Cuando comencé a producir mis primeros escritos, esa especie de ejercicios de estilo llenos de errores, mi ingenua ambición me llevó a concursar en pequeños certámenes literarios. Se trataba de autoafirmar, supongo, mi incipiente afición que el tiempo y el corazón convirtieron en pasión. Mi primera experiencia -que algún día contaré- fue demoledora. Esa y otras cuantas más me alinearon en el bando de los anti-premios.
Uno de los argumentos que con más peso me decantó a esa militancia fue el que un día me comentó un viejo escritor provinciano con muchas anécdotas vividas. Él me dijo que los ‘comedores de cadáveres’ eran quienes más se beneficiaban de los concursos literarios. Llamaba así a los componentes del jurado, escritores también, que recogían muchas de las ideas, en la mayoría de los casos mal expresadas, como las piedras preciosas sin labrar, y que luego en sus propias creaciones ampliaban y pulían.
10 apostillas:
Un equivalente a los premios literarios ha sido la movida que ha habido en el ámbito de los blogs en el premio de 20 minutos. Miles de blogs se han presentado, y algunos con malas artes se dedicaban a autopromocionarse o a intercambiar votos. Nunca se me hubiera ocurrido presentarme, y agradezco que al autor de este blog tampoco. Tengamos pocos o muchos lectores, seamos buenos o regulares, creo que prestarse a esa competición le resta limpieza a este mundo, en gran parte virgen, de los blogs. Sabemos que lo que escribimos no es muy mayoritario pero ¿y qué?
Yo cometí el error de presentarme al concurso de 20 minutos, primer y último certamen. Ha sido horrible. He visto como finalistas a blogs, que en la categoría de ficción, no tenían ningún relato, poema o creación artística, sino repetitivos memes e imágenes ajenas. Si a eso le añadimos el mamoneo de que los votantes son los mismos concursantes, la basura está servida.
Comedores de cadavares ... que bonito tema. Yo me encontre con uno de ellos en mis epocas de estudiante. Uno de los profesores proponia un trabajo final para pasar su asignatura. Debiamos realizar un exhaustivo plan de negocio para una compañia japonesa en expansion, que reflejará nuevos nichos de mercado o productos en los que invertir. Años despues me lo encontre de nuevo, pertenecia al consejo de dirección de esa empresa, puesto que habia conseguido por su contribución innovadora a la expansion de la empresa, ideas en muchos casos motivadas por los 40 planes de negocio anuales que recibia de sus alumnos.
Uno es lo que come... allá ellos :-)
Nunca me presente a algun concurso literario por ese miedo, y pensar que todavia muchos amigos me dicen paranoico xD.
Bah... tampoco participe en alguno por miedo a un duro golpe al auto estima xD
Nos Leemos
¿No ocurrió algo así con Cela? No me sorprende esa noticia de quienes se alimentan de imaginación ajena. Besos, querido amigo.
Yo he participado en una docena y ya había decidido dejarlo antes de leer tu post (el post ha reafirado mi postura). Nunca he ganado ni he sido finalista, lo que me ha 'tocado' la moral en muchos casos; pero lo que más me ha preocupado y me inclinó a abandonar ese mundo fue que empecé a escribir para ganar, es decir, pensando si una idea gustaría al jurado, si sería demasiado original o demasiado poco, si el título llamaba bastante la atención,... Después de ver esa horrible transformación casi que prefiero dedicarme a la docencia. Y más sabiendo lo de los comedores de cadáveres...
Un beso, Joan.
¿Has leído Histories Urbanes de Rafael Escobar? En la tercera o cuarta historia -son varias historias en el libro- habla de esto. De un escritor muy famoso que coge las ideas...
En el jurada de una oposicion a profesor pasa lo mismo. Les llevas tu programacion y les haces el trabajo. Ellos ya se encargaran de copiartela y si tienes suerte, tan solo moldearla.
Nada nuevo bajo el sol...
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