Amo

13.6.21



Todas las noches salía a pasear el perro a la misma hora, por el mismo itinerario. Enjuto y timorato era impulsado por el corpulento animal. Se paraba en la única farola de la calle, caminaba quinientos pasos hasta el contenedor, se santiguaba frente a la antigua ermita quemada por un rayo y se lamentaba por no haber nacido perro antes de volver a casa.



2 apostillas:

Albada Dos dijo...

Pobrecito, qué penica me dio

Un abrazo

Joselu dijo...

Hay perros y perros, hay amos y amos...