Sentados en el paseo un grupo de jubilados toma el sol y charla en espera del paso de las horas. Frente a ellos observo a otro grupo, éste formado por niños de corta edad que aguardan bajo las palmeras las instrucciones de sus profesores. Entre ambas orillas un río de gentes de todas las edades camina. De repente recuerdo a Jorge Manrique y me voy con sus versos hacia el mar.
Un río de vida
26.4.07
Sentados en el paseo un grupo de jubilados toma el sol y charla en espera del paso de las horas. Frente a ellos observo a otro grupo, éste formado por niños de corta edad que aguardan bajo las palmeras las instrucciones de sus profesores. Entre ambas orillas un río de gentes de todas las edades camina. De repente recuerdo a Jorge Manrique y me voy con sus versos hacia el mar.
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"Nuestras vidas son como rios
que van a dar al mar que es el morir" Dice Manrique en uno de sus versos.
Ojala que el agua (que somos cada uno de nosotros) este en continuo movimiento, sin estancarse.
Recuerdo cuando era muy niño y travieso, algún viejo se me dirigió a mí y me espetó: ¿Qué te crees? Algún día también serás viejo. Aquellos personajes me producían rechazo y aquello me pareció inimaginable... pero cada día nos aproximamos más a la realidad que apuntaba aquel sabio anciano. Entre medio: la vida, el río que nos lleva.
A la mar iremos todos, claro. Por si acaso, tu ocúpate de que tu viaje sea muy largo, que tengo muchas mañanas aún para leer.
Es irónico. Esta misma descripción se repite día a día en las orillas del "Canal de Castilla" a su paso por Paredes de Nava, pueblo del célebre escritor.
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