Condescendientes

8.9.21



La literatura hoy es consumo y su producto es algo agradable para que sea vendible. De ahí que quienes escriben se muestren dóciles a los criterios editoriales, los cánones académicos y los lectores acríticos. Es una escritura complaciente.



Comentaristas

7.9.21



A dos amigos de este blog (también de este autor) comentaristas fieles e infatigables, va dedicada esta publicación. Cuando este ciberespacio cumple un sexteto de millar de entradas, no puedo por menos que brindarles a ellos unas palabras en homenaje a su generosidad y lúcida inteligencia. 

Sus mensajes tantas veces me sonrojan, me descuadran, me esponjan, me animan, me emocionan y me anclan a este estuario de letras, siempre sinceros y honestos en sus comentarios. 

Son los espíritus custodios de mis escritos, los elohimes de las reflexiones y aforismos. Los ojos que ven lo no escrito. 

En ellos están representadas cuantas personas amigas y lectoras de este blog, a veces con sus apostillas, otras con su invisible lectura, que no han dejado de visitar esta bitácora. También va mi agradecimiento a esas otras voces que hasta aquí se acercan. 

Gracias, Joselu. Gracias Juan Poz.

Desigual

6.9.21



Lo raro por original, no. Lo extraño por diferente.




Vagabunda

5.9.21


Alma llegó una mañana cálida de invierno después de viajar por medio continente huyendo, como ave, del frío ártico. Cargada de enseres y zarrapastrosa aterrizó en la placidez hiemal de aquella plaza del sur, llena de verdes y ocres, protegida de los vientos por elevados edificios, con una docena de bancos distribuidos en su perímetro circunvalando un monumento ubicada en el espacio central.

La mujer miró aquella mole de piedra y acero levantada en honor a las personas errantes y comprendió que ese era su sitio. Lo celebró bebiendo a morro media botella de vodka.

Al principio su estancia en la plazoleta fue una anécdota referida solo en el vecindario similar a la de otras gentes que pululaban por el lugar, paraban unas horas y dejaban papelitos con mensajes en la enorme pieza escultórica.

En el caso de Alma, a medida que el fenómeno avanzó, el problema alcanzó niveles épicos de epopeya urbana y la situación despertó el interés de gran parte de la sociedad poco acostumbrada a ese tipo de espectáculo, mientras la nómada seguía cantando a las tres de la madrugada, orinando en el basamento monumental o llamando la atención a todo el que pasaba por su órbita, en especial los gobernantes, autoridades policiales o cualquier otra persona con ostensión de poder.

La junta local de seguridad se reunió para aportar soluciones a tan desdichado suceso, mientras Alma se acogía al derecho constitucional del deambular libremente por los espacios públicos, algo que ningún juez podía dictaminar en su contra.

Un funcionario tuvo la feliz idea para acabar con tan infortunado acontecimiento de eliminar los asientos de la plazuela para que no pudiera dormir en ellos. La mendiga, entonces resolvió cabecear y refugiarse en la arboleda, por lo que zanjaron que los arboles fueran cortados.

Alma decidió, ante eso, pernoctar en el escultórico homenaje a los peregrinantes lo que provocó que, a los pocos días, también fue retirada toda la estructura de hierros y hormigón, a la espera de una reposición en fechas más propicias.

La mendicante, impertérrita, se guareció en los soportales de las construcciones que decidieron derribar ante su persistente presencia.

Sobre las baldosas del suelo dormía Alma que comprobaba como, con cada despertar, había menos losetas, provocando la desaparición paulatina de la zona que pasó a ser solamente un recuerdo en la memoria colectiva de la ciudad.

Y, a día de hoy, allí continúa Alma, robusta y llena de corporeidad, con sus cacharros y su casa caracol edificada con cartones, igual que un oso polar en la inmensidad de la nada blanca.




Finitos

4.9.21



Cada día que muere yo muero con él.




Asuntos

3.9.21



Céntrate en tus acciones y deja de hablar sobre lo que hacen los demás.



Revelarte

2.9.21



El arte debe ser el punzón que ensarte el ojo de dios, cual Ulises con Polifemo.



Fugas

1.9.21



Cuando te deprime aquello que siempre te ha parecido hermoso, es el momento de huir.




Histrión

31.8.21



El pensamiento es un ventrílocuo que te mueve la boca.



Difusión

30.8.21


El mundo no ha empeorado, lo que ocurre es que ahora vemos todo su mal al instante y en directo.




La muerte del lector

29.8.21



Al escritor Alfredo Padruelo se le murió el único lector que lo leía. Entristecido siguió escribiendo libros y ya, inapetente, anotó obras sin texto llenas de palabras sordas, mudas, apáticas, inapetentes, luctuosas, que nadaban en la orfandad. Fue entonces que imaginó una gran epopeya donde poder contar las heroicidades de su impar leyente. Trazó entonces la figura de un héroe a modo de Ulises que, cruzando un piélago de letras, se aventuró en bibliotecas borgianas, combatiendo las malas creaciones y los poetas petimetres, los folletines románticos, la cascarria de la novela negra, todo el insoportable ruido editorial, destruyendo a su paso los nuevos libros de caballería, esa insufrible saga de fantasía infantiloide y el infumable tostón de los superventas. Al final tuvo que asesinarlo con un Telégono cualquiera porque amenazaba con destruir la obra del propio Padruelo.



Decayeres

28.8.21



Nada tan decadente como el agonizar de agosto.



No puede quien quiere

27.8.21



La maldición del «tú puedes» ha condenado a la frustración a millones de individuos. Y no es verdad porque el sistema no lo permite: nadie puede.



Expresiones

26.8.21



La gente habla en voz alta de sus sueños porque al verbalizarlos los hace reales.



Caso omiso

25.8.21



A fuerza de que nadie me haga caso, han conseguido que me sienta capaz de hacerlo todo.




Indeterminaciones

24.8.21



Partiendo de cero todo parece infinito.



Peso muerto

23.8.21



Llevo una pesada carga sobre la espalda. Es mi cadáver.



Sorderas

22.8.21



«Me pone algo fuerte», le conminó al camarero. El barman con rosto imperturbable lo atendió al instante: «aquí tiene señor, un chupito de salfumán».




Telares

21.8.21



Lo peor y lo mejor del ser humano ha trenzado su actualidad.




Rastros

20.8.21



Una persona que escribe debería dejar siempre pistas falsas por si pudieran existir exégetas de su obra.



Cabezotas

19.8.21



La escritora Agota Kristof afirma que «uno se hace escritor escribiendo con paciencia y obstinación, sin perder nunca la fe en lo que escribe». La calma y la perseverancia me parecen fundamentales, sin embargo la certeza, ay, soy tan descreído de los que escribo.



Naderías

18.8.21



A fuerza de que nadie me haga caso he conseguido sentirme capaz de hacerlo todo.




Sin salvavidas

17.8.21



Me ahogo en el tráfago humano.



Pisar en falso

16.8.21



En el alambre de las palabras mantengo el equilibrio con la pértiga de pensar. Apenas me venzo a uno de sus lados me espera la caída al vacío aterrador.



Contemplación

15.8.21



Todo quedó oscuro y silencioso mientras tenía lugar el alumbramiento de la noche.




Ciclotrón

14.8.21

 

El corazón es un acelerador de partículas simpáticas y antipáticas.



Pájaros

13.8.21



La libertad se mide según la distancia de vuelo que seamos capaces de recorrer dentro de la jaula.




Inexactos

12.8.21




La puntualidad es una tiranía que solo comprenden los esclavos del tiempo. El resto la padece con resignación y rebeldía.





Aderezados

11.8.21



Maduras cuando aceptas que vivir no tiene solución.



Prisas

10.8.21



Llegar tarde a un lugar es haber abandonado otro con precipitación.




Stops

9.8.21



Pensar, reflexionar es pararse frente a un mundo donde nadie ni nada de detiene.



El domesticador

8.8.21



Guardó la mentira en un bolsillo de su americana y cada vez que metía la mano sentía dolor en los dedos por su mordedura. Decidió entonces alimentarla con certezas y la domesticó. Ahora sus mentiras son mansas y ya no muerden a nadie.



Retornos

7.8.21



Sales de la infancia y después todo es un volver a mirar hacia ella.




Cogidas

6.8.21



Siempre la vida nos lleva por delante.



Inexperiencia

5.8.21



Si algo me ha enseñado la escritura es a ser humilde, a vivir sencillamente.



No hay que perder la fe

4.8.21



Daniel L. Everett, un misionero y lingüista que viajó hasta la Amazonia con la intención de estudiar la lengua de la tribu piraha y traducirles el Evangelio, descubrió que sus pobladores no tenían pasado ni futuro ni números y eran felices. Everett terminó por ser ateo.



Asentimientos

3.8.21



Aceptar cuanto antes el sufrimiento como parte de nuestra naturaleza humana es reconocernos en nuestra totalidad.



Peyorativo

2.8.21



Me animó a decirle la verdad a la cara después de haber hecho aquel comentario. 

—¿Realmente crees que ha tenido una buena vida? 

—Sí —me respondió con rotundidad. 

—No, porque nadie le amó. Ni hijos, ni mujer, ni todas esas prostitutas pagadas en mil prostíbulos. Su historia es la historia de una soledad iterativa.



Aislado

1.8.21



Encerrado en su torre el pensamiento se le volvió de marfil.




Auxilios

31.7.21



Las redes sociales son el amparo ante la desolación del mundo editorial.



Deslumbramientos

30.7.21



A veces se me nubla la realidad y no sé dónde estoy. Al instante, recuperada la conciencia, contemplo mi existencia y no entiendo qué hago aquí.




Amnésicos

29.7.21



El olvido es ingrato y la desmemoria infiel.



Audaces

28.7.21



Quién pudiera escribir sin miedo a terminar una frase.



Planeos

27.7.21



Y la vida se va como un pájaro que echa a volar y ya no vuelve.




Aleccionados

26.7.21



Fui un joven responsable: amé, bebí, me divertí, y holgazaneé. Ahora soy un padre sensato y pido a mis hijos responsabilidad. No hay ninguna contradicción, solo son lecciones de vida.



Iliteratos

25.7.21


Provskoye es un pueblo donde todos sus habitantes son analfabetos y nadie sabe leer ni escribir. El nueve de enero de 1869 del calendario juliano el termómetro marcaba menos catorce grados centígrados, pero como la vecindad no conoce los números no entienden muy bien si hace poco o mucho frío. Se arropan por la costumbre del invierno.

Las casas de madera con sus techos azules y rojos cobijan a numerosos pobladores aunque por la soledad siberiana de sus calles parece lo contrario, un lugar desérticamente blanqueado por la nieve y pintado de álamos negros y abetos.

Entre los aspectos más desoladores está el hecho de no recibir cartas porque nadie las escribe y si llega alguna nadie puede descifrar sus grafismos, por lo que el papel es utilizado para encender las estufas de carbón, igual que el de los pocos periódicos que pueden dejar estrafalarios viajeros. En toda la zona no existe libro alguno y sus moradores desconocen a los grandes genios literarios y sus obras.

Tampoco existe un registro de la propiedad y se da por sentado que la pertenencia es la que es, sin ponerla en duda, porque lo que es de uno es de uno y no es de los demás. Los medicamentos son marcados con ideogramas para no confundirlos.

Nadie puede leer la Biblia y por tanto cada persona reza para sí lo que entiende o quiere sin tener que edificar iglesia alguna. Niños, mujeres y hombres, están igualados en ignorancia.

Su historia no está escrita y sus gentes cuentan oralmente los sucesos más importantes que se van perdiendo con el paso de las generaciones en sus trescientos años de existencia.

Viven de trabajar la tierra cuando el clima lo permite y cuidan de sus caballos que les sirven para ir a comprar provisiones al poblado vecino que se aparta medio centenar de kilómetros.

Una tarde de finales de verano, las nubes esparcidas sobre la estepa del cielo que repartía una luz difusa, algo sorprendente ocurrió. No se trataba de la llegada de la luz eléctrica que aún no estaba inventada o de la máquina de escribir, tampoco la venida de un vehículo con motor de gasolina. No era una gran autoridad ni un profeta.

En el alejado horizonte sobre su montura, lentamente una figura se fue haciendo mayor hasta llegar a la altura de dos aldeanos eternos.

—Es el maestro que viene al pueblo —advirtió el primero.

—Se acabó la tranquilidad.


 

Desaceleraciones

24.7.21



El ser humano, a pesar de ser consciente de su aceleración física y mental en todo momento, no sabe detenerse, frenar esa inercia que lo lleva todo el tiempo tensionado.



Universidades

23.7.21



Más sabe el diablo por viejo que por haber estudiado en Harvard.





Crematístico

22.7.21



Cuando los precios están por las nubes es difícil ver el valor de lo que compras.



Elevaciones

21.7.21



Solo si escalas una montaña de libros tendrás altura de miras.




Menciones

20.7.21



Cuando realices una autocita debes tener en cuenta si eres original o solo un plagio.



Sin disyuntivas

19.7.21



Afirma Guy Debord en su libro ‘Panegírico’ que «las citas son útiles en los períodos de ignorancia o creencias oscurantistas». Ambas caben en este tiempo incomprensible y bárbaro.



Retornada

18.7.21



Nos conocíamos desde la época escolar y le perdí el rastro en la universidad. Había regresado a la ciudad tras medio siglo ausente, sola y enferma. Tenía dos hijas pero estaban lejos, una trabajaba como doctora en Suecia y la más pequeña, pintora, vivía en Nueva York (la gente, ya se sabe, tiene preferencia por vivir en los lugares más insólitos). 

La vi sentada en el porche de su casa y apenas la reconocí. Había vuelto después de enviudar. Fue ella la que me llamó la atención: 

—Sigues igual, no has cambiado nada. 

—Ni tú tampoco— le mentí, consciente de que mi mentira le sentaría bien. 

No era la misma, es más, su rostro no guardaba recuerdo alguno de juventud. Incluso llegué a dudar sobre su identidad hasta que fue desgranando un manojo de anécdotas que derribaron mis vacilaciones. Perdía vista y se estaba quedando ciega a pasos acelerados. Leer era lo que más añoraba y ya no lo podía hacer, por lo que le propuse usar audio libros, algo que rechazó porque no se llevaba bien con la tecnología, así que acordamos que pasaría algunas tardes a realizar una lectura de los libros que más interés le despertaran. Me pidió nombres, sobre todo de mujeres: Matute, Beauvoir, Bazán, Highsmith, Gaite, Lessig, Zambrano, Berlín… Los textos fueron cayendo como fruta madura.


—La lectura que realizo ahora es este mismo relato—. Ella entonces detuvo mi lectura. 

—¡Alto! ¡alto! ¡alto! Eso que haces es muy borgiano y aunque es un escritor a quien admiro soy más de escuchar Cortázar pero sin frenillo en la voz. 

—No puedo hacer nada porque el relato se está escribiendo solo.



Mercadotecnia

17.7.21



Los vendedores de humo lo envasan al vacío.



Dimensiones

16.7.21



La prepotencia otorga un gran espacio al ridículo.




Vita flumen

15.7.21



Ahora mismo soy quien escribe, pero mañana qué puedo ser, ¿memoria borrada? ¿ser de olvido? ¿nada que recordar?




Platonismos

14.7.21



¿Si la ignorancia es una enfermedad, el conocimiento es saludable?



Solaz candor

13.7.21



«La ingenuidad es la más peligrosa de las revoluciones» y, con ingenuidad, me pregunto: para quién.




Cristalografía

12.7.21



El pasado es un déjà vu del futuro.



Tú ponte en mi lugar

11.7.21



Fui a visitarlo al hospital después del grave accidente que había sufrido al quemarse en una explosión de un cuadro de luces donde trabajaba. Tras preguntarle cómo se encontraba me contestó: «esto es para mí». 

Entonces le pedí que desalojará la cama y su dolencia y me puse en su lugar. Y, efectivamente, lo miré tendido y sentí su dolor, desesperante y profundo. Ahora él me sonreía feliz. 

En ese instante llegaron unos familiares a visitar al paciente que ignoraban lo que estaba ocurriendo y comenzaron a hablar. Conversaban hasta por los codos de trivialidades y como no me podía mover del lecho por las heridas, mi amigo me dio de beber agua con una pajita y me secó la boca con un pañuelo de papel. Después continuó hablando, alegremente, con las personas que habían ido para saber sobre su salud. Divagaban sobre mi aspecto deteriorado por las quemaduras y lo mal que debería estar pasándolo, no sin darme todo tipo de ánimos. 

Al poco llegó una enfermera y me tomó la temperatura, miró mis constantes vitales y me proporcionó la medicación, mientras comprendía, cada vez más, por lo que pasaba. Después entró el doctor y mandó desalojar la habitación del personal innecesario. Se marchó, según creí escuchar, a la cafetería a tomarse algo con los parientes. 

Desde ese momento llevo cuarenta días hospitalizado y él no ha vuelto ni para que le den el alta.



Ferretería

10.7.21



El ex clavo se convirtió en martillo.



Hipoacusia

9.7.21



Si las paredes escuchan ¿por qué hay sordos como una tapia?



Inamovibles

8.7.21



Antes la mayoría de la gente vivía en la ignorancia, ahora vive en la amargura de saber y no poder cambiar nada.



Cambio de tercio

7.7.21



Me gusta ser amable pero tengo la suficiente edad como para ser, en ciertas ocasiones, desagradable.



Aprensivos

6.7.21



¡Qué miedo me da el destino de algunas personas!



Resurgido

5.7.21



Nadie muere dos veces de la misma muerte.




Incontable

4.7.21



—¡Rápido! Que venga el cuentero.
—¿Qué ocurre? ¿A qué tanta urgencia?
—Necesito escribir un microrrelato y no se me ocurre nada.
—Pues el narrador de historias está de vacaciones.
—Qué ruina de vida, sin nada que contar.



Espanto

3.7.21



Alguien me ha dicho que se ha asustado al verme. Es el primer paso antes de terminar por convertirme en un fantasma.



Apeados

2.7.21



Esa es la vida del artista: estar descolgado de toda la realidad circundante, excepto la del Arte.



Desembolsos

1.7.21



La ingratitud es la moneda con la que pagan los espíritus fatuos.



Exhumación

30.6.21



¿Dónde estarán los cadáveres de las palabras que borramos?




Sobrepasados

29.6.21



Normalmente el necio se ríe de lo que no sabe porque se ve superado por lo que desconoce.



Química

28.6.21



La vida es un experimento en cuya probeta vuelcas diferentes experiencias buscando una fórmula que te haga vivir feliz y que se precipita en un fallo al final.



Rayajos

27.6.21



La doctora me dio dos recetas tras de escuchar mis achaques y de reconocerme. Me dijo que mi padecimiento carecía de importancia pero que tomara aquellas gotas antes de dormir y las pastillas una después de cada comida. Lo expresó sin mirarme a la cara en tanto rellenaba con rapidez las instrucciones para la farmacia que me entregó en mano cuando cerró el recetario, el cual me quedé mirando mientras pensaba cuanta farmacopea estaba anotada en las copias de calco allí guardadas. 

Me despedí de mi médica agradeció por la atención prestada y al salir de la consulta no me pude resistirá ver qué había escrito en la receta. Las rayas anotadas no se correspondían con ninguna grafía compresible para mí y esa falta de legibilidad me imponía bastante respeto. ¿Por qué los médicos no escribían para que todo el mundo pudiera entender lo que recetaban a los pacientes? ¡Qué rayos eran aquellos medicamentos y a qué sabrían esos brebajes! Afortunadamente la boticaria parecía interpretar la escritura de trazos sin dificultad.



Atribulados

26.6.21



Te vas hacia adelante y es utopía; miras hacia atrás y son recuerdos. El ahora es un páramo desolado.



Narratología vital

25.6.21



El narrador que nos narra cuenta una historia errante de titubeantes pretextos.




Distinciones

24.6.21



No hay que medir el triunfo por los logros personales sino por la satisfacción que otorgamos a los demás.




Alegato de la vaciedad

23.6.21



Soy una pequeña nada frente a la gran nada. Nada me inquieta.




Palabrero

22.6.21



A menudo tengo la sensación de que soy un locuaz parlanchín. Luego me dicen que no, que soy más bien un tipo callado. Es por este incesante monólogo interior.



Pedagógicos

21.6.21



Nadie debe dar lecciones de vida porque cada vida es una lección.



Cuento chino

20.6.21



Mientras mamá preparaba el flan yo miraba con atención el colorista dibujo del mandarín y su coleta de tamaño colosal, como cantaba el coro infantil en el anuncio de la radio. Me imaginaba la vida de aquel hombre sonriente llevando el exquisito y tembloroso postre a sus hijos, igual de amarillos que él, viviendo tras la gran muralla vestido con su chaqueta de seda roja. Si los chinos tenían los ojos cerrados era porque estaban estreñidos, según contaba tía Carmelina de comer tanto arroz, pero aquel hombre llevaba un dulce a su familia que debía ser numerosa, porque los chinos eran muchos, más de mil millones según mi hermano mayor. Creo que me gustaba el flan por las dulces historias que sospechaba en cada cucharada.



Fisuras

19.6.21



Un aforismo es una grieta en la dureza del pensamiento acorazado.



Elucidario

18.6.21



Un fino hilo de inteligencia en la madeja del corazón: un huso para desentrañar el mundo.



Admiraciones

17.6.21



Cioran destaca que «cuando Pirrón dialogaba con alguien, si su interlocutor se iba, continuaba hablando como si no hubiese pasado nada. Sueño con esta fuerza, de indiferencia, con esta disciplina del desprecio, con una impaciencia de trastornado». Indiferencia, desprecio, impaciencia, cualquiera diría que tan excelso catecismo de apatía y vilipendio tenga que ver con un autor con tantos libros escritos a sus espaldas.



Peticionarios

16.6.21



No pido mucho, casi nada, y aun así me parece que pido demasiado.

Faustos

15.6.21



Siglos atrás, cuando los seres humanos no tenían la obligación de ser felices, eran más dichosos que ahora.



Enfrentados

14.6.21



Frente al dolor, resistencia; frente al temor, inteligencia.



Amo

13.6.21



Todas las noches salía a pasear el perro a la misma hora, por el mismo itinerario. Enjuto y timorato era impulsado por el corpulento animal. Se paraba en la única farola de la calle, caminaba quinientos pasos hasta el contenedor, se santiguaba frente a la antigua ermita quemada por un rayo y se lamentaba por no haber nacido perro antes de volver a casa.



Golpes bajos

12.6.21



No son malos tiempos para la lírica, no nos engañemos, nunca lo han sido. Este áspero mundo a la poesía le tiene poco aprecio.



Gratuidades

11.6.21



No esperes nada de nadie —me dijo— y, a pesar de ello, habrá gente que te lo dará todo por nada. Esas son las gentes las necesarias.




Plenitudes

10.6.21

 

El pesimismo es una esplendidez de juventud.



Sin límites

9.6.21



¿Existe el infinito?




Insanos

8.6.21



«De algo hay que morirse», confiesa tan vital como vividor cuando se le advierte que tal o cual práctica en perjudicial para su salud. Algo que me trae a la memoria lo que comentaba Robert Walser: «A quienes conservan el sano juicio les hago el siguiente llamamiento: no leáis siempre y de manera exclusiva esos libros sanos; acercaos un poquito a la llamada literatura enfermiza, de la que tal vez podáis sacar un consuelo vital. La gente sana debería arriesgarse siempre de una u otra manera. ¿Para qué demonios, si no, conservar el sano juicio? ¿Para morir un día saludablemente? Vaya un futuro desolador».



Irresoluciones

7.6.21



No sé qué es más terrible si la espantosa muerte cotidiana o el beso del olvido.



Componedor

6.6.21



Lo llamó el señorito.
—Dígame, don Carlos.
—¿Te gusta Enriqueta?
Aquiles se encogió de hombros con la cabeza gacha.
—Es una buena sirvienta y podría ser mejor madre y esposa.
—Si usted lo dice don Carlos, así será.
—Te veo poco entusiasmado con la idea.
—No se me había ocurrido y así de sopetón, la noticia…
—Pues no se hable más. Viviréis en el cobertizo y formaréis un hogar.
Don Carlos acostumbraba a disponer las cosas a su favor. Aquella componenda le proveería de futuras generaciones de sirvientes. Así es como se hacía progresar el mundo, compatibilizando fortunas y destinos, evitando sobresaltos y quebrantos sociales. Sin ir más lejos, su hija Delfina, estaba acordada con el notario, sumando dos suntuosas dotes. Cada oveja con su pareja, solía decir. Y yo el pastor que los guía, pensaba. Respecto al amor, eso era una cuestión de artistas vagos y su loco extravío el de estar contra estos tiempos tan pragmáticos.




Exitosos

5.6.21



El triunfo está en saberse fuerte en la debilidad, sensible ante lo indiferente y digno frente a lo abyecto.



Nuevos paradigmas

4.6.21



«Un artista nunca termina realmente su trabajo, simplemente lo abandona», afirma Paul Valéry. La escritura digital va mucho más lejos porque nunca lo desatiende ni lo concluye definitivamente.



Volatineros

3.6.21



A Tarzán lo recuerdo saltando de liana en liana para atravesar la selva y sin una red de seguridad debajo. Esa prodigiosa destreza se sustentaba en no dejar una cuerda hasta coger la siguiente. Pocas personas son capaces de soltarse sin tener algo agarrado. Es la aventura del vacío y la caída libre: el triunfo o el fracaso.



Inferencias

2.6.21



Si eres incapaz de entender la lógica emocional de los demás, no esperes nunca que comprendan la tuya.





Invocaciones

1.6.21



Hay personas que verbalizando muchas veces el problema irresoluble que tiene este se resolverá por ello.