Todavía veo a mi abuela en el patio de la casa, donde un hilo de sol hacia rebrillar su pelo argéntico, cuando con lenidad desgranaba los dulces granos granates de una granada sobre su delantal. Esperaba, con la impaciencia propia de quien tiene amontonado el tiempo hacia adelante, un gesto aquiescente en su rostro para acercarme y probar aquel manjar. Ahora un eco de memoria me pregunta ¿por qué se acaban las cosas buenas en la vida?
Diaporama mnemotécnico
18.12.09
Todavía veo a mi abuela en el patio de la casa, donde un hilo de sol hacia rebrillar su pelo argéntico, cuando con lenidad desgranaba los dulces granos granates de una granada sobre su delantal. Esperaba, con la impaciencia propia de quien tiene amontonado el tiempo hacia adelante, un gesto aquiescente en su rostro para acercarme y probar aquel manjar. Ahora un eco de memoria me pregunta ¿por qué se acaban las cosas buenas en la vida?
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8 apostillas:
Para que las valoremos.
Yo creo que no se acabó, que está ahí siempre. O allí. En parte aquí.
Mi granadito granó.
Hermosa evocación de tu abuela, detenida en una imagen y en el tiempo. Aquella granada es una metáfora de aquel instante que vuelve por mor de la escritura. Todo lo bueno se acaba (y lo malo también).
Tiene amontonado el tiempo hacia adelante
No podría expresarse mejor.
¿Qué es lo esencial de esa escena? ¿La granada? ¿Tu abuela en su presencia física? De mi abuela tuve las palabras y el sustrato del que se alimentaban las palabras. Sigo teniendo ambas cosas, es decir, sigo teniendo a mi abuela. Creo que tú también tienes a la tuya, aunque no tengas la granada.
Yo estuve desgranando granadas el míercoles para la entrada que puse en mi blog, casualmente hice un zumo con ellas y unas naranjas...
Que bonitos son los recuerdos con las abuelas...
Ahí va la receta: Escarola, granada -se corta por la mitad y se golpea con el cazo para desgranarlas-, maíz, aceitunas negras y unos trocitos de roquefort. ¡Que aproveche!
Para dar paso a otras.
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