—Recuerdas aquellos versos que preguntaban: «¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?»
—Sí, algo así me recuerda a aquella otras frase de Unamuno: «siente el pensamiento, piensa el sentimiento.» ¿Por qué lo dices?
—Últimamente escucho con frecuencia que hay que ser valiente y no tener miedo.
—Mira en este mundo cada uno cuenta la película según le va y canta la canción que más le conviene.
—Entonces no crees necesario derribar los muros que levanta la hipocresía.
—No. Si vas a cara descubierta por la vida el que se estrellará con un muro serás tú.
—Y el atrevimiento y la valentía, dónde quedan.
—No lo sé. Lo normal es que quien predica tanto arrojo, en el fondo, sea quien más pensamientos esconda en favor de sus intereses o por verdadero miedo.