Distinciones

24.6.21



No hay que medir el triunfo por los logros personales sino por la satisfacción que otorgamos a los demás.




2 apostillas:

Joselu dijo...

Me parece que Ayn Rand vería esta afirmación como profundamente cristiana, ese sometimiento del yo al placer de los demás, sería como la moral de los esclavos de Nietzsche.

Juan Poz dijo...

Los triunfos, para los tahúres...