Impermanencias

12.10.23



No es que la vida se nos va, es el tiempo que no se queda.





Existencialismo

11.10.23



No podemos dejar de pensar en ciertas cosas: lo que fuimos, lo que somos, lo que no seremos.




¿Quién alimenta a los monstruos?

10.10.23



Lo descomunal por desproporcionado, lo extraño por inusual, lo diferente a lo común o corriente, ejerce sobre el ser humano una incontenible atracción. Asomarse a aquello que nos produce espanto por su monstruosidad se convierte en una fuerza irresistible y tentadora.

Las redes sociales y algunos medios de comunicación narran historias de personajes que son capaces de hacer con sus cuerpos y sus vidas cosas que nos producen un asombrado rechazo y un maravillado repudio, desde tatuarse totalmente de negro hasta amputar partes de su anatomía.

Si nadie mirara sus fotos y nadie siguiera sus testimonios, estos engendros humanos permanecerían en el anonimato. Pero con el morbo de la gente el monstruo continúa creciendo y lo hará hasta su extinción, momento que será sustituido por otro.




Chispa

9.10.23



La vida transcurre entre un relámpago de luz y otro de sombra.




Olvidadizo

8.10.23



«Llevo tanto tiempo esperándote que he olvidado que eras tú quien tenía que llegar».





Desvirtuaciones

7.10.23



Todo alegato que no admite que tiene contradicciones es un sistema inválido de pensamiento.





¿Tradición o plagio?

6.10.23



Cualquier punto de vista que parezca original o nuevo no es más que un enfoque reciclado.




Enredos

5.10.23



Luego están los aforismos-trampa que te hacen pensar en lo que crees.




Narradores

4.10.23



Alguien debería contarnos las historias que nunca supimos.




Vivaces

3.10.23



Tiene que haber una pasión que nos levante, tiene que haber un libro que nos despierte, tiene que haber un golpe de belleza que nos embriague, para que sepamos que no estamos muertos.





Insidias

2.10.23



El tiempo es un traidor que se venga constantemente de nosotros.





Volteado

1.10.23



Aquella noche, antes de dormir, le dio la vuelta a la almohada y cuando despertó el mundo estaba del revés.





Imperturbabilidades

30.9.23



Preferible es que con nuestras palabras nadie se sienta alterado o dolido.





Necrópolis

29.9.23



Llevo mucha escritura dentro que morirá con el tiempo.





Insensibilidades

28.9.23



Los peores pedagogos son quienes olvidaron que tuvieron la dicha de una infancia.




Actuares

27.9.23





Ante nuestra igualdad nos hacen diferentes nuestras actuaciones.

Diluidos

26.9.23



Veo cómo los días se van borrando y es una sensación desconcertante.





La salida

25.9.23



La vida es el cuento que cada cual se cuenta.

Acotar el agobio, cercarlo en un territorio para que no se desborde y no nos contamine más allá de su ámbito estricto. Hay que tratar de recortarlo y, después, cual figura de papel arrugarla y tirarla a la papelera.

Para conseguir ese dominio de la tijera es necesario reírse más, relativizar lo que nos estresa ahora porque al pasar el tiempo todo habrá ido a parar a al cesto del olvido. Andar delante de las cosas desde la calma mental y no ir con la lengua fuera tras de ellas, disfrutar del momento para que tenga prevalencia lo que no es angustioso. Amarte más queriendo más y dejando que te quieran más.

Ese era el cuento y estamos en el descuento.




El lector voraz

24.9.23



Cada día se desayunaba un libro de poemas, almorzaba alguna novela con un ensayo de postre y para que la cena fuera ligera deglutía unos aforismos. El día que se comió El Quijote y Ulises de una tacada, cogió una indigestión.




Consecuciones

23.9.23



Las afinidades suelen provocar entusiasmo, las antipatías frustración.





Delicias

22.9.23



Siempre nos quedará el placer de la contemplación.




Instrucción

21.9.23



Hay que aprender a caer y, sobre todo, a levantarse.





Inconmovibles

20.9.23



Pensar, pelear siempre por una misma idea y con igual intencionalidad, deber ser una tarea ímproba y fatigable.





Tropel

19.9.23



Gente huyendo hacia su propio destino.




Cuentario

18.9.23



La vida te va según el cuento que te cuentes.




Sala de profesores

17.9.23





Pidió permiso para entrar y nadie le respondió. El nivel sonoro ensordecía el ambiente anegado de olor a café, sudor, maquillaje y perfume más o menos caro. Las figuras eran una caricatura de su imagen en clase. Después de verlos tan vulnerables no volvió a tener un suspenso.

Tejidos

16.9.23



Existe un hilo invisible y conductor que te cose a tu destino.




Epitelial

15.9.23



Existen personas que son como las cebollas, le vas quitando capas hasta que se quedan en nada.




Implantaciones

14.9.23



La gente de ahora tiene muchas fotos de su niñez, la de antes solo tenía recuerdos y hasta quien no tenía ni infancia.




Cuentística

13.9.23



El ser humano está necesitado de oír cuentos jamás escuchados.




Auspicio

12.9.23



La felicidad siempre es el presagio de otras tristezas.




Sibilinos

11.9.23



La discreción es la flor de lo secreto.




La novela infinita

10.9.23



Escribió una obra con tres principios y sin ningún final.




Fidelidades

9.9.23



Nada nos acompaña tanto como el silencio.




Sin primicias

8.9.23



Hoy que todo parece novedad es cuando el mundo emerge más viejo.




Disimulaciones

7.9.23



El escritor Jean-Pierre Claris de Florian, sobrino de Voltaire, en una de sus ‘Fábulas de Florian’ titulada ‘El grillo’, advertía:

¡Señor don grillo, alerta,
Que el vivir ignorado
Suele traer más cuenta!

Sentencia que conecta con el dicho popular: «Pour vivre heureux, vivons caches» (Para vivir felices, vivamos escondidos).

Lejos del ruido mundanal, apartados en la laguna de lo discreto, seremos dichosos confundidos con el terreno.

Flechados

6.9.23



El amor es la saeta que cualquier tiempo traspasa.

 



Chatarrero

5.9.23



Guardo en un desguace de palabras las frases escritas que no quiere leer nadie.





Sujetivismos

4.9.23



Las miradas se interesan en ver la realidad según piensa quien mira.





El idiota

3.9.23



Sonreía siempre y nada parecía afectarle porque se sentía todo el tiempo feliz.




Perpelejidades

2.9.23



Vivir es tan solo una conjetura irresoluta.




Estados

1.9.23



La ausencia es la presencia de quien no está.





Cénit

31.8.23



Sabes de la plenitud de tu vida cuando entiendes que los daños no serán mayores que los beneficios obtenidos.





Hermetismos

30.8.23



En la alquimia de la palabra está el sentimiento de lo escrito.





Discordes

29.8.23



No deberíamos dejarnos arrastrar por la corriente de la aceptación.





Intermundos

28.8.23



Es difícil entender a quien percibe otros mundos dentro del mundo y se mueve entre ellos.




Artista

27.8.23



Al pintar el día borró sin querer la amanecida.




Audiciones

26.8.23



No es lo que nos dicen, es lo que queremos escuchar.




Máxima

25.8.23



Llegar lejos, amar pronto, morir lento.




Delisión

24.8.23



Las ilusiones nos ilusionan en la desilusión.




Llave

23.8.23



El interruptor de la conciencia ética permanece apagado demasiado tiempo.





Paradójicas

22.8.23



En la verdadera falsedad hallarás la mentira de toda verdad.





Cultos

21.8.23



El silencio es el templo donde cultivar el pensamiento.




Oveja negra

20.8.23



Era un error en una red neuronal y notaba que lo miraban mal.




Rompecabezas

19.8.23



La vida es un puzle donde vas encajando piezas y que no verás terminado al faltar la última por colocar.




Desaprender

18.8.23



El amor nos hace libres si olvidamos todo lo que nos enseñaron y nos dejamos guiar por el impulso del corazón.




Intertextualizaciones

17.8.23



Una obra creada es una teoría materializada. Sus exégetas quienes especulan sobre ella teorizando.





Prospectos

16.8.23



Lee las instrucciones de la vida, las entenderás porque son sencillas.




Afluentes

15.8.23



Entre la acción y la inacción transcurre el río de la vida.




Imposturas

14.8.23



Fingiendo lo que eres terminarás siendo una ficción verdadera.




Indivisos

13.8.23



—¿Lo dejarías todo por mí?

—No.

—¿No?

—No, porque tú eres todo.





Ecolectura

12.8.23



A quien buen libro se arrima buena lectura lo cobija.






Importe

11.8.23

 

Todo en esta vida tiene un coste personal a posteriori, menos morir que es gratuito.

Escapadas

10.8.23



Un libro a medio terminar es la prueba de una huida hacia otra lectura.




Rédox

9.8.23



Existe una permanente sensación de tiempo aherrumbrado.





Ley de rendimiento

8.8.23



El amor es expansivo, el odio restrictivo.




Lotófagos

7.8.23



En realidad nunca despertamos, tan solo soñamos estar despiertos.




El vestido de la boda

6.8.23



Érase una vez un vestido rojo con lunares blancos, de corte ajustado y escote pronunciado. Lo vio en el escaparate de una tienda de segunda mano y se enamoró al instante. Era la prenda perfecta para la boda de su mejor amiga, que se celebraría dentro de un mes. Entró en el comercio y preguntó por el precio. Era una ganga: solo diez euros. Ensayó en el probador y se miró al espejo. El atuendo le quedaba como un guante, pero no precisamente en el buen sentido. Le apretaba tanto que apenas podía respirar. Le marcaba los rollitos de la cintura, le hacía bolsas en las caderas y le acentuaba el busto hasta el punto de parecer vulgar.
—No me queda bien— se dijo con tristeza.
Pero no pudo resistirse a comprarlo. Tal vez si adelgazaba unos kilos podría lucirlo sin complejos. Se lo llevó a casa y lo colgó en su armario, como un trofeo, como un desafío.
Desde ese día se propuso hacer dieta y ejercicio para entrar en el vestido alunarado. Se apuntó a un gimnasio cercano y empezó a ir todos los días después del trabajo. Corría en la cinta, levantaba pesas, hacía abdominales y sentadillas. Sudaba como nunca y se dolía de todos los músculos. También cambió sus hábitos alimenticios: dejó de comer pan, pasta, dulces y frituras; se alimentaba a base de ensaladas, frutas, yogures y agua.
Cada semana se probaba el vestido para ver cómo le estaba. Al principio no advertía mucha diferencia y seguía sintiéndose apretada e incómoda dentro del traje. Pero poco a poco su cuerpo fue moldeándose hasta conseguir, al cabo de tres semanas abrocharse la cremallera sin dificultad y moverse con soltura, iluminándose su cara.
Su carácter perfeccionista le hizo continuar porque quería ser la más atractiva de la ceremonia, y deslumbrar a todos con su figura escultural. Así que siguió con su rutinaria dieta, ejercitándose hasta el día anterior al bodorrio.
Esa noche se lo volvió a probar por última vez y comprobó que la vestimenta le quedaba holgada, sobrándole centímetros por todas partes. Incrédula se percató que había adelgazado tanto que se había pasado de talla al perder más peso del necesario, por esa exagerada obsesión de embutirse en la vestidura colorada.
Se miró al espejo sin reconocerse en aquella mujer enflaquecida y demacrada, de mejillas hundidas y ojos tristones, con los huesos marcados bajo una piel exangüe. Se observó irreconocible y lloró con desconsuelo porque no había una indumentaria alternativa para ponerse al día siguiente, ni tiempo para arreglar aquel infortunio.
El desenlace de este cuento se ve venir de lejos porque es cuando el narrador mete el bisturí y construye una historia extractiva de sus divagaciones y extravíos, sin importarle despistar al lector, exagerando el desastre que, en la realidad, toma otro cariz muy diferente al que él idea.
De esa forma es capaz de contar que la protagonista se quitó el vestido rojo con rabia y lo tiró al suelo que, en ese instante, cobra vida propia moviéndose como una serpiente que se arrastra hacia ella, enrollándose alrededor de sus piernas como una boa constrictora y apretándose contra su cuerpo.
La mujer entonces siente que el atavío le aprieta el cuello y le impide tomar aire e intenta quitárselo con las manos, pero el tejido, demasiado fuerte y resistente, no cede. Grita y pide auxilio sin que nadie la oiga porque está en casa sola a merced de aquel trapo maldito.
En un flashback, recurso que introduce el cuentista, la hace recordar la primera vez que lo vio en la tienda y cómo se prendó del mismo. También tiene que rememorar cómo se había esforzado por adelgazar para poder exhibirlo en la boda de su mejor amiga. Pensó en todas las horas que había pasado entrenando, las comidas que había rechazado, las privaciones sufridas.
Había perdido su salud, su belleza y su alegría por culpa de aquella tela: un vestido que ahora quería matarla. Se arrepintió de haberlo comprado, de su deseo compulsivo y de obsesivo apasionamiento, en un momento que era tarde para lamentarse.
En la culminación de su desvarío, el autor escribe que la vestimenta le apretó aún más el cuello y le rompió la tráquea. La mujer dejó de respirar y cayó al suelo sin vida. El vestido rojo se soltó de su cuerpo y quedó tendido junto a ella, como una mancha de sangre sobre la alfombra.




Descreimientos

5.8.23



Primero apostaté contra la religión luego contra el mundo.




Ahuyentadores

4.8.23



Existe productos para alejar a los mosquitos y luego está la honestidad como repelente natural de interesados.




Dorsos

3.8.23



Negar lo innegable es afirmar lo discutible.




Irretornable

2.8.23



Cada momento es un punto de no retorno.




Trastabillados

1.8.23



Después de haber andando tanto, dar nuevos pasos como si fueran los primeros.




Catastróficos

31.7.23



Tenemos más facilidad para hablar de calamidades que de sentimientos.




Cuentos de hoy día

30.7.23



Los cuentos modernos no tienen terapia contra la narrativa que describen. No son como aquellos otros que contenían una enseñanza o moraleja. Sus personajes hoy son seres atribulados en un mar de confusión, desgarro y supervivencia. Los interpretan quienes encuentran en el final la solución de su historia. Le ocurre al protagonista de este cuento quien lleva negándose a ser sí mismo desde que era un joven estudiante de Medicina. Entonces se propuso como reto personal sacarse una carrera pero desde que comenzó sabía que él no curaría a nadie, que todo lo que hiciera como galeno no serviría para sanar a los pacientes y que no valdría la pena ejercer su profesión. Y así estuvo dedicado a la práctica médica durante décadas hasta que empezó a ser tratado por sus colegas bajo el síndrome de no quiero ser yo mismo porque niego lo que soy y quién soy. No importaba la vida que había vivido, ni sus tres maravillosas hijas, ni sus nietas, ni el largo pacienciario de su compañera. Sabía que la vida era un absurdo dentro de un absurdo y que su conciencia era el soporte de esa aberración existencial. Ni sufro ni padezco, solía señalar a quienes lo interpelaban. Desanclarlo de donde estaba era inverosímil para todas las personas que acudían en su ayuda, en las que estaba incluido él. Su negación era la afirmación que lo negaba y lo hacía navegar sonámbulo por los días. Seguramente morirá de viejo y no de incertidumbre y, por ello, cuando se sitúa frente a él, es como la imagen depositada en la capa de plata del espejo donde se observa un cuerpo encarcelado semejante al suyo, imposible de sacarlo de ahí si no es rompiendo la estructura silicatosa.




Aranceles

29.7.23



La vida tiene un coste que pagamos cada día al levantarnos.




Física elemental

28.7.23



Somos vacío lleno de materia.




Lectoescritura

27.7.23



La dificultad de la lectura para una mente creativa es que, en tanto lee, está escribiendo a la vez.





Inmensurable

26.7.23



No podemos pensar en lo que pasará cuando no ha pasado nada.





Contumacias

25.7.23



Solo se debe apostar por aquello que nos hace sentir que estamos vivos.




Salvaguardas

24.7.23



A veces lo más duro es defender la honestidad.




Relaciones laborales

23.7.23



Tengo la fortuna de tener un jefe excepcional, que se desvive por nosotros y nos tiende la mano en todo momento. Es el alma de nuestra sección, formada por una docena de empleados. Jamás nos alza la voz, pero en ocasiones debe acatar decisiones drásticas, que contrarían sus sentimientos hacia nosotros y su criterio sobre lo que sería equitativo. Nuestro jefe nos confiesa que su superiora no es una villana, sino más bien todo lo contrario. Mantienen una excelente relación y comparten pasión por el deporte, del que conversan y se narran peripecias. El inconveniente es que ella cumple órdenes de arriba y tiene que ajustarles el cinturón, no por placer, sino por obligación. En realidad, los jefes de cada planta tampoco son perversos, según me han comentado algunos colegas. Solo procuran desempeñar su labor y congraciarse con el jefe de la multinacional. Dicen que, aunque duro, es un tipo con cierto gracejo que se relaciona bien con los responsables de planta. Lo que ocurre es que la empresa pertenece a un grupo multinacional con ambiciones desmedidas. Imagino que los consejeros de ese grupo son personas corrientes, con sus familias y sus afectos, que dan órdenes pensando en el bien general, aunque ellos se lleven la mayor tajada. Al final deducimos que el responsable de las horas extras mal remuneradas y las jornadas extenuantes es Dios, jefe supremo de todos los jefes. Es por ello que ahora estoy pensando en hacerme ateo.




Impensado

22.7.23



En ocasiones hallamos en la debilidad la solidez, en la timidez el arrojo, en la flexibilidad la resistencia.




Apologías

21.7.23



La soberbia justifica todos los errores.




Deterioros

20.7.23



Soy un lector maltrecho por tantos años de escritura.




Refugios

19.7.23



En el abandono recuperamos el amparo de la voz interior.




Sellados

18.7.23



El tiempo todo lo entierra.




Retintar

17.7.23



La memoria es sobrescribir el olvido.




Humedades

16.7.23



Estaba en boca de todos y por eso siempre iba mojada.




Sin otra vida

15.7.23



Nadie podría vivir una vida diferente a la que tuvo sin dejar de ser la misma persona.




Sabedores

14.7.23



Quien no sabe estar solo ignora la soledad íntima de sus días.




Camelo

13.7.23



La vida parece una broma, aunque para algunas personas no tenga ninguna gracia.




Inaudibles

12.7.23



Ante tanto ruido de fondo es deseable el estallido del silencio.




Obliterar

11.7.23



En la corrección de un texto propio veo a un profesor que corrige el examen que él mismo realizó.




Textos escogidos

10.7.23



Chuang Tse pensó dentro de mi cabeza: no sé por qué soy como soy. Y el mundo giró en torno a mí delicadamente. Adiviné que era sabio, pero no uno cualquiera sino aquel que debería desentrañar mis entrañas. Empecé entonces a considerar mi inutilidad aquiescente, desde que mi padre me dijo que no servía para nada, como una potencia del infinito. Asumí los peligros del conocimiento, no como un temor, sí, acaso, como un vértigo cervical de ser ante la cantidad de ausencia que concentra el Universo, y concebir que el amor es el grosor del vacío. La perfección está en adaptarse a todo con ligero corazón, manifestó Chuang en mi entender, ante lo espinoso de aceptar el destino de manera natural, ingenua y espontánea, hasta ser aquel que con inocencia viene y con sencillez se va. Y en este camino volátil y mudable, desaprender para no seguir ningún patrón porque la vida es cosa prestada.




Destrucción

9.7.23



Ella se apuntaba siempre a un bombardeo por eso cualquier relación terminaba siendo una ruina.




Velación

8.7.23



El secreto mejor guardado es el más dulce, no el más terrible de los recuerdos.




Ingeniárselas

7.7.23



La vida no tiene ningún plan para ti: improvisa.





Ensimismamiento

6.7.23



En el aire nuevo y húmedo de la mañana una pequeña flor blanca cae desde la altura de su existir. Su vuelo, grácil, como el de una mariposa, atrapa la luz inocente del día y giróvaga muestra su último esplendor de tierna sencillez. Etérea se siente en su danza helicoidal hacia su despendida tras, silenciosa, haber cumplido con su destino de belleza y perfume, inadvertida. Así la escena dibujada que nos contempla.




Densidad

5.7.23



¿Con qué se puede rellenar la nada?