Pidió permiso para entrar y nadie le respondió. El nivel sonoro ensordecía el ambiente anegado de olor a café, sudor, maquillaje y perfume más o menos caro. Las figuras eran una caricatura de su imagen en clase. Después de verlos tan vulnerables no volvió a tener un suspenso.
Sala de profesores
17.9.23
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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1 apostillas:
Los profes son personas normales, y ese estudiante les vió así. :-)
Un abrazo
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