo». Y destruirse a sí mismo con la antipoética de su necedad. El lirismo humano es tan conmovedor que alcanza el estupor cuando crea y cuando destruye.

Ocultación

17.1.10



La pelota dibujó una hipérbola en cielo hasta que tapó el sol y se produjo un eclipse de fútbol.

Exhorto

16.1.10



Cualquier cosa es más primordial que leer esta bitácora. Así que anda, te aliento a que vayas a hacer aquello que no debes demorar.

Laberinto

15.1.10



Nací en un corral de comedias abandonado a su suerte como casa de alquiler. Era un edificio laberíntico que dimensionó mis primeras experiencias y las condicionó a una maraña mental. Moraban el inmueble una prodigiosa vecindad y un tropel de niños.

Aquel dédalo de pasillos oscuros y sinuosos, flanqueados por altas puertas casi siempre cerradas, escaleras que ascendían y descendían por todos los rincones, y amplías azoteas, fue para mí la primera colmena humana y el lugar iniciático de mis juegos y amistades.

Una balaustrada de madera pintada de verde rodeaba el patio central en sus dos alturas, mientras en su planta baja habían instalado una carpintería que impregnaba el ambiente con olor a virutas. En cenital observación, miraba a los obreros clavar puntillas, aserrar maderas, cepillar las tablas y lijar las superficies de los muebles construidos. A veces pedíamos trozos de material de desecho para improvisar juguetes.

Especialmente me gustaba visitar la casa del maestro. Don José era un tipo bondadoso de voz ronca que vivía con su mujer, doña Lola, quien ofrecía clases particulares aunque nunca supe si tenía el título de profesora, y sus dos guapas hijas ya en la mocedad y preparando sus estudios: Lolita y Mari Pepa. Allí me sentía querido y solía obtener la recompensa de algún caramelo junto a los arrumacos y mimos de las tres mujeres cuando las visitaba.

Cercana a esa puerta vivía Petra, casada con Pepe un repartidor de dulces, y el padre de ésta que se dedicaba a vender barquillos de canela. Su afecto era tan exquisito conmigo como los dulces con los que se ganaban la vida.

Una de las casas que más me atraía era la de una familia formada por ocho hermanos, siete niñas y un niño. Allí reinaba el caos. Siempre había juegos, discusiones entre menores y mayores, regañinas de la madre y alboroto. Podía entrar cuando quisiera porque era la única puerta que permanecía abierta y donde, permanentemente, se producía alguna escena disparatada que presenciar. Pasaba horas hasta que mi madre me requería porque no era muy partidaria de que estuviera tanto tiempo en casa ajena, algo que no entendía.

La puerta de Carmen y Pepe era otra donde recibía cariño y bondad. Era un matrimonio sin hijos y eso entre personas de clase humilde era como un sello de tristeza. Me agasajaban de tal manera que a veces me sentía abrumado. Supe, años después y lejos de allí, que les nació una hija enferma de corazón pero que les colmó de alegría.
Uno de mis aliados fue Miguelito que tenía una hermana más pequeña que él. Juntos un día decidimos ir a buscar la mitológica selva donde habitaba Tarzán el de los monos. Por suerte un familiar se topó con nosotros y nos devolvió a casa antes de extraviarnos.

En la puerta contigua a mi casa vivían las hijas de Amelia. Cuatro guapas mozas de las que creo, mi corazón de niño, estaba prendado. Todas tenían novio y alguna escena de celos infantiles protagonicé, en especial cuando mojé, con el agua de un barreño, a uno de sus pretendientes.

Donde percibían más tristeza era en la casa de Josefa. Apenas había muebles ni utensilios y sus dos hijas no andaban ni bien de ropa, ni de alimentos y sobre todo de juguetes. A pesar de ello la mayor que me aventajaba en un par de años era como una enciclopedia para mí por la cantidad de secretos que era capaz de revelarme sobre el mundo de los adultos.

Al fondo de uno de los pasadizos estaba instalado don José que se dedicaba a arreglar todo tipo de maquinaria doméstica. No era muy hablador y más bien hosco con los niños pero su abigarrado mundo de herramientas y cachivaches era cautivador a mi mirada.
También vivía un sastre serio con sus cuatro hijos, en cambio a los niños nos gustaba más mirar por la cristalera de un taller de modistas que había, fuera del edificio, en un recodo de aquella calle llamada Comedias.

El minotauro de aquel laberinto era la lobreguez de los pasillos de baldosas destartaladas y que los niños solíamos vencer con una rauda salida hasta la calle.

Ahí no

14.1.10



En el mundo los ‘blogs’ producen a diario 900.000 ‘post’, el equivalente a la información que puede publicar en 19 años el periódico The New York Times. Además Facebook registra todos los días 700.000 nuevos usuarios (semejante a la población de Bahréin) y actualiza 45 millones de veces su estado frente a los 5 millones de 'tweets' que aparecen en Twitter, mientras en Flirk son publicadas 3 millones de imágenes nuevas cada día. Además 210 mil millones de 'emails' cruzan la red y 43 millones de gigabytes circulan, diariamente, por los teléfonos móviles de todo el planeta. Es una información reflejada en ‘Online Education’.

Ante esta oleada creativa y superabundante de información hay que preguntarse dónde quedan las viejas reglas del negocio del periodismo y los intocables derechos de autor. No donde los quieren dejar ahora, ahí no.

‘Renegantes’

13.1.10



¿Negamos para afirmarnos?

No, no, no

12.1.10



—No te vi.
—¿No me viste?
—No vine a cenar.
—¿No? ¿por qué?
—No lo sé.
—No sabrás.
—¿No sabré si estarás?
—No estaré.
—¿No? No siempre fue así.
—No, no lo fue. Yo nunca lo dudé.
—No dudé.
—¿No?
—No sé lo que pasó.
—No pasó, el tiempo no pasó.
—No, padre, no.
—Pasé yo.

No

11.1.10



El filósofo galo, Albert Camus, se preguntaba «¿Qué es un rebelde? Un hombre que dice no.», terminaba por responder. La negación aparece en los primeros balbuceos de la infancia, más que por rebeldía para aprender dónde están los límites. El bebé dice no y se niega a aceptar su demarcación.

Declaración de finales

10.1.10



Llegó el juez y dijo: «que se levanten los condenados a muerte». Y toda la humanidad se puso en pie.

Necrosis dimensional

9.1.10



La realidad ha perdido credibilidad. Ayudan los dogmas informativos, las mentiras aceptadas, la perversión del discurso oficial, el enmascaramiento de las emociones y el paroxismo del consumo.

Miedos infantiles

8.1.10



Una de las mayores turbaciones de la estación de mi niñez fue el terror a las bombas. Lo fue desde el día que oí la narración sobre las que cayeron en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

Me dio por pensar en cada víctima de un desastre semejante y en ser yo una víctima más de un percance de tal magnitud, algo que me impediría ir a la escuela, desayunar churros los domingos y bañarme en la playa. Y, sobre todo, jugar largas tardes con los niños del barrio.

Me horrorizaba imaginar que una bomba sin más, caída del cielo, podría borrar las calles por donde pasaba y jugaba al escondite, el viejo cine de emocionantes películas y aquel vetusto caserón donde los niños guardábamos secretos.

Me sentía desconsolado por suponer que personas como el abuelo Juan, apenas ya sin vista, que nos contaba historias incomprensibles apoyado en su cayado se desintegrara sin más, igual que la tía Emilia y sus dulces.

Sentía tristeza por los perros realengos que nos seguían a todas partes, incluso por Ricardito, aquel malvado niño que se cruzaba en mi camino para impedir mi vuelta a casa.

Una bomba atómica caída del cielo era un desastre de tal magnitud que me impediría, nunca más, volver merendar carne de membrillo.


Confusión

7.1.10



Puede que sea una ingenuidad más o tan sólo una torpeza. En estos casos me da por recordar aquello de que las barricadas siempre se alzan en nombre de la burguesía y que las revoluciones lo cambian todo para que todo siga como estaba bajo otro aspecto. A pesar de ello no puedo evitar embarcarme en una nueva aventura que terminará, vaticinó, en desastroso final igual que tantas otras.

El gobierno español ha vuelto a dar una vuelta de tuerca más en el tema de Internet, maquilla a la fiera una y otra vez para que los internautas vean que es mansa y que puede pasar.

No, no hay que dejarla pasar. Los tiempos imponen nuevos modelos de negocio cultural, que sea menos negocio y más cultural. Nuevas fórmulas de percibir ingresos de manera ajustada a la calidad del producto y no para enriquecer a las élites culturales. Internet, en su actual formato, supone una bocanada de aire fresco para muchos ciudadanos porque les otorga herramientas y productos culturales a los que acceden sin un coste desorbitado. A mayor conocimiento más amplia libertad mental.

Las leyes que se quieren aplicar confunden un hecho cultural con un soporte, un bien único con un bien general. Un hecho que se debe denunciar y, si se quiere, contra él clamar.

Mecánica de la fantasía

6.1.10



¿Es necesaria una gramática de la desilusión?

Diálogo no autorizado

5.1.10



—Quiero dejar de ser yo —pronunció en tono hastiado.

—Mire vuestra merced bien lo que dice, y mejor lo que hace.

—Estoy cansado y afligido de ser quien soy.

—Viera vuestra merced quién es y no estuviera contento —le replicó.

—Quiero montar tu rucio y tener tus entendimiento y despojarme destos vestidos.

—A qué ese repentino deseo después de tantos días subido en cabalgadura de paso más llano.

—Por eso mesmo porque cuanto más cabalgo más harto me veo deste papel que me han señalado.

—No puede mi señor desbaratar la obra después de varios siglos.

—Déjame montar en tu rucio y vestir tus ropajes —insistió.

—Es un disparate lo sepa vuestra merced porque antes que vuestra merced se muera estaré yo mascando barro.

—No me cuentan y cuentas de mí como loco de atar, entonces qué importa una finalmente.




Riente

4.1.10



Si me río por no llorar es porque Jean de la Bruyère dejó escrito: «Hay que reír antes de ser feliz, por temor a morir sin haber reído». Y lo hago sin motivo y en dirección hacia mí mismo, temeroso a que me quede sin fuerzas para reírme de ser feliz.

Embebimiento

3.1.10



Le pidió un ratito de ternura sensual. Ella lo abrazó entre sus pechos y él desapareció.

Esponjas e impermeables

2.1.10



Los niños son como esponjas que todo lo absorben. Los adultos como impermeables donde pocas cosas calan. Un adulto esponja y un niño impermeable pervierten la sucesión del mundo, aunque no estaría de más activar esa clave en algunos momentos.

Año nuevo, viejas ilusiones

1.1.10



Pasar por aquella madeja de calles al salir de la escuela tenía su gratificación, a pesar de llegar a casa casi con la anochecida. En una de esas angostas callejuelas se escondía una imprenta que, para fortuna de mi estatura de niño, estaba casi un metro por debajo del nivel del callejón. Cada tarde pasaba largos ratos parado en el umbral de la puerta mientras observaba, atónito, el concierto de las máquinas de sincronizados movimientos. Miraba con asombro el trasiego de los tipógrafos que corregían las pruebas embadurnados de tinta mientras me impregnaba de ese olor a resina y aceite, a barniz y cera, que desprendía el local. Era tan prodigioso ver como las palabras invadían la albura del papel, una y otra vez, bajo aquel sonido interminable: chaf-chaf, chaf-chaf. Un ruido semejante al paso de los días, ahora que comienza un nuevo año con jornadas en blanco dispuestas a dejarse impresionar por los vocablos de nuestra identidad.

Espíritu blog

31.12.09



Un blog es una locura, un disparate incontinente en los márgenes convencionales de la comunicación y la creatividad. Igual permite escribir algo sugestivo que la mayor majadería que pase por la cabeza de quien lo edita. Experimentas el vértigo de lo insondable en la información y un hastío insoportable cuando no sabes qué publicar. He ahí su grandeza y su miseria. Hay contenidos realizados con honradez y otros con delicia, que superan en calidad a otras tantas producciones culturales de abultado presupuesto. Si algo he aprendido en este lustro de blog, ha sido descubrir que hay gente desprendida que te brinda su tiempo y paciencia para leer estos textos.

Genoma histórico

30.12.09



¿Es la ineficacia un mérito hereditario de pueblo español?

Llamadas

29.12.09



Cogió el móvil y marcó un número. Mientras un café humeante la esperaba.

—Hola, he aprobado.


—Sí, estoy muy contenta.


—Gracias, adiós.


—Adiós.

Puso el teléfono sobre la mesa. Hizo una pausa de unos segundos y volvió a marcar.

—Hola, he aprobado.


—Sí, estoy muy contenta.


—Gracias, adiós.


—Adiós.

Tomó un sorbo de café. Los ojos le brillaron. Marcó otra vez.

—Hola, he aprobado.


—Sí, estoy muy contenta.


—Gracias, adiós.


—Adiós.

Apuró su desayuno y miró para saber que nadie la observaba. Llamó de nuevo.

—Hola, he aprobado.


—Sí, estoy muy contenta.


—Gracias, adiós.


—Adiós.

Piras

28.12.09



Si hacemos caso a Octavio Paz «la poesía debe ser un poco seca para que arda bien, y de este modo iluminarnos y calentarnos». Ahora que es invierno hagamos una buena fogata de versos que caliente el sórdido tiempo de la frustración humana.

Cuento apócrifo de Navidad

27.12.09




La niña de los fósforos encendió una a una todas sus ilusiones hasta agotarlas y se volvió escéptica. Al final se levantó del suelo y reclamó las condiciones a una vida digna y el reparto por derechos de autor de Hans Christian Andersen.




Menos es más

26.12.09




La humildad potencia las virtudes de quien la ejercita; el orgullo y la vanidad, en cambio, apocopan cualquier talento.



Principio de dualidad

25.12.09



Uno de los apartados de este teorema se cumple cuando un haz de líneas pasa por un mismo punto. Es como en navidad, nuestros corazones son atravesados por líneas de afecto y amistad de quienes nos rodean y nos quieren. Imposible sustraerse a la dinámica planteada por tal enunciado en estos días.

He vivido muchas noches como esta en compañía, en soledad, con amigos, con enemigos, con amantes, en familia, contra la navidad, alegres, tristes y, en los últimos años, me dejo llevar, como la nave que el viento lleva. Siempre vuelve a mí la primera que viví como niño. Fue una proeza ver amanecer y, sobre todo, una sorpresa ver cómo los adultos se volvían niños. Volveros, al menos un instante, como los niños: tiernos de corazón.

Fotopostal

24.12.09



Las buenas fotos se disparan contra la pobreza, la desesperación o la muerte ocurrida en lugares lejanos, mientras un público refinado, distinguido y entendido aplaude la belleza estética de su arte.

Geodesia gramatical

23.12.09



¿Cuál es la distancia entre un ‘no sé qué’ y un ‘qué sé yo’?

Santón

22.12.09



Consultó a un asceta al respecto de su trayectoria vital:

—Me puedes decir algo relativo a mi vida —le preguntó.

—Dime con qué sueñas y te diré quién eres.

Tras pensar durante unos instantes dijo:

—Sueño con sexo y con que me toca la lotería.

—Tú estás mal —sentenció el eremita.

—Seguramente. Aunque cuando sueño soy feliz.

Defender el lenguaje

21.12.09



El poeta Pedro Salinas decía que «persona que habla a medias, piensa a medias, a medias existe», porque «adiestrarse en el uso de los recursos de comunicación intelectual y social latentes en el fondo de un idioma es capacitarse para cumplir íntegramente su destino como hombre.» El lenguaje como vehículo del pensamiento se ha atrofiado, en mayor medida, entre los jóvenes que hablan apoyados con muletillas y usan el lenguaje jeroglífico de los emoticones para los chat y la escritura sms para enviar mensajes. Un hecho que no parece preocupar a casi nadie (lo saben bien los profesores de literatura) como si no tuviera consecuencias en la sociedad, cuando en realidad es que a mayor pobreza de lenguaje la gente se hace más bruta y violenta debido a su incapacidad de expresar lo que lleva dentro.

Heroína

20.12.09




Lo mató con la mirada.



Epigrama hedonista

19.12.09



La vida es como el tabaco. No le sacas el gusto hasta que no has fumado mucho y al final termina por matarte.

Diaporama mnemotécnico

18.12.09



Todavía veo a mi abuela en el patio de la casa, donde un hilo de sol hacia rebrillar su pelo argéntico, cuando con lenidad desgranaba los dulces granos granates de una granada sobre su delantal. Esperaba, con la impaciencia propia de quien tiene amontonado el tiempo hacia adelante, un gesto aquiescente en su rostro para acercarme y probar aquel manjar. Ahora un eco de memoria me pregunta ¿por qué se acaban las cosas buenas en la vida?

Amor al Internet

17.12.09



En la selva de Internet el amor es uno de los especímenes más abundantes. Otro ejemplar predominante es los juegos de azar. Por eso me tropiezo con un anuncio que dice: «no dejes tu felicidad al capricho del azar». Por eso y porque son negocios boyantes que, en el caso, de las agencias de contactos les hacen facturar centenares de millones de euros al año. Y si ello es así será porque hay mucha gente que demanda estos servicios. Algo que me lleva a pensar si la soledad que puebla el mundo es tanta como para extender con ánimo raudo esas tupidas ‘redes de amor’.

Efecto secundario

16.12.09



¿Es un drama la libertad?

Confianzas

15.12.09




—Nunca te fíes de una persona que no bebe —le explicó.

—Qué tienes contra los abstemios —preguntó su interlocutor intrigado.

—Una persona que no bebe no es clara —dijo con gravedad.

—De quien yo recelaría, en todo caso, sería de quien nunca se ríe.

—Hay grandes modelos deíficos a quien no se les conoce el menor rictus de sonrisa.

—Por eso no confío en quien carece de esa faceta. Su obnubilación los sitúa fuera del mundo.

—¿Y eso es malo? —preguntó algo desubicado.

—Diría que no es bueno para la salud.

La revolución cotidiana

14.12.09



El mundo no cambia de un día para otro. Es una larga tarea de siglos la que nos ha traído hasta este momento y la que nos alejará del mismo. Es por ello que siempre he pensado que los verdaderos cambios funcionan por el boca a boca, en la proximidad. La última premio Nobel de Literatura, Herta Müller, criticó en su discurso algunos de los aspectos del liberalismo económico y el incumplimiento de los derechos humanos, y dijo que la escritura no podía cambiar eso pero sí «hablar a cada persona, una por una», y no hay nada tan fuerte como ese hecho.

Empuje hidrocéfalo

13.12.09



Por comprobar el principio de Arquímedes, sumergió su cabeza en la bañera y comprobó que el mundo se inundaba de ideas mientras él se ahogaba.

Definición

12.12.09



En matemáticas, dos objetos son considerados iguales si tienen un mismo valor. En la vida dos personas que tienen el mismo valor son tratadas con suprema desigualdad. El cálculo humano es tan erróneo.

El Lele

11.12.09



Fue uno de los personajes más odiados y temidos de la infancia. Ayudaban a marcar más ese sentimiento, su alta y esmirriada figura desgarbada que se distinguía desde lejos. Apenas alguno de los críos lo avistaba, daba la voz de alarma que corría por el barrio como la pólvora. El Lele cazaba perros a lazo con un tubo metálico del que sobresalía un alambre en forma de pera y, por tanto, atacaba el amor por los animales que suelen atesorar los niños. Todos corrían a esconder sus mascotas callejeras para que no fueran llevadas a la perrera y después sacrificadas. Incluso, llegado el caso, el inconsciente animalismo de los chavales hacía que se enfrentaran con aquel hombre y tirándole piedras para que soltara al último chucho capturado. Sobre el Lele se referían terribles leyendas urbanas siendo la más famosa que su alimentación estaba basada en la carne de perro, tan alejada de la realidad porque por cada ejemplar pillado le pagaban una mísera cantidad de dinero para mantener a su numerosa familia.

Lo que más me impresionaba era ver a los chuchos alejarse en un destartalado camión mientras los escuchaba aullar y pensaba en la ejecución que les esperaba. Tampoco me gustaba el trato que algunos chiquillos practicaban a los canes como masturbar a un pobre cachorro para que anduviera detrás de ellos todo el día, o cuando una pareja canina en plena copulación la perseguían a pedradas para que dejara de practicar un acto aparentemente obsceno.

El Lele fue el primer enemigo público de mi niñez.

Verbalizar

10.12.09



Las bitácoras permiten decir cosas que están vedadas a las conversaciones cotidianas. Hablar de aquello que algunos no se atreven decir ni frente al espejo. Por eso no es infrecuente encontrar blogs que titulan con frases parecidas a ‘lo que nunca te diría a la cara’, ‘confesiones de un inconfesable’, o ‘las indecibles pensamientos nunca dichos’. La terapia comunicacional que ejercen los blogs sobre la mejoría del mundo es algo que, algún día, se tendrá que valorar.

Introspección

9.12.09



¿Observar una puesta de sol es un acto de metafísica?

Terapia de pareja

8.12.09


—Las relaciones de pareja están basadas en verdaderos conflictos.

—¿No lo están en la armonía?

—No parece que eso sea así. Es la resolución de los problemas quienes procura un horizonte más amplio.

—No estoy de acuerdo. En todo caso eso será consecuencia del flujo afectivo.

—Lo que fortalece a una unión es la superación de los obstáculos más que cualquier otro motivo.

—Son los sentimientos y no el sentido común los que sortean las adversidades.

Remedo

7.12.09




«El plagio es la destilación del artista. La obra del plagiario el alambique. La distancia más corta entre dos obras de arte es el plagio. Porque entre dos piezas perfectas de una máquina no se concibe la inexistencia de un ensamble discontinuo y también perfecto», advierte el escritor Alberto Laiseca. Toda una distinción haber motivado el más mínimo interés de quien se molesta en reproducir un objeto creado hasta abrazarlo en su simulación. A fin de cuentas, como indica Cioran, «existir es un plagio.»

Quisicosa

6.12.09




Escribió un cuento incomprensible y lo dio a leer. Todos entendieron el final menos el autor.



Axioma de elección

5.12.09



Si no puedes determinar tu destino, condiciona tu voluntad.

Manolito

4.12.09



Alan Turing imaginó a mitad del pasado siglo que la máquinas llegarían a pensar por sí mismas. Mi curiosa inocencia me hacía detenerme, cada tarde al salir del colegio, frente al escaparate de la tienda de tejidos. Miraba a Manolito, un maniquí articulado que movía los brazos y la boca, y no salía de mi asombro mientras pensaba en su alma de autómata. La inocencia es una puerta a la imaginación con la que hemos llegado a escuchar el pensamiento de las máquinas.

Manifiesto

3.12.09



'En defensa de los derechos fundamentales en Internet'

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que...

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.


Es tiempo de luchar y en ello se justifica la presencia del texto anterior en este blog. También como respaldo y propagación de los planteamientos que contiene.

Metainformación

2.12.09



¿La ausencia de malas noticias es una buena noticia?

Interacciones

1.12.09



— Hubo un tiempo en que creí en la felicidad.

—¿Tan desgraciado te sientes que has dejado de creer?

—No es eso. Es ella la que ahora no cree en mí.

—La infaustidad crece entre quienes se alimentan de lamentaciones.

—También entre quienes son colmados por el azar y desposeídos al momento.

—El retranqueo en la física de la satisfacción no es bueno.

—Tampoco pienso que sea lo mejor la química de las emociones.

Exánimes

30.11.09



El papel del escritor es, según Jenaro Talens, «destruir las palabras, agotar su caudal». Y no será que la suerte de aquel que escribe es la de ser consumido por las propias palabras, aniquilado por el sólo hecho de la escritura.

Noctívagos

29.11.09




No dejaron de amarse durante toda la noche y cuando amaneció supieron que no existían.



Cronográfica

28.11.09



Existe un tiempo que transita dentro del tiempo en dirección contraria. Un tiempo sentimental y memorístico que registra el paso inexacto de las horas.

Inquinas literarias

27.11.09



La rivalidad en el terrero literario da para una procesión de anécdotas. Huidobro dijo de Neruda que escribía una «poesía fácil, bobalicona, al alcance de cualquier plumífero», una «poesía especial para todas las tontas de América». Y Tolstoy afirmó que «la fama indiscutida de la que goza Shakespeare como escritor es, como todas las mentiras, una gran maldad.»

Recuerdo un rifirrafe literario entre los escritores José López Rubio y José Martín Recuerda. El primero me confesó en una entrevista que consideraba al segundo un epígono de García Lorca, a lo que éste le refutó en la siguiente entrevista que sus reseñas en los compendios literarios eran minúsculas en comparación a sus entradas y lo acusó de ser epígono de Benavente.

Nunca olvido la atribuida Valle Inclán que, tras nombrar una calle de Madrid con el nombre de José de Echegaray por el premio Nobel de Literatura otorgado en 1904, decía que cuando tenía que enviar una carta a un amigo que vivía en esa dirección, escribía en el sobre «calle del viejo idiota» y que nunca el cartero le devolvió ninguna de sus misivas, por lo que entendía que todas las cartas llegaban al destino remitido.

Una de las batallas que me llamó más poderosamente la atención, por su ingenio mordaz, fue la del odio constante más allá de la muerte que profesó Quevedo a Góngora, sentimiento que plasmó en estos versos:

«Este que en negra tumba, rodeado / de luces, yace muerto y condenado, / vendió el alma y el cuerpo por dinero / y aun muerto es garitero... / La sotana traía / por sota, más que no por clerecía; / hombre en quien la limpieza fue tan poca / (no tocando a su cepa) / que nunca, que yo sepa, se le cayó la mierda de la boca. / Este a la gerigonza quitó el nombre, / pues después que escribió cíclopemente, / la llama gerigóngora la gente... / Fuese con Satanás culto y pelado: / ¡mirad si Satanás es desdichado!»

Cierto es que, en estas guerras libradas con palabras, no hubo víctimas mortales que sepa.

Subinternet

26.11.09



Entiendo −y puedo estar muy equivocado− que vivimos en una ‘edad dorada’, una especie de encrucijada donde la velocidad de penetración de la tecnología no ha dado tiempo a que se adapte el viejo esquema empresarial a las nuevas reglas impuestas. Gracias a ese desfase gozamos de una libertad y gratuidad en especial sobre el consumo cultural e informativo y de una comunicación sin precedentes. Aunque como nada es eterno esta época terminará y los límites volverán a reajustarse. Basta leer noticias como que la UE ha dado vía libre al corte de Internet sin pasar por el juez, algo que permitirá a los estados ejercer su control sobre las descargas de contenidos y que, en un futuro más lejano, podría desembocar en el control y restricción del contenido mismo.
Igual que podría abocar en una Internet con consumidores de productos pagados según su nivel económico y una ‘subinternet’ donde abundarán muchos productos basura y por donde viajarán quienes menos poder adquisitivo tienen o quienes más huyen de las limitaciones.

Veracidad y estadística

25.11.09



¿Cuándo es una verdad más verdadera, cuando la dice uno o cuando la creen muchos?

Disputas

24.11.09



—¿Al final te has divorciado?

—No ha sido posible, tenemos un problema.

—El proceso será costoso y los abogados son caros, supongo...

—No. Se trata de saber quién se quedará los niños.

—¿Se los quiere quedar él?

—No, que va, para nada.

—¿Entonces?

—No nos podemos divorciar porque ninguno de los dos nos queremos quedar con los niños.

Precepto

23.11.09



Para Ludwig Wittgenstein «lo que se deja expresar debe ser dicho de forma clara.» Una aspiración con la que me levanto cada mañana y que me persigue hasta acostarme cada noche como propósito ‘irrealizado’. La claridad va más allá del mero estilo literario ya que afecta, incluso, al propio estilo de vida.

Indecisa

22.11.09




El hombre del semáforo le parpadeó varias veces consecutivas y, por una vez, ella supo que podía pasar al otro lado de su vida.



Antropología de la decepción

21.11.09



Sin voluntad no hay destino porque incluso en la asepsia de la apatía hay un resquicio de resolución del azar.

Precocidad

20.11.09



Cada vez que me cruzaba por la calle con ‘Gustavito’, recordaba la letrilla del grupo Veneno: «me junto con toda clase de delincuentes/ a veces comen en frío y otras en caliente/ roban todos los días dos coches/ uno por la mañana y otro por la noche/ me es muy familiar su ternura/ y la facilidad con que divisan la basura/ al final me buscan una ruina/ y me venden como una lata de sardinas.»

Se inició tan temprano en el mundo de la delincuencia que era un chaval de diez y pocos años cuando ya contaba con una ristra de hurtos. Su fama corrió como la pólvora por la ciudad y no faltaron personas que acudieron en su ayuda para tratar de ‘reformar’ al muchacho.

En cierta ocasión organizaron una carrera contra la droga. ‘Gustavito’ participó en la misma e incluso leyó unas palabras finales como prueba de haber enderezado el rumbo de su vertiginosa existencia. A las dos horas la policía le había detenido por un nuevo hurto. Le supongo, incorregible, después de muchos años en alguna cárcel española.


Satisfacción

19.11.09



Los blogs no cambiarán el mundo pero permiten a algunas personas complacerse en eso que les gusta.

Complacencias

18.11.09



¿El placer alimenta la mismidad?

Suculencias

17.11.09


—Lo sensual es un plato de palabras —dijo al tuntún mientras caminaba.

—Eso es la intimidad del paladar —apostilló su acompañante.

—Nos hemos perdido en la codificación de la química legal y el envasado al vacío de los alimentos —aseguró.

—Igual que en los nuevos espacios literarios.

—Nutrirnos nos diferencia de los que no están vivos —sugirió y detuvo su paso.

—También entender las palabras que masticamos.

—Será que no sabemos administrar los sentidos porque la boca es tránsito de alimentos y palabras.

—De risas y de besos por igual —y rehicieron su camino en silencio.

Gozos

16.11.09



Si como dice Michel Serres «el gusto es un beso que la boca se da por mediación del sabor de los alimentos», lo placentero es una caricia que la mente se da por interposición de la imaginación y la alegría.

Paladar

15.11.09




Degustaba un exquisito concierto de música hasta que una fusa se le clavó en la garganta y estuvo a punto de morir ahogado.



Escolio

14.11.09



El espacio intergaláctico es la esencia de la soledad.

Los ‘yonis’

13.11.09



Adentrarse en aquellos andurriales era como traspasar la frontera de la inocencia. Con cada paso dado en esos parajes crecía el riesgo y se apoderaba de mí una sensación de temor, semejante a la que veía en el cine cuando los exploradores penetraban en el territorio comanche, y se acrecentaba la inquietud por ser descubierto junto a la pandilla con la jugaba.

Los ‘yonis’ eran un grupo de chavales que rozaban la adolescencia. Todos habíamos oído hablar de su travesuras mezcladas con actos cuasi delictivos como pequeños hurtos y algunas gamberradas, relatos que se amplificaban en los cuchicheos de los niños. Habían fabricado arcos con ramas de adelfas y flechas de carrizo con puntas de lata, cinturones de cuero con flecos y una funda para un puñal, donde algunos guardaban un arma blanca, así como gomeros.

Cuando realizábamos alguna excursión a las viejas minas de zinc abandonadas desde hacía años, en nuestras mentes infantiles no dejaba de estar presente la terrible acechanza de los ‘yonis’ y un temido encontronazo con ellos. Sólo en una ocasión ocurrió tal desventura.

En las minas de atutía no topamos con los ‘yonis’. Allí fuimos hechos prisioneros porque casi nos doblaban en edad y en cuerpo, y nos condujeron a un pequeño bosque de eucaliptos. Dijeron que nos harían la carrera de la flecha, una prueba para salvarnos sacada de alguna película de indios. Lanzaban un flecha y el que la traía de vuelta se podía marchar. En una de los lanzamientos pude llegar antes que otros chicos pero tuve un dilema moral, en el grupo de los prisioneros viajaba un pequeñajo que corría menos que el resto y que no tenía oportunidad de escapar. Le di mi flecha.

Al final quedé yo sólo y los ‘yonis’. Amarraron mis manos con un alambre de espaldas a un árbol. Simularon disparar sus flechas contra mí. En esos momentos pensé que aquel juego podía terminar en alguna mala herida y entre lágrimas les dije que pararan. Mi llanto debió ablandarles o se aburrieron del juego y me dejaron marchar. Volví con mis amigos alborozado y pensé en su pequeña crueldad, entonces incomprensible para mí.

Consumos

12.11.09



El mayor consumo de tiempo que los internautas de todo el mundo invirtieron en Internet durante el mes de septiembre, unos 4.000 millones de horas, lo hicieron en Microsoft gracias a un artilugio llamado Messenger, en especial su chat, según comScore Media Metrix. Es decir que gran parte de la revolución tecnológica se invierte en la evasión de la cháchara.

Le siguió Google con un consumo 2.500 millones de horas, Yahoo! con 1.700 y Facebook con cerca de 1.400, otro de los grandes prodigios del embelesamiento humano en la era de las relaciones virtuales.


Psicopatología del dolor

11.11.09



¿El dolor duele por igual a todos?

El maestro zen

10.11.09



—Se como las plantas —le dijo.

—Cómo maestro —le interrogó el aprendiz con curiosidad.

—Míralas. Cuantos más excrementos le echan más crecen.

—Qué quieres decir maestro —dijo extrañado el discípulo.

—Que tenemos la necesidad de reciclar todo aquello que nos echen encima y transformarlo en energía vital.

Luego de respirar profundo, el maestro zen juntó sus manos y cerró los ojos para seguir en su meditación. El novicio volvió, mientras pensaba en lo escuchado, a su tarea de segar la hierba.

Ecos

9.11.09



Según Nicholas Chamfort «hay épocas que la opinión pública es la peor de todas.» Y la actual puede ser una de ellas dado su estado de soterramiento y la virtualidad de su voz, cada vez más anónima y cada vez más disgregada en la 'normalidad'.

Un punto final

8.11.09




En su blog publicó una frase de su autor favorito y cuando éste la leyó se suicidó.



Metabolismos

7.11.09



La vida es un error congénito.

El inspector Arguila

6.11.09



En él se resumían todas esas características que hacen de una persona un personaje literario. El inspector Arguila y su eterna gabardina, que parecía robaba al mismísimo Humphrey Bogart, aparecía en los lugares más inesperados e insólitos y cuando menos lo esperabas. De no ser por su físico enjuto y enclenque hubiera dicho que era una reencarnación de Ignatius J. Really.

Ocurrió que aquel estudiante de tanto usar el personaje inventado se olvidó por completo de su persona y ya nadie lo llamaba por su nombre, sino por el mote adoptivo. Gustaba de impresionar a la gente joven haciéndose pasar por un verdadero policía secreto y les requisaba el hachís.

Pasados aquellos años de locura no sé qué habrá sido de él. Terminó los estudios de Magisterio y lo supongo entregado a la enseñanza. Mi duda es si tendrá guardado aún aquel peculiar personaje dentro de algún armario.

Vivo después de muerto

5.11.09



Existen algunas páginas webs dedicadas a emitir un mensaje póstumo desde ultratumba. La última voluntad desde el más allá, ese postrero consejo o reproche final a los seres queridos u odiados. Un protocolo se activa y el correo electrónico se encarga de transmitir el testamento de quien se ausentó de los vivos. Es un fenómeno conocido como ‘Libro de la muerte’ que, entre ingleses y norteamericanos, goza de una cierta popularidad y que no tardará en extenderse a países como España. Incluso se pueden proyectar mensajes para que sean enviados en fechas concretas. Algo así como si programara los comentarios de este blog para que aparezcan cuando ya no esté entre los vivos.





Nota del autor para tranquilidad de los lectores de esta bitácora.- Este
post cierra un mini ciclo de reflexiones relativas a la naturaleza efímera de la existencia.

Pronóstico

4.11.09



¿Morirá Internet algún día?

Expectativas

3.11.09



—Desde que nací estoy esperando morirme.

—¿Esperas morirte?

—¿Tú no?

—Yo no estoy esperando la muerte.

—Bueno, será la muerte quien te espere a ti.

—Yo espero vivir.

—Piensa que es la única cosa que se puede esperar sin que te falle.

Difunto

2.11.09



Advierte Cioran: «La muerte es demasiado exacta; todas las razones se encuentran de su lado.» Es por ello que es la única confiabilidad a la que otorgo crédito.

Pésame

1.11.09



Fue a ofrecer las condolencias a un conocido por el fallecimiento de un familiar. Al acercarse a la casa vio la mesilla con el libro de firmas y las sillas en la puerta. No era una tarea grata, más había que cumplir. Fuera no había gente y pensó que quizás era muy pronto o muy tarde. La entrada de la calle abierta y en el recibidor los asientos permanecían vacías. Tampoco se escuchaba ningún ruido que advirtiera de gente dentro de la vivienda. Se extrañó y dudó si entrar o marcharse para regresar después, aunque se dijo que ya que una vez allí no era cuestión de volver otra vez. Entró con parsimonia mientras buscaba con la mirada la presencia de alguien. El velatorio estaba vacío. Su olfato lo orientó hacia el olor a crisantemos, gladiolos y lirios que emanaba desde una habitación al fondo del domicilio. Durante un instante estuvo desconcertado sin saber a dónde ir, pero se decidió y llegó hasta la estancia donde permanecía el féretro. El cadáver faltaba y en su lugar un cartel indicaba: «ni vivo ni muerto». Sintió un repentino escalofrío y se marchó. Caminó molestó un rato porque consideró inútil su acción y, sobre todo, se sintió frustrado por no haber podido dar el pésame a nadie.



Lapidario

31.10.09



La vida es una enfermedad de la que nunca se sana.

Las 'benildes’

30.10.09



Entre las tareas gratas de ser recadero en la infancia estaban los encargos de mercería. Ir a comprar una cremallera, unos botones o una bobina de hilo al salir del colegio me producía cierta fascinación. Al llegar a la tienda no me importaba, incluso, que alguna persona mayor se saltara mi turno, algo que me permitía permanecer en aquel lugar y observar, durante más tiempo, un universo caótico e ilógico. Me eternizaba en una esquina del pequeño local hasta que mi presencia era descubierta por una de las 'benildes’ y me requería para ser despachado. Las dependientas y dueñas del comercio recibía ese apelativo porque el nombre de una de ellas era Benilde, aunque nunca supe cuál de las dos fue bautizada como tal.

‘La tienda de los líos’, como era conocido el pequeño negocio, constaba de una sola habitación y un par de pequeños cuartos sin puertas que servían de almacén detrás del mostrador. Desde dentro de los pequeños cuartos descendía una montaña de muestrarios de botones, ovillos, bobinas de encaje, adornos y otros artículos de costura, por donde las 'benildes’, junto a su padre –un hombre menudo y enlutado–, escalaban o descendían en busca de alguna petición de los clientes. Siempre me preguntaba cuánto tiempo habría tenido que pasar para formar tan extraordinaria pila de objetos que llegaba casi al techo del fondo de las habitaciones. Era un cálculo imposible para mi mente infantil y sólo pude averiguar que cualquier objeto que iba a parar al suelo jamás era recogido. La causa todavía hoy día es un misterio para mí, al igual que aquella atmósfera de tristeza y poca luz que allí se respiraba.

Delincuentes cibernéticos

29.10.09



Internet es un espejo del mundo real. Un invento prodigioso que ha causado una revolución cuyas consecuencias definitivas son aún desconocidas. Su maravilla no sólo reside en la aportación que hace a la comunicación y al conocimiento entre otros muchos aspectos donde están involucradas las personas. Sorprende también porque a la vez que crece su cara amable, en correspondencia, prospera el lado facineroso del ser humano como el caso de la falsa publicidad infectada de virus. Es nuestro sino.

Impronunciable

28.10.09



¿Existe realidad más allá de los límites del lenguaje?

Géneros de la amistad

27.10.09



—Los amigos en la infancia son como personajes de un cuento de hadas.

—Normal, es un tiempo de inocencia.

—En cambio en la juventud parecen una narración de aventuras.

—Lo da el momento.

—En la madurez todo se transforma y la amistad es como un serial que va de la ficción a la novela negra.

—No diría yo tanto. Algo de folletín sí que puede haber pero mezclados con otros géneros como, por ejemplo, el ensayo.

—Y en la vejez la amistad es novela histórica, memoria de lo que fue.

—Y tú y yo qué texto somos.

—Lo nuestro es puro realismo fantástico.

Agradecido

26.10.09



«Estar con gente a la que se ama, es suficiente; soñar, hablarles, no hablarles en absoluto, pensar en ellos, pensar en las cosas más indiferentes, pero cerca de ellos, todo da igual», escribió Jean de la Bruyère. Si eso es así estoy colmado de éste y del otro lado de la pantalla del ordenador.

Lecturas escogidas

25.10.09




Dijo: «No fui yo». Y cerró el libro.



Condensación

24.10.09




El grosor de la nada es lo que mide la espesura del ser humano.



‘Mirapalnorte’

23.10.09


Escondía su mirada bajo unas gafas de sol, aunque fuera plena noche. Un día, en un gesto despreocupado, descubrí a qué se debía aquel nombre de guerra al poder ver su estrabismo.

Lo observaba en trasiego por la ciudad, de un lado para otro sin parar. Pregunté, entonces, a qué se dedica. Me dijeron: es ‘camello’. ¿‘Camello’? Era la primera vez que conocía a un ‘camello’. ¿Qué es un ‘camello’? Un vendedor de ‘chocolate’. ¿‘Chocolate’? Sí, hachís, me dijeron. Ya sé, esa droga que tomaba Rimbaud, Baudelaire, Shakespeare, Yeats, Víctor Hugo, Balzac, Valle Inclán, Marco Polo o la mismísima santa Teresa.

El paso del tiempo borró la figura de Mirapalnorte. La casualidad, durante un paseo por el cementerio, me la devolvió. Pegada a una lápida de mármol estaba su fotografía y su peculiar mirada bajo las gafas de sol.

100.000

22.10.09



El procesador de textos señala que, con este comentario, ‘El día que estés muerto sabrás cuanto te quieren’ o su heterónimo ‘El sexo de las moscas’, alcanza las cien mil palabras. No sé si han sido inútiles o eficaces, cálidas o extrañas, hirientes o malsonantes, displicentes o entrañables. Sí hicieron pensar o fueron irrisorias, pedantes o altivas, inteligentes o torpes. Son un hito de esta bitácora tan inservible como cualquier otra cosa. Sus dueños son los lectores: hagan con ellas lo que les plazca.