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¿Quién alimenta a los monstruos?

10.10.23



Lo descomunal por desproporcionado, lo extraño por inusual, lo diferente a lo común o corriente, ejerce sobre el ser humano una incontenible atracción. Asomarse a aquello que nos produce espanto por su monstruosidad se convierte en una fuerza irresistible y tentadora.

Las redes sociales y algunos medios de comunicación narran historias de personajes que son capaces de hacer con sus cuerpos y sus vidas cosas que nos producen un asombrado rechazo y un maravillado repudio, desde tatuarse totalmente de negro hasta amputar partes de su anatomía.

Si nadie mirara sus fotos y nadie siguiera sus testimonios, estos engendros humanos permanecerían en el anonimato. Pero con el morbo de la gente el monstruo continúa creciendo y lo hará hasta su extinción, momento que será sustituido por otro.




La salida

25.9.23



La vida es el cuento que cada cual se cuenta.

Acotar el agobio, cercarlo en un territorio para que no se desborde y no nos contamine más allá de su ámbito estricto. Hay que tratar de recortarlo y, después, cual figura de papel arrugarla y tirarla a la papelera.

Para conseguir ese dominio de la tijera es necesario reírse más, relativizar lo que nos estresa ahora porque al pasar el tiempo todo habrá ido a parar a al cesto del olvido. Andar delante de las cosas desde la calma mental y no ir con la lengua fuera tras de ellas, disfrutar del momento para que tenga prevalencia lo que no es angustioso. Amarte más queriendo más y dejando que te quieran más.

Ese era el cuento y estamos en el descuento.




La mochila existencial

3.3.23



El primer viaje lejano que realicé con mis hijos, aún pequeños, fue calificado por algunos conocidos como de «una locura». Expliqué entonces que, para mí, lo disparatado era marcharme sin su compañía.

Siempre recuerdo con agrado los tres meses de verano que, con siete años, pasé junto al mar en una casita de pescadores alquilada por mis padres. Es una imagen que llevo conmigo a igual que otras tantas cosas vividas en común. Experiencias pegadas a la piel del alma que son mi valiosa herencia inmaterial.

De ahí el empeño en dar a mi pequeña tribu el mismo legado de emociones, recuerdos y sensaciones que los que yo recibí porque sé que, donde vayan y donde estén, viajarán con ellos. Así que mi inquietud, con acierto o error, ha sido cargar de ese patrimonio su mochila existencial.



Adiestrados

2.1.23



Observé como aquel soldado al final del pelotón marchaba irregularmente respecto al resto. Me interesé por el hecho y me aclararon que lo habían intentado hasta la extenuación sin obtener ningún resultado satisfactorio, así que decidieron relegarlo al último lugar el día del desfile. Desde entonces esa imagen no me ha abandonado nunca porque sigo caminando por la vida con el paso cambiado.




'Solvitur ambulando'

31.12.22



En un tiempo donde hemos hecho dejación del caminar subsumidos por la trasportación, deberíamos recordar que andar nos invita a la reflexión. O como dijo David Le Breton en su libro Elogio del caminar: «el caminar es una apertura al mundo. Restituye en la persona el feliz sentimiento de su existencia». Y dado que el movimiento se demuestra andando, caminemos para aclarar nuestra mente.



Diferentes

27.12.22



Javier es un chaval inusual en estos tiempos. Le gusta la Literatura y le atrae escribir. Junto a estudiantes de su instituto han creado una página web sobre textos literarios y creatividad. Se aleja bastante de otros perfiles más comunes a su generación, pero eso no parece importarle. Entiendo que a cada revolución o cambio se opone una contrarrevolución y, posiblemente, esto pueda ocurrir también ahora, donde todo se predispone a enterrar la palabra escrita.



'Trans'

25.6.22



Las nuevas identidades de género constituyen un gradiente más en la evolución humana y determinarán un mundo muy distinto al que conocemos. Evolución, decadencia, destrucción del ser humano tal como lo conocemos: el futuro impensado.


Añada

1.1.22



«Tiene doce años metido en los trece». Intenté comprender aquello que escuché a una madre. Es decir, que doce años más un día son parte ya del décimo tercer aniversario que se completa 365 días después.

Si los romanos no contaban con el cero, anotaron a partir de uno, y así el año dos comenzó al completar el primer año, no como al contar uno desde cero que es cuando se completa la unidad. 

La discusión sobre cuando entraba el siglo XXI fue prolija y a mí casi me cuesta una amistad,

Las maneras de medir el tiempo son diferentes, desde las más precisas a las más subjetivas.

Y solo por eso, quizá, no haya un reloj más convincente que aquel que marca nuestro tiempo interior.



Dies Veneris

3.12.21



Es viernes. No como esos otros viernes donde la tensión y el acumulo de problemas que lastran la semana hace que el ambiente parezca a punto de estallar como si fuera nitroglicerina. No, este es un viernes simpático. Se respira una atmósfera optimista y relajada, donde todo parece apuntar a la hora de salida para recuperar la ¿libertad? Bueno, lo que la gente entiende por libertad que no es otra cosa que encadenarse al ocio findesemanero, ese que nos obliga a desplazarnos de un lugar a otro, a consumir en los en los bares y hacer compras compulsivas. Para eso se es libre para amarrarnos al consumo, para gastar el crédito fiduciario que obtuvimos a cambio del tiempo de existencia que le dimos al trabajo.



Manantial

1.5.21



Siendo niño la lluvia me hacía sentir vulnerable. Luego, alguien bienintencionado, me decía para restar importancia: «son cuatro gotas; eso no mata a nadie». Creo que de esa incomprensión, de ese anular la sensibilidad es de donde nace la poesía.



Punta de lanza

30.4.21


Me cruzo con unas mujeres que llevan al colegio a varios niños pequeños, algunos subidos en un carrito. Son mujeres de origen marroquí o eso creo porque cubren sus cabezas con un pañuelo. Siempre suelen ser mujeres quienes acarrean con los niños y pocas o ninguna veo a hombres en esta función. Me recuerda que en mi infancia en este país ocurría igual, las madres o las abuelas o las hermanas mayores, estaban encargadas de cuidar a la prole. Eso me hace pensar que nuestra sociedad, en ese aspecto, está a unas décadas de distancia. ¿Y a nosotros qué nos pasa subido ese escalón? Pues que ya no solamente son las mujeres quienes se responsabilizan de los hijos y que, como punta de lanza, avanzamos hacia una sociedad muy distinta a la que fuimos con modelos impensables hace años, donde la orientación sexual, la identidad o expresión de género, desconciertan a tantos, igual que a mi abuela le pudo ocurrir cuando vio por primera vez una bombilla eléctrica o a su madre el primer automóvil. Los habitantes de Occidente, del mundo rico y de las sociedades más avanzadas pagan un precio por ir por delante.



Abrir los ojos

17.3.21



El mundo actual no es ni peor ni mejor para las nuevas generaciones que el que les precedió, simplemente es el mundo que les ha tocado vivir. Su visión y su entendimiento solo es propio de ellas que lo afrontan como un hecho nuevo e inexperto.



La escritura polimórfica

11.2.21



Una de las grandes ventajas de escribir en la era digital —al menos para mí— es poder hacerlo bajo el paraguas de la imaginación y la variabilidad de los textos, es decir publicar versiones de una misma idea o anotación bajo formas distintas, con perfiles distintos y en espacios diferentes para lectores con diferentes sensibilidades. Por ejemplo, en 2014 publiqué en uno de mis perfiles de twitter el microcuento ‘Risas’ con el siguiente texto: «Al reír el último río solo, no mejor». La idea me sedujo y la transformé en «Quien ríe el último no ríe mejor, solo ríe solo», y la publiqué en otro perfil. La historia no paró ahí y en una nueva publicación apareció como «Quien ríe el último no ríe mejor, ríe en solitario». Me temo que la cosa no parará y evolucionará hacia «Reír el último es reírse de uno mismo porque ya no queda nadie de quien hacerlo».




Papelería

10.2.21



He comprado una libreta con un precio marcado a un euro cincuenta y nueve. He pensado: «qué barata», tras imaginar que sus páginas en blanco podré mancharlas con innúmeras palabras, con miles de letras y espacios en blanco, y frases escritas con urgencia y desencanto para que no desentonen con estos tiempos espantosos y sugerentes.



Días borrosos

5.2.21



El silencio toma el mando sobre el ruido y emergen sonidos inaudibles que antes no se percibían. El mayor recogimiento hace que la intimidad sea imprecisa. Los relojes biológicos marcan horas distintas para cada ser humano según la percepción del paso de los meses. La pandemia es un distorsionador del alma humana, esa que un día sentimos en concordancia con lo que nos rodeaba y con lo que nos sucedía. Ahora solo somos consecuencia de una vida difusa e indefinida respecto a lo que tuvimos.



Modal

30.1.21



Flaubert recomendaba: «Sea metódico y ordinario en su vida, para poder ser violento y original en su obra». Parece tan juicioso poner el piloto automático en todo aquello que es rutinario y poco creativo, ¿o quizás no? ¿No hay quien desde la observación de esa vivencia de lo más puramente frecuente y habitual es capaz de transformarlo en una obra de arte? Entiendo que todo lo que sea un lastre hay que soltarlo, pero a veces es tan inspirador un hundimiento.



Chiquillería

28.1.21



En mi infancia, igual que en la de tantos niños, había una innata naturalidad por el reciclaje. La chavalería entonces encontraba en los materiales de desecho de muchos oficios, una fuente de acopio para transformarlos en herramientas lúdicas. Las sobras de las carpinterías o los escombros de la construcción nos proveían de materia prima con la que elaborar infinidad de artefactos para jugar. Ahora los niños viven en una puerilidad obsolescente.



Melopea

18.1.21



Con la escritura me ocurre como a las personas alcohólicas con el alcohol que, a pesar de saber que la bebida las está matando, no pueden dejar de beber. Luego está el delirium tremens que es la producción de lo escrito, la alucinación de lo creado y, al final, la terapia de grupo que es cuando lo das a conocer. 



Cargo de conciencia

12.1.21



Observo cómo algunas personas opinan, no sin cierta cautela, que a ellos no le ha ido mal en las circunstancias de esta pandemia, incluso que no les desagrada la existencia de un toque de queda o normas que restrinjan los espectáculos públicos o la suspensión de fiestas multitudinarias. Lo dicen en petit comité, con la boca pequeña, como para no causar molestias o que alguien se ofenda. 
Es llamativa su postura porque cuando los normales o normalizados sacan músculo de sus fiestas y sus estruendosas actividades sociales, no parecen tener cargo de conciencia por causar molestias a nadie. 
Eso me trae a la memoria aquella canción de Lole y Manuel: 
De lo que pasa en el mundo 
por Dios que no entiendo na
el cardo siempre gritando 
y la flor siempre callá



Sistémico

11.1.21



Alguien me preguntó en una ocasión qué proyectos tenía ideado escribir. Le respondí que escribir es un todo sin límite en los formatos: se escribe allí donde hay una oportunidad de fijar la palabra y crear historias, aforismos, poemas. Escritura es todo. Aún recuerdo cuando escribíamos versos y fragmentos de canciones en los muros de los edificios, en las servilletas de papel de los bares o en los baños de los pubs más oscuros. Escribir es reivindicarse desde el junco hasta el infinito.