Distorsión

26.8.08


Proyectamos en el desconocimiento del otro aquello que imaginamos que podría suceder. Con ello engrandecemos su aspecto porque lo pensamos gigantesco en la depravación y en la virtud.

4 apostillas:

Anónimo dijo...

El juego más peligroso es imaginar lo inimaginable. Alguien me dijo una vez que nadie baja vivo de una cruz.

Un beso.

LIA

Anónimo dijo...

Para acertar siempre con el tamaño sólo hay que palparlo por dentro con los ojos cerrados.

Joselu dijo...

Siempre el ego y sus proyecciones sobre el otro. Somos reflejos de reflejos y solemos equivocarnos.

simalme dijo...

O quizá nos empequeñecemos al vernos mezclados de rutina.