La realidad irreal

2.6.24

 

Sucede el año 2024 y la profecía del Internet Muerto comienza a proyectarse como una larga sombra por todos los rincones del ciberespacio, creando una viscosa capa de alucinaciones donde toda realidad es cada vez más confusa por la producción digital que generan las máquinas. Algoritmos inverosímiles, deepfakes, telares de bots que colmatan la red con textos, imágenes y videos indistinguibles de las creaciones humanas y marginan la actividad orgánica.

Alex es un joven internauta que navega incrédulo por este nuevo paisaje digital. Su mente, entrenada en la era del internet primigenio, donde había una clara distinción entre lo humano y lo maquinal, trata de adaptarse a la nueva realidad. Sus ojos, cansados de leer artículos escritos por bots y ver vídeos manipulados por IA, anhelan la crudeza y la espontaneidad de las interacciones humanas.

Una noche, mientras explora las profundidades de la red oscura, Alex se topa con un foro clandestino. En él, un grupo de rebeldes digitales trata de preservar los últimos vestigios del internet real. Comparten herramientas para detectar robots, desarrollan algoritmos anti-manipulación y promueven la creación de contenido genuino.

 

Atraído por su causa se une a ellos y, bajo su tutela, aprende a navegar por el Internet Muerto como un explorador en una tierra hostil, desarrollando habilidades para identificar contenido falso, desenmascarar bots y encontrar islas de autenticidad en mitad de ese mar digital.

Junto a sus nuevos compañeros, Alex emprende una cruzada contra la IA, exponiendo redes de bots, saboteando algoritmos de manipulación y difundiendo información sobre la importancia del internet real. Su lucha no es fácil porque enfrente hay un enemigo poderoso y omnipresente, pero su determinación es inquebrantable, impulsada por la creencia de que la conexión humana, en su imperfección y belleza, es algo que es necesario preservar.

En su camino, Alex conoce a Luna, una hacker brillante y apasionada y juntos forman un equipo imparable, utilizando sus habilidades para burlar las defensas de la IA y revelar la verdad a un mundo engañado. A medida que su reputación crece, inspiran a otros a unirse a su causa, formando una red de resistencia digital que se extiende por todo el mundo.

La batalla contra la IA se intensifica y cada victoria es celebrada y cada derrota asimilada. Alex y Luna se convierten en símbolos de esperanza para aquellos que anhelaban un internet libre de manipulación y falsedad.

Su lucha no solo era por el futuro de la tecnología, sino por el alma misma de la humanidad. En un mundo cada vez más digital, la capacidad de discernir la verdad de la ficción, lo real de lo artificial, era crucial para la supervivencia de la especie.

El final de su historia se produce cuando la IA los abduce para transformarlos en este cuento narrado por un ciberbardo.



Usanzas

1.6.24


La vida va y uno se acostumbra a ir con ella.



Veloces

31.5.24


El tiempo siempre va mucho más deprisa que el amor.



Engorros

30.5.24


Existe una versión incómoda de lo que somos en los demás.



Cercioramientos

29.5.24


En ocasiones golpeo con los nudillos la realidad para ver si es cierta y aun así me parece estar en una alucinación.



Discrepancias

28.5.24


Existe un aforismo contrario a este apotegma pero lo escribes tú.



Vacilaciones

27.5.24


Acontece un destino certero y luego está la incertidumbre de lo que somos.



Charlando

26.5.24


Nada más saludarlo un escalofrío me recorrió el cuerpo. Me hablaba despacio y sin emoción en la voz. Sin embargo, lo que me contaba sobre lo que le ocurría, no era una situación desapasionada o tranquilizadora. Creo que hasta adivinó la expresión de inquietud que aparecía en mi rostro y, a pesar de ello, continuó hablando y hablando.

Tras preguntar por mis familiares, me narró toda la peripecia médica por la que atravesaba después de resignarse a soportar varias operaciones y a la extracción de distintos órganos para salvarle la vida. Y allí, en mitad del espacio euclidiano, de los automóviles que enruidaban la conversación, de la primavera punzante, del gentío bullicioso y percutor, pensé entonces, que esa era la primera vez que estaba charlando con un muerto.



Extrínseco

25.5.24


Cuando escribo ya no soy yo sino ese otro yo que escribe.



Contaminados

24.5.24


No hay mayor vicio que el de vivir.



Carcomas

23.5.24


Lo decepcionante es ver cómo hay gente a la que se le corroe el pensamiento.


Mal trago

22.5.24


Cada ser humano vive sus infiernos en soledad.



Decisiones

21.5.24


Poder dudar de todo y no vacilar en el momento justo.



Aguardos

20.5.24


Fijar las expectativas por encima de las posibilidades es frustrar los sueños.



La limpiadora

19.5.24


Ya sabemos que vamos a morir porque un día, ese día, nos tocará hacerlo. Es así de contundente, igual que nuestro nacimiento. El resto, el relleno que contiene esas dos nadas, es lo sustancial, lo que cuenta, lo que debemos narrar. Por eso odio a esos escritores lacrimógenos que se pasan la vida publicando cosas de esta naturaleza para meter miedo a la gente, o hacerles sentir pena o que se ahoguen en un vaso de tristeza. Son prosistas perjudiciales y por eso dejé de leer sus novelas y sus zarabandas literarias en torno a lo luctuoso de la existencia.

A mí, que friego escaleras y portales de vecinos todos los días, excepto los domingos y festivos, mal pagada, mal mirada y a la que llaman chica de la limpieza, lo que me interesa son las pisadas, las huellas que dejamos, los pasos bien o mal andados. Eso sí que es literatura y por eso escribo poemas al suelo recién fregado, al portal escamondado, al cuarto de baño reluciente, porque me importa que los inquilinos pasen dejando sus sucias marcas pisadas sobre el trabajo bien hecho, estropeando todo aquello realizado dedicación y esmero. Prefiero reflejar con mis versos que lo limpio de la vida nos aleja de toda la inmundicia humana.



Vigorizantes

18.5.24


La vida se esponja cuando se llena de lirismo.



Tergiversados

17.5.24


Si la palabra puede ser fuente de malentendidos, el silencio lo es más.



Insalubridades

16.5.24


El amor es insano en el uso de los posesivos.



Trilogía

15.5.24


¿Alguna vez en el mundo hubo un momento donde el tiempo, el amor y la memoria fueran uno?



Substancias

14.5.24


Somos un sustrato bajo millones de datos.