Caducados

Vivir en un mundo materialmente confortable incomoda tanto que lleva a sus individuos a anular sus conciencias.

Distorsión

Proyectamos en el desconocimiento del otro aquello que imaginamos que podría suceder. Con ello engrandecemos su aspecto porque lo pensamos gigantesco en la depravación y en la virtud.

Vislumbrar

Señala Christopher Lasch que «cuando el arte, la religión y finalmente hasta el sexo pierden su facultad de liberarnos imaginariamente de la realidad inmediata, la trivialidad de la conciencia falsa de uno mismo se vuelve tan abrumadora que los hombres acaban perdiendo la capacidad de vislumbrar cualquier forma de liberación que no sea la nada, el vacío total». ¿Y no es la nada una liberación total como apuntan algunas místicas orientales?

Cirujanos

La nueva escritura debe operar allí donde no llega lo audiovisual. El trabajo de escritor, cada vez más, es el de aquel que escarba en la carne del alma humana y vivisecciona su ser.

Liberación

El humor nos hace libres. Al menos de la seriedad.

Esencialidad

El ser humano necesita, cada vez más, un espacio de intimidad que lo preserve de la agresión diaria de información y la manipulación a que se ve sometido y por la que su yo se fragmenta. Sólo una zona donde ensamblar esos fragmentos podría devolverle su esencia.

Irracionales

Incapaces de entender la globalidad de las reglas de este juego vital, para no caer en sus trucos, deberíamos apostar por la racional frente a las emociones. En cambio siempre habrá individuos a quienes no les importe guiarse por lo que sienten aunque por ello sean engañados y estafados.

Elongación

En cualquier locura pervive un hilo de lucidez escasamente suficiente para aguantar el peso de la realidad.

Impericia

El error ajeno atenúa el propio si su torpeza anticipa la nuestra.

Actos

Escribe la poetisa Maillard que «el orden nos exime de ser libres», y una vez exonerados de tal peso podemos hacer cuanto queramos bajo nuestra irresponsabilidad.

Francachelas

Uno de los síntomas decadentes de una sociedad opulenta lo fija el despilfarro de su tiempo libre. Una colectividad que determina su ociosidad en la vorágine festera parece instalada en la inopia mental. Los romanos instauraron su circo, nosotros hemos establecido las ferias y las fiestas.

Maquinador

Conspirar contra lo establecido es tarea prometeica. Los blogueros son unos fabuladores del mundo.

Conversiones

Existe el que transforma su frustración en amargura. Otros, en cambio, convierten su frustración en un mayor fracaso que desemboca en resentimiento. El sufrimiento esponja el corazón hasta ennoblecerlo. La inquina arruina el pensamiento y lo lleva a la locura.

Prêt-à-porter

El traje a medida de muchos blogueros (y periodistas) se confecciona en el uso del cortar, copiar y pegar.

Nada

Uno de los hitos de mi infancia fue aprender a nadar. Aquella emoción de adentrarme en el mar sin flotador permanece inalterable. No hacer pie y nadar.

Igual ocurre con la conciencia humana que, desprendida de ese chaleco salvavidas de misticidades y moralinas, se aventura a nadar en la nada de la existencia hasta disolverse en ella.

Atisbo

Hay quien sólo ve maldad donde otros ven ineficacia.

Identidades

Según Kenneth J. Gergen «el yo es un artista del fraude social que manipula las imágenes para alcanzar determinados fines». No me cabe la menor duda cada vez que me planto frente al televisor.

Incapacidad

La desesperanza y el resentimiento no son camino alguno para ninguna meta pero la felicidad aparece como una entelequia intelectual que nos anula sentir los padecimientos de la materia humana.

Bloguerías

Ramón Gómez de la Serna definió la greguería bajo la fórmula: humorismo + metáfora = greguería. Sin intención de que el francés Jules Renard se levante de su tumba, las paridas de un bloguero habría que enunciarlas como: atrevimiento + imaginación + humor + sentimiento + comunicación + libertad + tecnología + entusiasmo + amistad = bloguería.

Clónicos

Si alguien clona a esa mascota que tuvo y murió, cuánto tardaremos en pedir que se clone al ser querido que se marchó de este mundo. Sin recuerdos implantados lo veremos nacer de nuevo y observaremos cómo vivirá su infancia, su adolescencia, su juventud y su madurez. Hasta que nos vea desaparecer. Va a ser difícil pronosticar el futuro con la experiencia del pasado.