Quietud

10.11.07



En ética, Arcesilao llevó el sistema platónico del «entusiasmo» a la imperturbabilidad del ánimo. En budismo se práctica la impavidez ante el insulto del enemigo. El zen procura el vaciamiento de la mente para atrapar la serenidad. Un sólo gesto de ensimismamiento, a veces, nos procura un trazo de infinitud.

3 apostillas:

Joselu dijo...

¿El grado cero de la escritura? ¿La página en blanco? ¿El cuadro vanguardista sin ningún trazo? ¿O un error de blogguer?

Joselu dijo...

Practiqué zen durante cinco o seis años. Las sesiones me resultaban durísimas físicamente pues mi constitución no me permite hacer bien ni el medio ni el cuarto de loto. Sufría intensamente, pero este dolor se diluía en la práctica de la meditación. Me asaltaban pensamientos sin fin, pero los dejaba pasar; las imágenes eróticas eran muy frecuentes: las dejaba pasar. Recuerdo en aquellas sesiones dolor y quietud, mi espíritu, a veces, se remansaba y mi respiración fluía con serenidad. Algún día volveré.

Ex-compi dijo...

Yo he estado haciendo yoga, y es una práctica gratificante, la meditacion es muy complicada, la mente juega a ser mala y te abruma con sus pensamiento, pero produce La Paz necesaria para el día a día, y encontrarse con el presente sin el vaivén del pasado y futuro. Difícil de hacer pero es una de las experiencia más importantes que he vivido. Paso a paso camino hacia mi paz interior, siempre que me deje mis pensamientos y no me enreden en su mundo.