Había un caserón aviejado y casi derruido de camino a casa. Al pasar imaginé las historias que poblaron sus alcobas y a sus moradores desconocidos para mí. Fue derribado y, antes de ser solar, descubrí los antiguos alicatados de los baños, los papeles barrocos que revestían sus paredes, y algunos elementos de su intimidad invisibles se mostraron ante mis ojos.
Apenas fue solar comenzaron a llegar los conductores para estacionar sus vehículos y las miradas de los nuevos viandantes ignoraron la arquitectura que reinó allí durante más de un siglo.
5 apostillas:
Que sí, que el progreso da y quita.
Siempre que veo una casa en estado de demolición y quedan a la vista, com dices, los detalles de la decoración -esos papeles pintados-, me viene una extraña melancolía considerando las vidas que allí han latido y que experimentaron pasiones y sentimientos encontrados. También se creyeron importantes pero pasaron y ahora son derribados y reconstruidos para albergar nuevas instalaciones. Así somos de efímeros.
Con algunas personas todavía en vida quieren hacer lo mismo... Pero no construyen aparcamientos, sino tumbas.
a mi me ocurre lo mismo, a veces pienso en los sentimientos que habitaron aquellas paredes, y los silencios que ocupan el humo y el olor a neumático,...
piensa cabeza, piensa...
Yo me acuerdo que hace unos cuantos años antes, tenia un lugar cerca del rio, que al estar elevado tenia una magnifica vista de todo. Iba al lugar muy a menudo, era bueno leer un libro ahi, llevar a alguna chica linda o simplemente mirar el paisaje. Hace unos cuantos meses atras, la municipalidad de San Isidro con ganas de modernizar todo, a cambiado por completo la fachada del lugar arruinandolo. Y todo para que los turistas se saquen fotos... pero bue...
Saludos che
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