Peyorativo

2.8.21



Me animó a decirle la verdad a la cara después de haber hecho aquel comentario. 

—¿Realmente crees que ha tenido una buena vida? 

—Sí —me respondió con rotundidad. 

—No, porque nadie le amó. Ni hijos, ni mujer, ni todas esas prostitutas pagadas en mil prostíbulos. Su historia es la historia de una soledad iterativa.



0 apostillas: