Una psicóloga se acuesta con un paciente deprimido que acudió a su consulta por un desengaño amoroso.
Efecto placebo
29.4.07
Una psicóloga se acuesta con un paciente deprimido que acudió a su consulta por un desengaño amoroso.
Susana
28.4.07
Llevaba sin verla desde el pasado verano y un tropiezo casual me hizo detenerme con ella. Tras mostrarse su alegría por el encuentro comenzó un relato de sueños y premoniciones. Me contó que, días antes, había soñado con un amigo común pero que en el sueño una metamorfosis lo transformaba en mí, un presagio de que algo me iba a ocurrir. Igual que a una sobrina suya a la que llamó por teléfono porque había soñado que en Canarias, donde vive, ocurría un terremoto. Me refirió más historias de presentimiento onírico.
A mí, que soy un descreído, me resulta llamativa esa forma de entender el mundo y construir una realidad basada en la fantasía adulta.
Cadáver enemigo
27.4.07
Estoy sentado en la puerta de mi casa y, a pesar del tiempo transcurrido, no he visto el cadáver de mi enemigo pasar. ¿Será que no se ha muerto aún o que no hay enemigo?
Progreso
Había un caserón aviejado y casi derruido de camino a casa. Al pasar imaginé las historias que poblaron sus alcobas y a sus moradores desconocidos para mí. Fue derribado y, antes de ser solar, descubrí los antiguos alicatados de los baños, los papeles barrocos que revestían sus paredes, y algunos elementos de su intimidad invisibles se mostraron ante mis ojos.
Apenas fue solar comenzaron a llegar los conductores para estacionar sus vehículos y las miradas de los nuevos viandantes ignoraron la arquitectura que reinó allí durante más de un siglo.
Un río de vida
26.4.07
Sentados en el paseo un grupo de jubilados toma el sol y charla en espera del paso de las horas. Frente a ellos observo a otro grupo, éste formado por niños de corta edad que aguardan bajo las palmeras las instrucciones de sus profesores. Entre ambas orillas un río de gentes de todas las edades camina. De repente recuerdo a Jorge Manrique y me voy con sus versos hacia el mar.
Aojamiento
25.4.07
–Tengo mala conciencia –me dijo.
– ¿Y a qué es debido?
–Estuve en la Oficina de Empleo y me pareció una situación humillante. Era como si mendigara. Y después había un señor que no paró de ponerme impedimentos y marearme. Le eché mil maldiciones.
– ¿Y por eso tienes remordimientos?
–No. Hoy me enteré que ese hombre ha muerto.
–Bueno, si no encuentras trabajo siempre puedes alquilar tus servicios para echar el mal de ojo.
Formatos
24.4.07
El poeta Luis Alberto de Cuenca señalaba en una entrevista que el momento que vivimos es similar a la aparición de la imprenta. No diría yo tanto similar como equivalente, quizás, en su impacto sobre la transformación de la realidad. Lo importante de la cita es que, cada vez, son más los que valoran el impacto de Internet o los que tienen menos miedo a perder sus privilegios, igual que cuando se inventó la imprenta. Además de superar el discurso libro versus ordenador.
Escritores
23.4.07
Cuentan que los grandes escritores, con el paso del tiempo, pierden la capacidad de sorprenderse a ellos mismos al trabajar sus narraciones, tal es el grado de profesionalidad que alcanzan. Han escrito tanto que su mente les crea, en ocasiones, espejismos entre los seres reales y sus criaturas.
Así me contaron que para García Márquez es frecuente soñar con Aureliano Buendía. A Vargas Llosa en cierta ocasión le paró un señor en la calle con quien mantuvo una breve conversación y que se despidió como el capitán Pantaleón Pantoja.
En otros casos terminan por confundirse con su realidad literaria como Juan Rulfo de quien dicen que se le escuchó decir, mientras se le escapaba la vida, que lo enterraran en Comala. Beckett llegó a asegurar que recibió una carta firmada por Vladimir y Estragon donde le reprochaban que ellos fueran existencialistas. Incluso Cortázar refiere que un día se le presentó, en su domicilio de París, Johnny Carter para que le prestara algo de dinero. James Joyce mencionó haber compartido un almuerzo con el mismísimo Leopold Bloom. Borges dijo que tenía un negro para escribir que era el propio Borges. Y de Faulkner se dice que tuvo trato con los Compson y se encargó de buscar un centro especializado para el propio Benjy.
Soy bastante escéptico y me cuesta creer en estas cosas pero las fábulas urbanas están ahí para quien quiera creerlas.
Plagios
22.4.07
Si lo que escribo vale como para ser copiado será porque lo escrito tiene algún valor.
Babel
21.4.07
Los arquitectos del Nabopolassar presentaron los planos para construir Etemananki (Fundación del Cielo y de la Tierra), pero más que un edificio diseñaron una rebelión. La confusión de las lenguas sólo les hizo retrasar sus propósitos.
Hoy construyen una torre, no cimentada en ladrillos pegados con betún, sino en materiales como el conocimiento, la información y la tecnología, que ha unificado su habla en un lenguaje binario. Babel crece en la estructura de Internet y esta vez no hay vuelta atrás.
Cuentos de Calleja
20.4.07
Un tipo una vez me dijo a modo despreciativo: «tienes más cuento que Calleja». Recordé entonces que, en las frías noches de invernada, no había en mi corta edad nada más excitante que aquellos cuentos que me leía mi padre de un viejo libro al que le faltaban las tapas y que escribió un tipo llamado Saturnino Calleja Fernández.
Comedores de cadáveres
19.4.07
Cuando comencé a producir mis primeros escritos, esa especie de ejercicios de estilo llenos de errores, mi ingenua ambición me llevó a concursar en pequeños certámenes literarios. Se trataba de autoafirmar, supongo, mi incipiente afición que el tiempo y el corazón convirtieron en pasión. Mi primera experiencia -que algún día contaré- fue demoledora. Esa y otras cuantas más me alinearon en el bando de los anti-premios.
Uno de los argumentos que con más peso me decantó a esa militancia fue el que un día me comentó un viejo escritor provinciano con muchas anécdotas vividas. Él me dijo que los ‘comedores de cadáveres’ eran quienes más se beneficiaban de los concursos literarios. Llamaba así a los componentes del jurado, escritores también, que recogían muchas de las ideas, en la mayoría de los casos mal expresadas, como las piedras preciosas sin labrar, y que luego en sus propias creaciones ampliaban y pulían.
Etiquetas: certamen, escribir, escritores, jurado, literario
Paradoja
18.4.07
Un blog es, entre otras cosas, un espacio de escritura virtual. Los autores parecen reflejar la realidad de sus vidas cuando lo que escriben es ficción y contar escenas apócrifas cuando desvelan su verdad.
Fantasmas
17.4.07
¿Cómo vencer los fantasmas personales? Para no engrandecerlos lo mejor es no mirarlos, no fijarse en ellos, hasta que se desvanezca su insustancia. Los fantasmas se alimentan de nuestras miserias, de nuestros miedos y ofuscaciones. Si lo sabemos llevar terminarán por ser inocuos.
Infancia robada
16.4.07
Hubo un tiempo que los niños crecieron con los cuentos orales de sus mayores, la lectura de libros y las grandes aventuras cinematográficas. Luego llegó la televisión y la población infantil comenzó con el pragmatismo de la imaginación. Los héroes y sus aventuras, la magia y sus efectos, llegaron diseñados y envasados. Ahora se convierten en protagonistas de espectáculos infames que los avejentan.
Tanta prosperidad arruina este mundo.
Etiquetas: espectáculo, héroes, imaginación, infancia, magia, pragmatismo, tiempo
Relaciones
15.4.07
El moralista galo François Marie de L'Ortie señalaba que «cuando el amor se vive como algo perecedero la relación se hace autodestructiva». En cambio cuando se piensa de manera definitiva se hace autocondescendiente. La destrucción da la oportunidad de reconstruir el mundo, la indulgencia, en cambio, garantiza la pasividad. Sea como sea no estamos salvados.
Etiquetas: amor, autodestructivo, destrucción, François Marie de L'Ortie, indulgencia, mundo, relaciones
Escepticismo
14.4.07
«Nada existe realmente, pero la vida humana está regida por la convención», dejó escrito el filósofo griego Diógenes Laercio. En cambio da la impresión que la vida ha prevalecido en la insistencia de sus errores.
Etiquetas: Diógenes Laercio, errores, escepticismo, vida
La máquina del deseo
13.4.07
Cada fin de semana al salir a tomar copas mi amigo me repetía, como en una especie de ritual, que en algún lugar de esta o de otra ciudad, estaba seguro había una mujer afín a él, cuyo encuentro desembocaría en una noche plena de amor.
Siempre pedía lo mismo: un artilugio capaz de averiguar quién era y dónde estaba. Algo que de tan sólo imaginarlo lo hacía feliz.
Confiado
12.4.07
Suele el ser humano no valorar en toda su importancia aquello que posee. Lo hace, deduzco, por exceso de confianza y desmitificación cotidiana. En cambio con este blog me ocurre lo contrario: a quienes más echo de menos cuando faltan son a los que vienen a diario.
Críticas
11.4.07
Cada vez que alguien me entrega un texto original suyo para que lo lea, trato de imaginar qué espera de mí. Supongo que quienes escriben precisan un parabién, una frase halagadora, un estímulo que le impulse a continuar o un comentario que valga para afirmar su creación.