Admiraciones

17.6.21



Cioran destaca que «cuando Pirrón dialogaba con alguien, si su interlocutor se iba, continuaba hablando como si no hubiese pasado nada. Sueño con esta fuerza, de indiferencia, con esta disciplina del desprecio, con una impaciencia de trastornado». Indiferencia, desprecio, impaciencia, cualquiera diría que tan excelso catecismo de apatía y vilipendio tenga que ver con un autor con tantos libros escritos a sus espaldas.



3 apostillas:

Albada Dos dijo...

Es de envidiar la verdad

Un abrazo

Joselu dijo...

No acabo de comprender que se relacione la opinión de Cioran con "catecismos de apatía y vilipendio" porque no creo que ninguno de estos sentimientos correspondan a lo contado. No es lo mismo indiferencia que apatía, y "vilipendio" en el sentido de denigración de alguien tampoco creo que sea aplicable. Cioran continuó escribiendo, claro, y muchos prestamos atención a sus palabras que nos alimentaron y nos siguen alimentando por su extraordinario sentido del humor. Es de los pocos autores que me hace reír a mandíbula batiente.

Juan Poz dijo...

Fue un buen discípulo de Lichtenberg...