Poseía una gran biblioteca en la que pasaba muchas horas. Se encerraba rodeado de libros para empaparse de sus conocimientos como en un proceso osmótico. Un día desapareció dentro de ella. Desde entonces, la búsqueda de su familia es exhaustiva en el estómago de cada página escrita.
Familia lectora
14.6.09
Poseía una gran biblioteca en la que pasaba muchas horas. Se encerraba rodeado de libros para empaparse de sus conocimientos como en un proceso osmótico. Un día desapareció dentro de ella. Desde entonces, la búsqueda de su familia es exhaustiva en el estómago de cada página escrita.
Etiquetas: cuentos diminutos
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5 apostillas:
Una vez que el lector se transformó en quimo, los jugos gástricos expulsados por las letras consiguieron deshacerle en cuestión de segundos. No todo los libros son iguales.
De todas formas, salvo que lloviera en la biblioteca, la disolución por osmosis entre los libros del pobre lector, es poco probable...
Lo más probable es que mientras leía, miró por la ventana y vio, como una rubia despanpanate le hacía señas desde su descapotable y... puso pies en polvorosa.
Y el muy insensible, tiene a su familia deshaciendo libros y ni una llamadita ...
Un abrazo y feliz domingo.
Un placer absoluto leerte de nuevo. Me encuentro como siempre con textos breves en letras y extensos en reflexión.
Besos.
Impresionante. He de confesarle que hará escasos diez meses quedé diluido por un libro. Y tardé tres semanas en encontrarme. Si no fuera mejor decir en concentrarme.
Todo en exceso perjudica...
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