Ley de Godwin

Su enunciado asegura que «a medida que una discusión en Internet se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno».

Conocida, igualmente, como regla de analogías nazi de Godwin, tiene su excepción que la confirma y que, en este caso, es denominada de Quirk. Plantea esta excepción que «todo uso intencionado de la llamada cláusula nazi tendrá efecto nulo».

De lo que deduzco que lo mejor es no entrar en discusiones bizantinas so pena de tender al uno o al cero.

Prácticas sexuales

El primer beso es torpe. El último rendido. Entre uno y otro el paroxismo sostenido de los cuerpos.

Nombres

La tradición china aplica un nombre de leche a los recién nacidos que sólo es usado en la intimidad del ámbito familiar y a la espera de que, pasados unos años, se le asigne un nombre definitivo. Más tarde se suele otorgar el nombre de escuela hasta que, con mayor edad, comience a usar el nombre de cortesía. Al final de la trayectoria vital, las autoridades a título póstumo, pueden otorgar un nombre definitivo para andar por la eternidad. Si a todo ello sumamos una lista de apodos podemos contemplar una historiografía de los nombres que hemos sido.

Protagonistas

La cultura actual ha dado la oportunidad de que cada persona sea su propia editora de contenidos. Sin entrar en la intención que la alimenta o especialidad elegida, Internet y los blogs han proporcionado la oportunidad de la expresión global. Convertir en protagonistas de la autoedición a millones de personas. ¿Cuándo los mass media tuvieron tantas voces en la historia como para remodelar la versión de la realidad? Hoy un pastor desde su yurta en Mongolia o un campesino en Burundi desde su sembrado de mandioca pueden hablar en el ágora del mundo.

Organismos vivos

A veces he imaginado, como si se tratara de un organismo vivo, una entrada a esta bitácora que se reescriba a sí misma de manera constante y según el aporte natural de sus comentarios. Un post mutante.

Así, apenas me adentro en el día, cambia su forma porque Joselu señala que «aliviaría ciertos momentos de la madrugada en que hay que decidir sobre qué publicar diariamente». Y se pregunta si un post mutante sería satisfactorio. Es la primera metamorfosis con la que doy.

Y no mucho más tarde Lörel se asusta ¿quizás ante el abismo de lo insondable?

Paco Torres en hilo finísimo de pensamiento viene con otra interrogante: «Qué te apuestas a que si buscas en google encuentras algo parecido??? Tiempo al tiempo...»

«Imagino el cansancio y la tensión que supone idear cada día una idea, a modo de aforismo intelectivo». (Joselu)

Las mutaciones son cambios en la información genética de un ser vivo. Si este comentario está vivo se mezclará con el ADN de los comentaristas.

«Los recursos de la mente son inagotables (Manolo) o, quizás no...?»

La unidad genética capaz de mutar en una bitácora es el post por ser la unidad de información transmitida que forma parte de la estructura fundamental de un blog.

Para Niha este organismo vivo alcanza la categoría mental aunque no esté vivo.

El síndrome Brod

Tantas veces le es dado a quien se entrega a la escritura creativa, en una de esas inflexiones de ánimo, quemar todo lo escrito, destruir lo creado. Abandonar la obra a su destino maldito, repudiar su trabajo o no publicarlo. Wilde, Maupassant, Tolstoi, también Bazlen, Rulfo, Rimbaud, Joubert, la larga nómina se engrosa con nombres deslumbrantes.

Afortunadamente, al igual que el amigo de Kafka quien decidió contrariar su última voluntad y nos entregó su obra, hoy algún apasionado lector, bajo el síndrome Brod, puede legar un trozo de buena literatura. Basta editarlo en cualquier minúsculo 'blog' del universo de las bitácoras para salvarlo.

Quietud

En ética, Arcesilao llevó el sistema platónico del «entusiasmo» a la imperturbabilidad del ánimo. En budismo se práctica la impavidez ante el insulto del enemigo. El zen procura el vaciamiento de la mente para atrapar la serenidad. Un sólo gesto de ensimismamiento, a veces, nos procura un trazo de infinitud.

Inventos

Uno de los iconos del siglo veinte es el hula-hop. Un cero que gira y dentro nuestra vida.

Antivirus

Me imagino instalado en las personas como en el ordenador ahora que llega el invierno. Y que una alarma salte, a cada momento, cuando el cuerpo recibe un patógeno. Y ya puestos, colocar un firewall para detectar ideas malas y pensamientos desechables.

Ley de la sublimación

Sin especulación no hay leyenda.

Descartes

Siempre decía: «me encanta que me den la razón». Y se la dieron. Aunque es el tiempo quien la da y quien la quita.

Tipografía

Usamos letreros luminosos para las cosas nimias y escribimos con letra de prospecto farmacéutico todo aquello que es importante.

Invisibles

Trabajaba concentrado el alquimista en los cuatro humores del comportamiento humano. La bilis negra para la melancolía; la bilis amarilla para la cólera; la bilis roja para el comportamiento sanguíneo; y la blanca para la flema. En ese momento fue interrumpido por un sagaz aprendiz, aquejado de curiosidad, que se acercó a interrogarlo.
–Maestro puede el ser humano alcanzar la invisibilidad.
– Sí, puede.
–¿Cómo ha de ser para que la materia pierda su aspecto sensorial?
–No llames la atención. No te distingas del resto de la gente. Te harás volátil como la quintaesencia.

Usabilidad

Término que me resbala al oído y del cual se echa mano desde las herramientas digitales a las relaciones afectivas.

Los nietos de Peter Pan

Lleva el pelo pintado de azul, un zarcillo de arete y unas zapatillas de marca. Nunca saluda, lastima a las plantas cuando no a los animales y su lenguaje se reduce a una compilación de tacos. Va a cumplir ocho años.

Manual de ausencias

Hay días que me dedico a observar los huecos que el tiempo ha consumado en la realidad. Es un repaso por las oquedades abiertas en aquellos lugares por los que suelo pasar a veces. Tienen nombres de personas con las que mantengo un soliloquio interior. Son ausencias marcadas en un libro de evocaciones.

Rígor mortis

Fuma como si con cada calada de cigarrillo apurara el tiempo que le queda de vida. El hombre octogenario permanece estático con la mirada perdida. Su pensamiento es móvil porque recorre pasajes de su existencia pero su figura está rígida. Esperar la muerte, a cierta edad, debe de requerir cierta pose. Un rictus definitivo.

Post mortem

Ahora ha sido un ex presidente de Estados Unidos, Gerald Ford, quien ha dejado unos cuentos recados después de muerto en el libro Escríbelo cuando me haya ido. Antes lo había visto en un programa de entrevistas de Canal Plus titulado Epílogo, donde personajes fallecidos hacen una especie de memorias confesadas ante la cámara.

La moda no me deja indiferente porque apunta hacia el lado morboso de algunos personajes muertos que han podido idear vendettas contra los vivos.

Es más no sé si dejar esta bitácora abierta para contar lo callado el día que no esté.

Lo que pesa una vida

Se sube a la báscula y la pantalla indica, en luminosos dígitos, su índice de masa corporal, el peso de su grasa, su volumen sin grasa. En cambio, su conciencia no pesa nada.

Opuestos

Al prosaísmo de la voluntad se enfrenta el lirismo abúlico. Y en mitad la tensión de vivir.