Las dos últimas personas que habitaban la Tierra estaba cada una al otro lado del planeta. Las dos comenzaron a viajar en la misma dirección en busca del remitente de un email que quería dejar de estar solo.
Antípodas
12.7.09
Las dos últimas personas que habitaban la Tierra estaba cada una al otro lado del planeta. Las dos comenzaron a viajar en la misma dirección en busca del remitente de un email que quería dejar de estar solo.
Etiquetas: cuentos diminutos
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3 apostillas:
Es curioso, las disculpas tan estúpidas que nos buscamos, para acercarnos a alguien,
aun cuando ese alguien sea el único.
Un beso
Así es previsible que se pasen la vida dando vueltas...
Lo primero que he imaginado ante el post es que no se encontrarían nunca, si caminaban en la misma dirección absoluta, e incluso si caminaban hacia el mismo punto (por la ligera desviación anual de la Tierra o algo que no acabo de entender), y eso me ha producido gran desasosiego. Por suerte, o no, la amistad depende de otros y probabilísticos factores.
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