—Sólo pretendo escribir. Dónde está el equívoco —respondió a la defensiva.
—Lo digo por la falta de rigor en sus escritos y lo farragoso de su dialéctica.
—Prima lo creativo.
—La imaginación no es un valor intrínseco en la escritura y en su textos prevalece la confusión —sentenció el entrevistador.
—No pretendo que se me entienda, ya es suficiente con que se lea lo que escribo.
—Entonces triunfará en su fracaso —aseguró casi con desprecio y antes de cerrar su bloc de notas tituló: 'Anti Bartleby, el polígrafo'.