Se enamoró de una ecuación de segundo grado pero su amor no tuvo solución. Nunca supo despejar la incógnita que había en su mirada.
Flechazo
27.9.09
Se enamoró de una ecuación de segundo grado pero su amor no tuvo solución. Nunca supo despejar la incógnita que había en su mirada.
Etiquetas: cuentos diminutos
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8 apostillas:
¡Vaya imaginación la tuya! Me sacaste una gran sonrisa. Gracias.
muy bueno pibe, muy bueno....
Un pequeño poema para empezar el día que se recibe, como dice Maritza, con una sonrisa. ¡Y qué mal me iba a mí eso de las ecuaciones y lo de despejar incógnitas...!
Buenissimo, seguro que era de letras.
Me encanta!
A veces es mejor dejar viva alguna incognita...
Un abrazo
Yo me enamoré de una de primero
Genial su microcuento.
No he podido callarme la siguiente ocurrencia.
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Un abrazo.
Genial!!
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