Mitos personales

Cada persona vive su Odisea y es, a la vez, Ulises y Penélope.

Admisiones

Siempre corregimos en los demás aquello que nos disgusta y no los avalamos tal como son.

Paupérrimos

No es lo mismo tener mentalidad de pobre que una pobre mentalidad.

Drogodependientes

Me emborracho con las puestas de sol y me drogo mirando el mar: soy un adicto a la belleza.

Orillas

Nadie, libremente, atraviesa una frontera que no quiere.

Aprecios

El tenerse en alta estima no da salud. Es más, roza lo enfermizo.

Precipicios

El desasosiego lo mide el abismo que media entre la palabra y la acción.

Fluidos

Ser tiempo, solo tiempo, vivido y gastado, pero solo eso: un caudal de instantes que recorren el lecho de la vida.

Ceder

Hay que dejar a los demás también tener la última palabra.

Oropel

¡Qué pesadez la de esos escritores que ‘literaturizan’ la vida! Escribimos porque somos, no somos porque escribimos.

Desmemorias

Treinta años después curó de Alzheimer y se sorprendió al descubrir un mundo de lleno de personas durante tanto tiempo ignoradas. Era como ver a fantasmas venidos del futuro, hasta que se situó frente al espejo.

Letal

La ignorancia mata más que el arrebato.

Otros mundos

No creo que quien lee más vive más. En cambio, pienso, que quien lee más tiene otras vidas paralelas a su realidad que ensanchan su existencia.

Mutabilidad

Los dedos de la fortuna manosean con probabilidad la vida.

Infanticidio

El fracaso del mundo proviene de que Adán y Eva —los primeros padres del género humano según la mitología judeo-cristiana—, no tuvieron niñez. Y en esta vida nacer adulto pesa mucho.

Avisos

Comprender el valor del tiempo lleva todo el tiempo.

Peculiaridades

Los endemismos culturales restringen los espíritus creativos y los marginan hasta reducirlos a algo residual.

Finanzas

En aquel banco de peces todo el dinero era papel mojado.

Impropio

Los errores en la escritura propia son más evidentes cuando los vemos en la escritura ajena.

Carencias

Buscamos estar en paz con el mundo y, sobre todo, pacificar a nuestros demonios internos.