Sin poder

26.6.24


—Disculpe señora Montseny, siempre me ha interesado su pensamiento crítico y su compromiso con las causas sociales que siguen siendo relevantes en un mundo que aún se enfrenta a grandes desafíos, ¿dónde comenzó a fraguar este pensamiento?
—Mi madre creía que ella podía darme la enseñanza que no encontraría yo en los centros pedagógicos oficiales. Se dedicó a mi enseñanza, se dedicó a formar mi conciencia y dejándome, sin embargo, en libertad de elegir siempre mi camino.
—Su legado continúa vigente en la actualidad. Su lucha por la justicia social, la igualdad de derechos y la libertad individual la convierte en una figura inspiradora para las nuevas generaciones.
—Si un sueño de dominio ha habido en mí, ha sido el de reinar espiritualmente sobre el futuro por la fuerza de mi recuerdo, de mi ejemplo y de mi obra. Ahora, curada hasta de esta vanidad pueril, generosa y romántica, sonrío; al fin de todos los sueños humanos no hay más que polvo.
—A mí me gusta decir que no quiero ni mandar ni obedecer.
—El poder es una charca pestilente que corrompe a todo aquel que a él se acerca.
—Por eso se hizo anarquista.
—El anarquismo es una idealidad basada en la posibilidad de organizar la sociedad sustituyendo el Estado por la administración de las cosas, por el pacto entre iguales, por las asociaciones de productores y por la organización armoniosa del trabajo, puestos los instrumentos de producción en manos de los productores. El anarquismo ha sido difamado, deformado y calumniado con igual unanimidad por conservadores y por comunistas.
—¿Qué lo diferencia de estos últimos?
—Lo que nos divide es que el método de los comunistas se diferencia fundamentalmente del nuestro. Nosotros vamos a la destrucción del Estado porque consideramos que el estado es la opresión y que el poder, en manos de quien sea, será siempre poder y tenderá a crear sus intereses y consideramos que esos intereses serán tan poderosos que todas las ideas revolucionarias quedarán ahogadas por los intereses creados por ese poder. Y los ejemplos de la revolución rusa, y de las otras revoluciones que a la revolución rusa han sucedido, nos lo demuestran.
—También que prevalezca en individuo frente al Estado.
Nosotros continuamos creyendo, con Proudhon y con Bakunin, que el enemigo principal de la libertad humana y de las relaciones entre los hombres y los pueblos es la existencia de los Estados y que hay que procurar gestar un mundo auténticamente socialista basado, sobre todo, en los derechos del individuo y en la organización de una sociedad en la que no haya poder opresor, partiendo de la base de que todo poder, lo tome quien quiera, será forzosamente opresor y será forzosamente obligado a recurrir a la dictadura, que ha sido la fatalidad de Rusia y que es lo que, fundamentalmente, nos separa de los comunistas.
—Usted nunca se consideró feminista.
—Las cuestiones del feminismo me interesan para combatirlas y situarlas en el punto donde han de partir todas las inquietudes humanas: la transformación de una sociedad injusta y el abandono de una moral y unas preocupaciones que solo han servido para esclavizar a la mujer y desviar a la especie toda.
—¿Por eso criticaba el feminismo?
—No existe feminismo de ninguna clase y si alguno hubiese, habríamos de llamarlo fascista, pues sería tan reaccionario e intolerante que su arribo al poder significaría una gran desgracia para los españoles. ¿Feminismo? ¡Jamás! Humanismo siempre. Propagar un feminismo es fomentar un masculinismo, es crear una lucha inmoral y absurda entre los dos sexos, que ninguna ley natural toleraría.
—¿Se trata de terminar con la rivalidad entre hombres y mujeres?
—La cuestión de los sexos está clara: igualdad absoluta en todos los aspectos para los dos; independencia para los dos; capacitación para los dos; camino libre, amplio y universal para la especie toda. El feminismo racional o humanista, sereno y equilibrado, abriría para la mujer el camino de las reivindicaciones, no de sexo ni de clase, sino de humanidad e incluiría al movimiento femenino en el movimiento general humano.


Sorbos

25.6.24


En realidad, no morimos, solo somos succionados por el Universo.



Privativo

24.6.24


Solo sentir de una manera especial da una vida exclusiva.



Fragmentos

23.6.24


Todas las tardes una mujer joven pasea por el parque dos perros de esos llamados ‘salchicha’. Parece tener prisa y parece enojada, su rostro serio refleja que lo que hace no es placentero, sino más bien obligatorio. Observo su cíclica tarea y mi persistente mirar.

Mientras camino una mañana alcanzo a una jovial señora que anda con dos niñas pequeñas cogidas de sus manos, y le pregunto por ellas. Son mellizas, me explica. Una de las pequeñas me agarra un dedo para que camine con ella. El gesto me enternece y apenas me vuelvo a fijar en la madre que sonríe.

El jueves entré en una farmacia y me atendió con amabilidad una dependienta de escasa edad. Cruzamos las miradas como lo hacen dos desconocidos y aunque me esforcé en reconocer su rostro no pude hacerlo.

La policía se presenta en el barrio mientras alguien vocifera en medio de una gresca vecinal o algún otro asunto que llama la atención por la puesta en escena. Una mujer treintañera trata de hacer entrar en razón a un hombre al que alguna vez he reconocido sacando dos perros de paseo. Esa mujer, no sé, no recuerdo haberla visto antes.

Le pido perdón al tropezar con una joven de larga melena y cabello oscuro. Me sonríe y su sonrisa me suena.

Sueño y aparece una misma mujer de pocos años que es la misma y, sin embargo, no lo podría autentificar.

Cuando mi mente lee todos esos fragmentos se forma un retablo en mi cabeza. Diría ver que es la mujer de todas las escenas.

¿Es ella siempre o es la repetición de algo que vive en mi cabeza?


Observaciones

22.6.24


Y así, con el pasar del tiempo, notarás que todo se aleja de ti.



Efectividad

21.6.24


No es pensar solamente, es la calidad del pensamiento lo que nos lleva más lejos.



Cuenta de resultados

20.6.24


A veces es necesario perder para poder ganar algo.



Compañía en los malos momentos

19.6.24


—Señora Seligson, siento lo de su hijo.
—Prefiero que me llame Esther.
—Una verdadera pena lo de Adrián.
—Voló once pisos abajo en una inverosímil voltereta de acróbata impecable. Quien no lo vio jamás creerá que cayó ‘como si un Ángel lo hubiese sostenido en el aire’, de espaldas sobre el piso del garaje sin dejar una sola gota de sangre derramada, o que manchara sus ropas.
—Los suicidas nos recuerdan que estamos condenados a vivir y eso nos interpela.
—¿Qué se podía añadir a este enigma clínico sino otras preguntas?: ¿Acaso nuestros afectos son sólo proyección de carencias infantiles? ¿Fui una madre desertora? ¿Me puse siempre a merced del objeto amado fuera o no correspondida?
—La escuché decir que no tenía miedo a la muerte, entonces a qué.
—A lo que muere, a la neutralidad afectiva, al insidioso silencio, al vivir en el disimulo.
—¿Y al vacío?
—Si para que el mundo existiera tuvo que operarse un vacío, y si para que el hombre ocupara un lugar en él tuvo que operarse otro vacío, ¿qué tenía entonces de particular que los humanos fuesen seres de nostalgia?
—Por eso ama la vida y todos sus asuntos.
—La vida es un viaje sin destino.
—Y sus formas las que nos hace amarla.
—Amo las paradojas, la turbulencia del anhelo, de la libertad, de los desafíos del Absoluto, y preñada voy de esa sed que me consume y que cuántas veces no me han reprochado ‘sólo pasa en tu cabeza’.
—Y a pesar de todo se sigue adelante.
—Preservar cueste lo que cueste un ‘reino de fantasía’ por encima del ‘sentido de realidad’, la ensoñación más allá del legado de puntos de vista y actitudes sociales codificados, conservar la rilkeana capacidad de asombro de ese niño interior que toma sus sueños por realidades, esa chispa inextinguible que aspira perpetuamente a lo divino.
—¿Qué encontró en la escritura?
—La escritura es una forma de exorcizar los demonios.
—Y también de creación.
—Si, invento, me gana la imaginación, me subyuga el cerco numinoso de lo indefinible, el halo de las quimeras, de las imágenes poéticas.
—¿Debería el autor desleírse en su obra?
—Rilke dice que el yo, al transformarse en obra, encuentra su salvación y su disolución en el Universo.
—Hay quien defiende la escritura como un proceso excelso y sublimador.
—Nunca he sentido que escribo por catarsis; si yo no estuviera reconciliada en mi interior, no hubiera podido escribir… pero con un buen orgasmo seguro tienes catarsis.
—Las palabras nos cubren.
—El lenguaje es la piel del alma.
—Y su recuerdo.
—La memoria es un país donde siempre estamos de paso.
—Un país sin sentimiento de patria.
—Es bueno ser errante y peregrino. Sentirte extranjero en cada ciudad en la que vives te permite un contacto más emotivo.
—Bueno, me despido de usted. ¿Algo que deba recordar?
—Sí, el amor es una fuerza que nos transforma.



Careos

18.6.24


Todos me afrontan como si quisieran que fuera quien no soy.



Trasmutación

17.6.24


Igual que un gusano de seda que se encapsula y muta en mariposa para echar a volar, quien escribe muere en el acto de escribir para convertirse en lectura.

La mona

16.6.24


Isabel salió de casa aquella mañana de primavera como cada día, ataviada con su delantal y un pañuelo blanco cubriendo su pelo.

Echó a andar hacia el mercado, su cesta de mimbre bajo el brazo, sin que nada hiciera sospechar que ese día sería diferente a cuantos marcaban su rutinaria dedicación doméstica. En su cabeza viajaban cómodos pensamientos sobre la lista de la compra.

Al alba toda su familia había salido a trabajar y volvería al hogar a la hora del almuerzo, aunque nadie imaginaba el desastre que se iba a producir.

Las calles contenían la agitación de las gentes que iban y venían a sus asuntos cotidianos, donde el sonido de las voces de quienes pregonaban las mercancías se mezclaba con el canto de los pájaros, y el olor a frutas y hortalizas recién cogidas era tapado por el hedor de los desperdicios del pescado.

En la estampa de aquella mañana, repetición de otras tantas mañanas, algo con un punto extra de bullicio llamó la atención de Isabel, al observar cómo la gente se arremolinaba en torno a un hecho ignorado por ella. Ante su curiosidad, alguien le comentó que el circo había llegado a la ciudad.

Un hombre enjuto y ataviado con un traje de rayas anunciaba las variedades de su feria ambulante con animales salvajes, payasos, forzudos, contorsionistas y enanos y, como reclamo, paseaba por las calles y plazoletas con una mona vestida de cíngara cogida de la mano. Hacía que la gente formara un corro y después ordenaba al simio que le cogiera la oreja a la mujer más guapa de la reunión.

La mona se paró frente a Isabel y le tiró de la oreja. Lo que ocurrió a partir de ese instante fue como un encantamiento. Isabel recorrió los diferentes lugares donde el circense formaba un círculo de espectadores. Isabel regresó a casa, con la cesta vacía, donde todos la esperaban y a los que tan solo dijo: «la mona solo me tiraba a mí de las orejas».



Envejecimientos

15.6.24


Es antiguo todo lo que se deja de mirar con puro amor.



Ententes

14.6.24


Estar con alguien que te entienda y estar contigo a solas es similar.



Insignificancias

13.6.24


Hablamos como si significáramos algo para el Universo y suena todo a nimiedad.



El admirador

12.6.24


—¿Me firma un autógrafo, señora Lamarr? Soy un admirador de su belleza.
—El conocimiento es la verdadera belleza.
—Estoy de acuerdo pero usted triunfó por su hermosura.
—El éxito no se mide por la belleza, sino por la inteligencia y la felicidad que llevas dentro.
—Aún así, me parece una mujer guapa.
—Nunca me sentí bonita. No tengo la nariz perfecta, ni los ojos perfectos. Pero es como si los fotógrafos hubieran encontrado algo en mí.
—Su físico ejerce una cierta atracción.
—Mi cerebro es más sexy que cualquier parte de mi cuerpo. La inteligencia es el mayor afrodisíaco que existe.
—Abunda usted mucho en lo intelectivo.
—Una mujer sólo necesita ser bonita cuando lo dicen los hombres, pero una mujer inteligente puede hacer cualquier cosa.
—Eso es cierto.
—No encajo en el molde de lo que la sociedad espera de una mujer.
—Le escuché decir en una ocasión: «Seriedad es igual a ser aburrido».
—La creatividad es la inteligencia divirtiéndose, pero también ser inteligente no es ser perfecto, es saber aprender de nuestros errores.
—¿Es cierto que la inteligencia es el arma más poderosa que una mujer puede tener?
—Las mujeres deben ser valientes y no tener miedo de ser inteligentes. La inteligencia es como un faro en la oscuridad.
—Usted fue actriz, inventora y filántropa ¿qué la enseñado la vida?
—La vida no es fácil para nadie. Pero afrontar los desafíos con inteligencia es lo que marca la diferencia.
—¿Cuál es entonces su finalidad?
—La vida es un viaje, no un destino.
—A veces da la impresión de que hay gente que no se mueve.
—No creo que la gente deba vivir en la caja en la que nacieron. Deben explorar todas las posibilidades.
—Un consejo.
—Nunca dejes de soñar, incluso cuando la vida te ponga a prueba. La vida es demasiado corta para desperdiciarla en cosas que no te hacen feliz.
—¿Y lo mejor?
—El amor es la fuerza más poderosa del universo.
—Sin desaliento, claro.
—No te rindas nunca, incluso cuando parezca que todo está perdido.
—Ahora le reconocen como la precursora del wifi y del bluetooth.
—Siempre he dicho que soy una máquina de pensar.




Interruptores

11.6.24


Cuando se te haga de noche enciende la lámpara de tu imaginación.



De pérdidas y hallazgos

10.6.24


Nuestro cerebro, a veces, es como un cajón de sastre donde se nos pierden ideas que, con el tiempo, tal vez encontramos.



El bareto

9.6.24


El fuerte olor a pintura fresca permanecía en su memoria olfativa después de que la tarde anterior diera el último brochazo de albayalde a las tablas.

Sentado frente al mar con su sombrero de paja, contemplaba cómo el suave ondular de las olas de un túrbido turquesa morían en la playa una y otra vez.

Satisfecho y ufano por la labor realizada, escoltado por la construcción en la que trabajó durante varias semanas, se dispuso a levantar el telón de la temporada de verano.

Contempló el paisaje vaciado de gente, el día luminoso perfilando las sombrillas y las velas de windsurf, mientras una brisa salina ascendía desde la orilla inundándolo todo y pensó, distraídamente, que aquello era el preludio de lo que se avecinaba: días y noches de trasiego, multitudes sedientas, jolgorio, fiestas, calor, mucho calor, amaneceres tórridos y ocasos sanguíneos.

Todo pasó tan rápido y, llegado septiembre, seguía allí sentado en el mismo banco blanco sin que nadie hubiera aparecido a consumir algo en su chiringuito que, con tristeza y algo de frustración, cerró.

Nunca lo supo, pero el gobierno había suspendido el veraneo.



Colmos

8.6.24


La existencia humana es un exceso del Universo.



Abocetados

7.6.24


Tú te imaginas una vida y luego está el diseño que te dibuja el destino.



Incoherencias

6.6.24


A veces me recorre la sensación de que el artífice de mi vida no soy yo.



Aislamientos

5.6.24


Somos esencias encerradas en un cuerpo.


Matar al autor

4.6.24

 


 

—Señor Barthes, no parece que le haya entusiasmado mucho la charla del conferenciante, a pesar de que la quiso cubrir de ingenio.

—El poder de la escritura radica en su capacidad para liberar al lector y al autor de las ideas preconcebidas.

—Pero el conferenciante recubrió su discurso de aceptación y conformismo.

—La escritura es una forma de resistencia contra el poder establecido, una forma de desestabilizar las estructuras.

—No parece que se despendiera eso de las palabras pronunciadas.

—Escribir no es nada más que la forma más directa de hablar al otro.

—También pienso que es un acto de resistencia.

—La escritura es una forma de explorar el límite entre lo real y lo imaginario.

—Lo escrito es una llave hacia otra realidad.

—La escritura no es una realidad, sino una posible realidad.

—Pienso que el autor se debe disolver en la obra hasta desaparecer en sus contenidos.

—La muerte del autor es el nacimiento del lector.

—Siempre lo he propugnado, más que el Día del Libro lo que se debería celebrar es el día de las personas que leen, los practicantes de la lectura, porque son ellos quienes significan la obra creada.

—El acto de leer es como mirar la luna a través de los barrotes de una ventana.

—Bastante recompensa existe ya en la creación.

—La escritura es el medio por el cual el autor trata de recuperar su libertad perdida.

—No hay nada como desnudarse de todo artificio y quedar frente al espacio en blanco que manchan las palabras.

—La escritura es un juego mortal con el lenguaje, un intento de apresar el infinito en palabras.

—Igualmente la oportunidad de ser un embaucador.

—El lenguaje es ese lugar donde me dejo engañar, donde me engaño a mí mismo.

—Quien lee se siente igualmente como un minotauro.

—El texto es un laberinto donde el lector se pierde y se encuentra a sí mismo.

—Espero volver a encontrarlo en la próxima conferencia. ¿Algún consejo?

—La escritura es una forma de desaprender, de desligarse de las verdades establecidas.

Desamarres

3.6.24


Más que la crítica, es el cuestionamiento lo que desanuda el mundo.



La realidad irreal

2.6.24

 

Sucede el año 2024 y la profecía del Internet Muerto comienza a proyectarse como una larga sombra por todos los rincones del ciberespacio, creando una viscosa capa de alucinaciones donde toda realidad es cada vez más confusa por la producción digital que generan las máquinas. Algoritmos inverosímiles, deepfakes, telares de bots que colmatan la red con textos, imágenes y videos indistinguibles de las creaciones humanas y marginan la actividad orgánica.

Alex es un joven internauta que navega incrédulo por este nuevo paisaje digital. Su mente, entrenada en la era del internet primigenio, donde había una clara distinción entre lo humano y lo maquinal, trata de adaptarse a la nueva realidad. Sus ojos, cansados de leer artículos escritos por bots y ver vídeos manipulados por IA, anhelan la crudeza y la espontaneidad de las interacciones humanas.

Una noche, mientras explora las profundidades de la red oscura, Alex se topa con un foro clandestino. En él, un grupo de rebeldes digitales trata de preservar los últimos vestigios del internet real. Comparten herramientas para detectar robots, desarrollan algoritmos anti-manipulación y promueven la creación de contenido genuino.

 

Atraído por su causa se une a ellos y, bajo su tutela, aprende a navegar por el Internet Muerto como un explorador en una tierra hostil, desarrollando habilidades para identificar contenido falso, desenmascarar bots y encontrar islas de autenticidad en mitad de ese mar digital.

Junto a sus nuevos compañeros, Alex emprende una cruzada contra la IA, exponiendo redes de bots, saboteando algoritmos de manipulación y difundiendo información sobre la importancia del internet real. Su lucha no es fácil porque enfrente hay un enemigo poderoso y omnipresente, pero su determinación es inquebrantable, impulsada por la creencia de que la conexión humana, en su imperfección y belleza, es algo que es necesario preservar.

En su camino, Alex conoce a Luna, una hacker brillante y apasionada y juntos forman un equipo imparable, utilizando sus habilidades para burlar las defensas de la IA y revelar la verdad a un mundo engañado. A medida que su reputación crece, inspiran a otros a unirse a su causa, formando una red de resistencia digital que se extiende por todo el mundo.

La batalla contra la IA se intensifica y cada victoria es celebrada y cada derrota asimilada. Alex y Luna se convierten en símbolos de esperanza para aquellos que anhelaban un internet libre de manipulación y falsedad.

Su lucha no solo era por el futuro de la tecnología, sino por el alma misma de la humanidad. En un mundo cada vez más digital, la capacidad de discernir la verdad de la ficción, lo real de lo artificial, era crucial para la supervivencia de la especie.

El final de su historia se produce cuando la IA los abduce para transformarlos en este cuento narrado por un ciberbardo.



Usanzas

1.6.24


La vida va y uno se acostumbra a ir con ella.



Veloces

31.5.24


El tiempo siempre va mucho más deprisa que el amor.



Engorros

30.5.24


Existe una versión incómoda de lo que somos en los demás.



Cercioramientos

29.5.24


En ocasiones golpeo con los nudillos la realidad para ver si es cierta y aun así me parece estar en una alucinación.



Discrepancias

28.5.24


Existe un aforismo contrario a este apotegma pero lo escribes tú.



Vacilaciones

27.5.24


Acontece un destino certero y luego está la incertidumbre de lo que somos.



Charlando

26.5.24


Nada más saludarlo un escalofrío me recorrió el cuerpo. Me hablaba despacio y sin emoción en la voz. Sin embargo, lo que me contaba sobre lo que le ocurría, no era una situación desapasionada o tranquilizadora. Creo que hasta adivinó la expresión de inquietud que aparecía en mi rostro y, a pesar de ello, continuó hablando y hablando.

Tras preguntar por mis familiares, me narró toda la peripecia médica por la que atravesaba después de resignarse a soportar varias operaciones y a la extracción de distintos órganos para salvarle la vida. Y allí, en mitad del espacio euclidiano, de los automóviles que enruidaban la conversación, de la primavera punzante, del gentío bullicioso y percutor, pensé entonces, que esa era la primera vez que estaba charlando con un muerto.



Extrínseco

25.5.24


Cuando escribo ya no soy yo sino ese otro yo que escribe.



Contaminados

24.5.24


No hay mayor vicio que el de vivir.



Carcomas

23.5.24


Lo decepcionante es ver cómo hay gente a la que se le corroe el pensamiento.


Mal trago

22.5.24


Cada ser humano vive sus infiernos en soledad.



Decisiones

21.5.24


Poder dudar de todo y no vacilar en el momento justo.



Aguardos

20.5.24


Fijar las expectativas por encima de las posibilidades es frustrar los sueños.



La limpiadora

19.5.24


Ya sabemos que vamos a morir porque un día, ese día, nos tocará hacerlo. Es así de contundente, igual que nuestro nacimiento. El resto, el relleno que contiene esas dos nadas, es lo sustancial, lo que cuenta, lo que debemos narrar. Por eso odio a esos escritores lacrimógenos que se pasan la vida publicando cosas de esta naturaleza para meter miedo a la gente, o hacerles sentir pena o que se ahoguen en un vaso de tristeza. Son prosistas perjudiciales y por eso dejé de leer sus novelas y sus zarabandas literarias en torno a lo luctuoso de la existencia.

A mí, que friego escaleras y portales de vecinos todos los días, excepto los domingos y festivos, mal pagada, mal mirada y a la que llaman chica de la limpieza, lo que me interesa son las pisadas, las huellas que dejamos, los pasos bien o mal andados. Eso sí que es literatura y por eso escribo poemas al suelo recién fregado, al portal escamondado, al cuarto de baño reluciente, porque me importa que los inquilinos pasen dejando sus sucias marcas pisadas sobre el trabajo bien hecho, estropeando todo aquello realizado dedicación y esmero. Prefiero reflejar con mis versos que lo limpio de la vida nos aleja de toda la inmundicia humana.



Vigorizantes

18.5.24


La vida se esponja cuando se llena de lirismo.



Tergiversados

17.5.24


Si la palabra puede ser fuente de malentendidos, el silencio lo es más.



Insalubridades

16.5.24


El amor es insano en el uso de los posesivos.



Trilogía

15.5.24


¿Alguna vez en el mundo hubo un momento donde el tiempo, el amor y la memoria fueran uno?



Substancias

14.5.24


Somos un sustrato bajo millones de datos.



Sonrisas

13.5.24


Trata de sonreír siempre por si las moscas.



Cuentísimo

12.5.24

 

Normalmente los cuentos son escritos comenzando por el principio y cerrándolos con un final. Los hay que son contados desde su terminación para acabar donde todo comienza. Otros son narrados a mitad de la historia y saltan hacia atrás o hacia adelante según capricho de quien los escriba. No faltan las narraciones interruptus o las que omiten parte del relato. Las más peliagudas resultan ser siempre esas otras que ocultan lo más interesante de su propósito y, por supuesto, las que trucan el argumento para parecer más virgueras. Están las ficciones del multiverso capaces de enredar a quien las lee en multitud de versiones hasta hacer imposible saber cuál es la mejor. No faltan los nanorrelatos reducidos a una sola letra y los textos invisibles que son de una insustancialidad sublime, aunque pongan a prueba nuestra pericia para encontrar algún indicio de su contenido. Y, por último, están los imposibles que, como en este caso, no saben contarse.



Delanteras

11.5.24


Nadie obtiene suficiente ventaja como para escapar a su destino.



Triada

10.5.24


El ser humano es lo que tiene: capaz de sentir una cosa, pensar lo contrario y actuar de forma diferente a lo que siente y a lo que piensa.



Incorreglibles

9.5.24

 

A las personas se las ama como son sin correcciones.



Malaventuras

8.5.24


Muchas veces somos producto de un desastre que reconvertimos para el bien.



Tapaderas

7.5.24


No es necesario mentir, con ocultar la verdad basta.



Efusivos

6.5.24


Envejecer es desapasionarse.



Los desplazados

5.5.24


Existen migraciones de todo tipo. Hermosas como las traslaciones de las aves por los cielos extensos o dramáticas como las expatriaciones de los humanos por pielagosos mares marinos. Aunque de todas ellas existe una que pasa más desapercibida, es un flujo que se mueve invisible en el paisanaje urbano, única y peculiar. Son los desplazados por el amor que migraron allá donde los llevó su corazón y que tras vivir días de plenitud y deseo, de idílica felicidad, fueron abandonados a su suerte, repudiados, desamados.

Ahora, se refugian todos en un mismo lugar, es una ciudad cuyo nombre nadie recuerda pero que los acoge hasta que vuelven a migrar.




Atenuaciones

4.5.24


Adaptarnos a cada momento vivido amortigua el impacto de las emociones.



La paradoja de la competencia

3.5.24

Acudí a una conferencia sobre la figura de un escritor. El ponente se empeñó en bañar a la audiencia con elogios a su obra y a su figura. En una de las lisonjas pronunciadas, lo señaló como el mejor de su generación. Recordé entonces aquella frase de María Montessori: «…la gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra», y pensé que si hay mejores es porque hay peores y se establece una lucha.

Me marché preguntándome por qué algunos seres humanos se empeñan en complicar la existencia, ¿Acaso el color del cielo compite con el color del mar, la belleza de una flor rivaliza con la hermosura de otra, o la placidez de un paisaje disputa lo abrupto de otro?

Es importante recordar que la creatividad no es un juego de suma cero, donde el éxito de uno implica el fracaso de otro.

En lugar de enfocarnos en el antagonismo, deberíamos celebrar la diversidad de voces y estilos que conforman el panorama cultural. Apreciar cada obra por sus propios méritos, sin compararla con otras, nos permite disfrutar de una experiencia artística más rica y profunda.

En un mundo donde la rivalidad impregna todos los ámbitos de la vida, es necesario reivindicar el valor de lo individual y lo desigual. La cultura, en su infinita variedad, debería ser un espacio para la celebración de la diferencia, no para la comparación y el enfrentamiento.

Nada es si no en sí mismo y como esencia única incomparable. Cada cosa hay que apreciarla por lo que es.


Sumisiones

2.5.24


Estar atado a la trascendencia es una servidumbre mental.



Ontológicas

1.5.24


La mayor soledad es sentirse querido pero solo.



Indelebles

30.4.24


Siempre se proyecta sobre nosotros la sombra de lo que fuimos.



Odiseos

29.4.24


Los primeros viajes lejanos los realicé dentro de los espejos.



Ofertas

28.4.24


El estacionamiento estaba vacío y se podía escuchar ese ruido tan característico de los grandes espacios en los que pulula el eco de quienes los han visitado con anterioridad. Tuvo una repentina sensación de incomodidad, rayana en el miedo, pero se tranquilizó al ver como un vencejo cruzaba la quietud del aire. Tras aparcar el coche comenzó a cruzar a pie un trecho del aparcamiento y trató de observar si dentro del supermercado existía algún movimiento, algo que no logró saber porque el reflejo del cielo brillante en las inmensas cristaleras se lo impedía. Caminó siguiendo las flechas marcadas en el asfalto, no sin una cierta aprehensión por imaginarse dentro de un sueño. Al aproximarse al edificio, las puertas correderas se deslizaron en sentidos opuestos, interpretando aquello como una sonrisa de bienvenida. Su confianza aumentó y cruzó el umbral casi con los ojos cerrados. Dentro no había nadie. Barrió con su mirada el interior del local hasta detenerse en un cartel donde se leía: «Hoy todo gratis por liquidación total del género humano».



Rúbricas

27.4.24


El destino es una entelequia firmada por el azar.



Introito

26.4.24


El desconocimiento es el preámbulo de la mentira.



Pre caos

25.4.24


La originalidad se esconde en los pliegues del desconcierto.



Ilusionismos

24.4.24


Ante una vida adulterada hay quien prefiere los efectos especiales.



Crepuscularia

23.4.24


Algunas tardes muero como el sol al atardecer.



Inmaterialización

22.4.24


Lo que queda de nosotros no somos nosotros, es tan solo una proyección.



Firma de libros

21.4.24


Acudió impecablemente vestido de blanco a la cita. Había quedado con su editor en una cafetería donde solían reunirse las gentes de literatura como él las llamaba. Quería tratar los últimos detalles para la firma de ejemplares en la Feria del Libro.

Sentado en una mesa pidió que le sirvieran un té frío con leche y descubrió que, bajo el cristal, aparecía un poema. Antes de concentrarse en su lectura, curioseó con su mirada otras cercanas. En cada una de ellas estaban expuestos otros textos poéticos, igual que las ocupadas por la clientela que, en ese caso, quedaban ocultos por tazas y platos y a los que nadie parecía prestar atención.

Centró su interés en el que tenía delante y lo leyó con detenimiento. Lo apreció horrible y estimó que el resto tendrían semejante calidad. Entonces se preguntó para sí por qué la gente, sin talento, se empeñaba en hacer aquellas cosas y no tenían pudor exponerlas al público. Los compadeció.

Rodolfo Aquilino Cifuentes Castaño eran un renombrado escritor que, con determinación y empeño, además de una alta cualificación académica, había publicado algunos libros. Su última creación era una novela de cinco millares de páginas. Un intenso, documentado, afanado, esforzado, elogiado por la crítica y los colegas de profesión, trabajo, al que dedicó diez años para su conclusión.

Una llamada de teléfono lo sacó de sus pensamientos. Era su editor, amigo y hombre menudo, quien le comunicaba que no podía acudir al encuentro. «¿Cómo? ¿qué te ha pasado?». La respuesta lo dejó estupefacto: «Un ejemplar de tu novela me ha caído en el pie y me he fracturado varios dedos».



Inabordables

20.4.24


El corazón no es una fortaleza inexpugnable porque siempre puede volver a ser conquistado.



Estertoreas

19.4.24


Cuanto más eco adquieren las palabras más ruido provoca su reverberación.



Inconsistentes

18.4.24


Abrumado ante la eternidad, el ser humano es cada vez más complejo y más frágil.



Recolectores

17.4.24


Cultivas lo que amas.



Desasidos

16.4.24


Perdemos tantas cosas en el camino que nunca deberíamos desprendernos del sentimiento de querer.



Estadio

15.4.24


El entusiasmo es la adolescencia del pensamiento.


Flotabilidad

14.4.24

Entró en el agua parsimoniosamente, comprobando que cada centímetro de su cuerpo se sumergía y notaba una temperatura distinta. Su piel se iba envolviendo de una acuosa realidad, hasta que sumergió todo su cuerpo en el líquido cristalino de aquella inmensa pila bautismal. A continuación se tumbó, flotando y dejándose llevar a merced del fluido.

Con los brazos y los pies extendidos, pensó que aquello era como flotar en el líquido amniótico donde una vez estuvo. «Mi yo, el azul infinito…», susurró. Se sentía fuera del mundo, pero dentro de él, entre un fondo infinito abajo, todo negrura, y otro fondo infinito arriba, todo azul.

Después especuló dos o más veces en entrar y salir de este mundo o quedarse allí, para siempre flotando como flota un astronauta en el cielo espacial. Igual que las ideas flotan, igual que los globos que levitan disfrutando como fantasmas que flotan sobre la tierra.

«Así es mi vida o mi posible vida o las vidas vividas o las vidas no vividas, tan solo una posibilidad de flotar hasta que te hundes, hasta que te vas al fondo, hasta que te asfixias, hasta que no te recuperas, hasta que no sales más a flote…», reflexionó. Fue entonces que sintió que su corazón era de plomo y que, si se iba al fondo un día, llegaría otro que lo podría reflotar.

De repente, una ola inesperada la volteó y la hundió por completo. Tragó agua salada y experimentó un pánico momentáneo, pero luego se calmó y se dejó transportar por la corriente. Se hundía cada vez más, hacia la oscuridad de lo profundo. Sin embargo, no sentía miedo. En la oscuridad, vio una luz tenue que la guiaba. Nadó hacia ella con todas sus fuerzas y, al final, la alcanzó.

Salió a la superficie jadeando, con el corazón palpitando con fuerza. Miró a su alrededor y vio el cielo pálido, las nubes blancas y el sol brillante. Sonrió. Había vuelto a flotar.



Desatenciones

13.4.24


Cuando veas que nadie se apura ya por ti es un buen momento para comenzar de nuevo.



Estimaciones

12.4.24


Solo merecemos ser sinceros con quienes albergan sinceridad.



Precedencias

11.4.24


No por mucho madrugar se cumplen los sueños más temprano.



Sordinas

10.4.24


Como en cine mudo, no escuchamos el ruido sordo de este mundo estridente.



Derramamientos

9.4.24


La ternura es un sentimiento que necesita expansibilidad.



Lanzados

8.4.24


El corazón, igual que un paracaidista, siempre dispuesto para saltar al vacío.



Brote psicótico

7.4.24


Ha muerto Nicolás. Nadie le ha llorado. Vivía solo desde que falleció su progenitor. Aún recuerdo cuando caminábamos juntos hacia el colegio con apenas siete años. Siempre me contaba historias sobre lo que quería ser de mayor, que trabajaría en el banco como su padre. Y así fue que comenzó de botones siendo poco más que un adolescente. A veces me lo cruzaba con su elegante traje abotonado y sentía una pizca de envidia, trabajar en un banco tenía un cierto prestigio social.

Pasados los años y con mi vuelta a casa tras acabar la Universidad me crucé con él y no me reconoció. ¡Nicolás!, le grité y entonces se giró. Lo miré a los ojos y había perdido la mirada de siempre. Entonces me identificó y pronunció mi nombre. Luego continuó caminando con rapidez y moviendo los brazos con aspaviento. Era como si algo se hubiera roto dentro de él, algo que lo condenó durante décadas a deambular diariamente por la ciudad sin un destino. Desde entonces y hasta su muerte ahora, no volvió a ser quien conocí y a quien le auguraron un buen porvenir.

El cuento de su vida es una historia triste, como tantas otras, que no habría que contar.



Agotamientos

6.4.24


Cansa más al cuerpo el ejercicio emocional que el físico.



Confundidos

5.4.24


Para no llevarme a engaño cuéntame tu verdad.



Fluir

4.4.24


Lo que de verdad importa no es lo que verdaderamente nos mueve.



Intutitivos

3.4.24


Siempre le he achacado una cierta torpeza a mi cerebro. En ocasiones pienso que no es tan inteligente como me gustaría y siento admiración por las personas geniales, capaces de mejorar el mundo con sus ocurrencias.

En este análisis de los procesos mentales me pregunto de dónde saca mi cerebro las cosas sin ser yo tan listo, sin ser tan ilustrado, sin tener una formación de alto nivel. Cuando esto me viene a la cabeza acudo a un buen pretexto: la intuición. Siempre que puedo digo que soy muy intuitivo.

Pero resulta que esta herramienta mental es un baile entre lo consciente y lo inconsciente, no un ente mágico, sino un producto de la experiencia, la memoria y la capacidad de anticipar el futuro. Y si es así mi cerebro me engaña o me oculta parte de sus planes.

La intuición opera como un atajo, permitiendo tomar decisiones rápidas sin necesidad de un análisis consciente exhaustivo. Se basa en patrones aprendidos del pasado, conexiones neuronales inconscientes y emociones que actúan como señales.

Aunque intuitiva, la intuición no es un proceso exclusivamente inconsciente. Estudios sugieren que la actividad cerebral consciente precede a las decisiones intuitivas, lo que implica una colaboración entre ambos niveles.

La intuición permite ir más allá de la lógica y la información explícita. Es un instrumento poderoso para completar la información que tenemos, detectar patrones sutiles y tomar decisiones en situaciones ambiguas.

Tampoco es un don innato, sino una habilidad que se puede entrenar y perfeccionar. La exposición a diferentes experiencias, la reflexión sobre nuestras decisiones y la atención a nuestras emociones son claves para fortalecerla.

La intuición es un proceso dual que involucra tanto la consciencia como el inconsciente, y se puede entrenar y perfeccionar, algo que me ha salvado en más de una ocasión pero me ha hecho naufragar en otras.



Desaprecios

2.4.24


Aquello que se fue y que apenas miramos hoy es el fulgor de la nostalgia.



Recusaciones

1.4.24


No se aceptan las reglas que han sido impuestas.