Ningún decoro en la admiración, toda la dignidad en el respeto.
Ímpetus
24.1.18
La escritura siempre está llena de referencias de otros autores, escuelas o estilos literarios anteriores, aunque siempre es posible desprenderse de casi todo ese bagaje y lanzarse al vacío.
Sanción
21.1.18
Me pareció un abuso de autoridad que la mujer policía me multara por exceso de velocidad en la mirada.
Vicisitudes
18.1.18
Igual que el árbol no sabe de su sombra, ignoramos la amplitud de la influencia que tienen nuestras acciones en los demás y en el suceder del mundo.
Traspiés
17.1.18
No te preocupes por tus equivocaciones, inquiétate en todo caso por la indulgencia de quienes han de soportar tus errores.
Naufragios
15.1.18
La soledad es como un pecio hundido en una marea humana, restos de ausencias y abandonos.
Subterfugios
12.1.18
La falta de respuestas claras siempre ha proporcionado soluciones falaces a los embaucadores. Las vitrinas sociales están repletas con las figuras de pitonisos y ladinos.
Prácticas
11.1.18
La creatividad requiere ser muy rutinario en aquellas cuestiones que son insignificantes y nimias.
Cronometría
10.1.18
Existe un tiempo que transita dentro del tiempo en dirección contraria. Un tiempo sentimental y memorístico, registro inexacto de las horas.
Obstinaciones
7.1.18
Quienes con más ahínco tratan de encontrar la felicidad resultan ser las personas más infaustas.
Tradiciones e imposiciones
6.1.18
La mujer se acercó hasta el mostrador con la niña cogida de la mano y entregó un papel al hombre que había al otro lado. Mientras procesaba en su ordenador los datos del papel entregado, el oficinista preguntó a la pequeña.
—¿Has sido buena? —La niña respondió con un sí, mientras su timidez le hacía agachar la cabeza.
—Entonces te traerán muchos juguetes.
La madre intervino para explicar que ya Papa Noel había sido generosa con ella obsequiándole con numerosos regalos.
Fue entonces cuando el empleado, soslayando a la madre, y amonestando a la chiquilla, le dijo que había que mantener las tradiciones.
—No hay que importar modas de los americanos—, sentenció.
La mujer pensó, entonces, que quién le había pedido opinión a aquel señor y recordó que en la cita del Nuevo Testamento solo el Evangelio de Mateo habla de magos, sin concretar sus nombres, ni que tuvieran la categoría de reyes, ni que en todo caso su número fuera tres. Todo un invento convertido en tradición eclesiástica.
—La verdad es que recuerdo los reyes de mi infancia con una cierta contrariedad —explicó. Pasábamos todas las vacaciones esperando los juguetes y solo los dos últimos días podíamos jugar con ellos. Aquello suponía una gran frustración de vuelta al cole. Que pase un buen día.
Cogió a su hija de la mano y mientras se marchaba del lugar pensó: lo que me importará a mí, como persona adulta, los Reyes Magos o Papá Noel, su mercantilismo y sus tradiciones. Lo trascendente es la fantasía de los niños, esa que les hace crecer mentalmente, y por supuesto su ilusión por tener los juguetes.
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