Disputas

24.11.09



—¿Al final te has divorciado?

—No ha sido posible, tenemos un problema.

—El proceso será costoso y los abogados son caros, supongo...

—No. Se trata de saber quién se quedará los niños.

—¿Se los quiere quedar él?

—No, que va, para nada.

—¿Entonces?

—No nos podemos divorciar porque ninguno de los dos nos queremos quedar con los niños.

9 apostillas:

Fd. dijo...

Dar vuelta las cosas es mi recurso literario preferido. Siempre me compra, es tan efectivo como es de gracioso para un niño ver una anciana cayéndose.

PazzaP dijo...

Menudo problema...

Y esos niños, ¿cómo eran?
¿Y esos padres?

Ex-compi dijo...

Sabía decisión de los dos, pero esto debería de animarlos a seguir juntos, tiene ideas en común.

Le Mosquito dijo...

Pues mira... Estaba a punto de cocinar unas judías pintas y no sabía que agregarlas.
Dame el teléfono de los susobichos. Me los quedo.

María dijo...

Pues mira Francisco.

Primero, que divorciados o casados, son suyos y no admiten devolución.

Segundo, sería la primera vez que sucede eso.
Porque precisamente, los que menos los quieren, son los que más se enfrascan en disputas interminables.
Por eso, porque sus hijos, les importan tres.

Muchos besos.

Juan Navarro dijo...

Parábola de cualquiera de nosotros cuando no queremos hacernos cargo de nuestra propia vida y le traspasamos la responsabilidad al primero que pasa por la puerta: el vecino, el amante, dios,....
Un abrazo.

Marta Domínguez Senra dijo...

El planteamiento me ha resultado un poco como los de los enredos de aquel cómico que tuvimos, Miguel Mihura. No conozco ningún caso; al menos que lo haya admitido, claro. Je, je.

franco dijo...

Me imagino la parte que no incluís:
los padres preguntando a los niños con quién se querrían quedar, y los niños mandándolos a los dos a la mismísima mierda.

Maria Coca dijo...

Pero qué bueno!!