El hombre del semáforo le parpadeó varias veces consecutivas y, por una vez, ella supo que podía pasar al otro lado de su vida.
Indecisa
22.11.09
El hombre del semáforo le parpadeó varias veces consecutivas y, por una vez, ella supo que podía pasar al otro lado de su vida.
Etiquetas: cuentos diminutos
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12 apostillas:
Algo así estoy esperando yo...
Linda manera de describir un flechazo amoroso.
Eres genial, me encantan tus minicuentos.
ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ahhhhhhh ja ja ja ja ja ja.......
De vez en cuando escribes cosas preciosas .
Hay veces que no entiendo na de na.
Un abrazo.
P.D. Blanca va tomando confianza, mala cosa, xd
Es que a ver quién es la que se resiste a un hombre que aparece fugazmente, que es un "verde" y que te hace "correr"...
"Me descubro el cráneo", que escribió Valle en Luces de Bohemia.
Pura poesía pura, transeúnte que toma apunte fugaz de lo efímero que dura, de lo que cambia el rumbo de una vida.
El minicuento es brillante y desconcertante. Pasó al otro lado de su vida. Me gustaría saber qué encontró allí, pero eso queda a nuestra imaginación. Un cuento no tienen por qué aclarar todo.
Me encantó. Precioso.
Me he levantado de mi silla, he alzado los brazos al cielo, y he dicho Paco es grande...
Cambiar el príncipe azul por el príncipe verde.
Enorme microcuento. Para quitarse el cuero cabelludo, el cráneo y la masa encefálica al completo.
Aclaración: el cuento es feminista. Pasó al otro lado de la vida de ella misma.
Un abrazo.
Eso fue lo mejor: la adrenalina de verse en el otro lado...
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