A punto de sal

14.1.20



José Emilio trabaja en los fogones desde que era un adolescente. Para él la vida es como la comida que debe estar a punto de sal, algo que no deja de entrañar una cierta dificultad porque cada persona tiene un gusto diferente sobre qué comer y cómo vivir. 

Le pregunto, entonces, cuál es el secreto para acertar con cada plato y en cada momento, y me cuenta que para no resultar ni muy soso ni muy salado, antes de condimentar un guiso o un instante, contrasta su paladar con un sabor opuesto que lo deja en posición de apreciar el justo sazonamiento. 

Si aderezamos nuestros días en discrepancia de lo ácido, lo dulce, lo salado, lo agrio, lo picante y lo amargo, y los cocinamos con paciencia y amor, quizás logremos una buena digestión.



Enhilados

13.1.20



Lograr un aforismo brillante es como el acierto de quien enhebra en la oscuridad.



Parroquia

12.1.20

El bar estaba vacío. Monótono el camarero caminaba tras la barra ordenando los últimos objetos mientras esperaba la llegada de la clientela. Al fondo del recinto un insecto leía el periódico. Entraron dos hombres, uno de ellos con la cara redonda y unas gafas a juego con la geometría de su rostro, el otro más espigado fumaba un cigarrillo. El tabernero reconoció al primero.
—Señor Monterroso ¿le pongo un atol? —preguntó.
—Que sean dos —interrumpió el acompañante.
—Siento decirle que hoy tampoco ha venido el dinosaurio. En cambio, el sujeto que está allí sentado se ha interesado por usted.
La pareja caminó hasta donde terminaba el establecimiento con las bebidas en la mano.
—Le presento a mi amigo Rulfo, tiene especial interés en entomología literaria —informó Monterroso.
El bicho sin levantar la cabeza les contó que Kafka no tenía predisposición a ningún trueque de zoofilia narrativa. Rulfo sacó de su bolsillo un gallo que picoteó la larva lectora.
—Los cuentos siempre deben tener un buen final. Aunque los dos estemos muertos en esta eternidad—explicó el mejicano.

Sedaciones

11.1.20



A veces te duele tu existencia, a veces te puede doler hasta sentirte muy feliz. Te puede doler el miedo y hasta la luz del sol, el dolor ajeno y hasta el que nunca existió. Y el único analgésico para ello es vivir, respirando hondo y sin parar de andar, mirando todo cuanto nos rodea y apreciando en valor de ese momento infinitesimal.



Saberes

10.1.20



No se trata de enseñar materias escolares sino de amar el conocimiento.



Papiroflexia

9.1.20



Llega un momento en el cual la hoja en blanco que fuimos se dobla por sus bordes y hacen coincidir al joven de antes con el adulto de después. Tras pliegues y repliegues se unen la inocencia con la incredulidad, la rebeldía con la desobediencia, el amor con la ternura, la temeridad con la prudencia, la vehemencia con la calma. Y unidos por el eje temporal de la existencia, al concordar en sus vértices todos los doblajes, se modela y se muestra el origami que somos ahora, una tenue figura de papel.



Dicotomías

8.1.20



¿Se puede ser bondadoso y a la vez estar enojado contra el mundo hostil?




Ningunearse

7.1.20



El mejor remedio contra la vanidad es el de no darse ninguna importancia.




Compañías

6.1.20



Antes recordaba el dolor cuando estaba presente. Ahora, en cambio, lo que noto es su ausencia.



Negocios

5.1.20



La jornada había finalizado y, tras el recuento del dinero, el saldo resultó ser muy provechoso para sus intereses y el esfuerzo valió la pena. Vendieron más mentiras que nunca porque se beneficiaron, en parte, de que esa fecha se hubiera declarado en Día de la Credulidad. También porque los sofismas estaban en periodo de rebaja y las falacias se ofertaron a un llévese tres y pague dos. Además, el comercio online aumentó la compra de embustes, noticias falsas y fraudes de manera considerable. En cierto modo, en aquella sociedad, el consumo de falsedades y engaños daban mucho prestigio.



Aspiraciones

4.1.20



Una mujer mayor me interpela en la frutería: «¿tú eres hijo de Francisco?». Sí, le respondo sin llegar a reconocerla. «Tu padre era una muy buena persona», dice. Y le doy las gracias. Luego se marcha y me deja pensativo mientras espero mi turno. ¿Acaso se puede aspirar, seres humildes de la existencia, a una más alta condecoración? No hay pedestal de mármol que aguante tamaña figura.



Año XV

3.1.20



Esta frágil epopeya un día se quebrará, igual que se rompe un vaso de cristal al estrellarse contra el suelo. Nada debería haber ocurrido y sucedió. Algo de lo que pueda pasar de ahora en adelante acontecerá y mientras se aproxima ese desenlace, el nudo de los días tejerá una urdimbre de historias, verdaderas historias imaginadas, sentidas, observadas, reflexionadas. Pensamientos solitarios llenos del eco de otras voces y de otras palabras. Entradas cargadas de énfasis vital y obstinación. Al final solo es eso, la débil voluntad por aguantar agarrado al salvavidas de lo que se recuerda y la terquedad por anotar una grafía más.



Indicaciones

2.1.20



¿Cuál es el camino para no volver?




Ultimísimos

1.1.20



Hoy he hecho un robado al sol mientras se ocultaba. Era el último sol del año y por ello cerré mis ojos y lo fotografié en mi interior. Las crónicas mediáticas no lo señalarán mañana, como no harán ningún reportaje del último bebé en nacer a final de año, ni del último beso, ni importará el último segundo antes del año nuevo. Todo estreno repliega la memoria y gasta la arena del reloj. 



Avejentado

31.12.19



Cuando llegué vi un viejo mundo. Ahora soy ese viejo mundo.



Alteraciones

30.12.19



Crear significa transformar el mundo, su acierto y su carencia.



La bienvenida

29.12.19



El barco no partió. Él sonrió entonces al ver como desde cubierta ella le saludaba. Recogió el equipaje y lo colocó en el maletero del coche. Esperó a que bajara la escalinata y le pidió que le devolviera su beso. Subió al automóvil y volvió a casa. En el camino no hubo reproches.



Émulos

28.12.19



En el juego de la vida solo juego sin competir.



Impelidos

27.12.19



Somos seres incrustados en lo que nos refuta. La energía empleada para desincrustarnos es la que nos propulsa.



Conformidades

26.12.19



Anton Chejov expresa en su obra ‘En casa’: «A decir verdad, es probable que la ley de la convivencia social sea ésta: cuanto más incomprensible es el mal tanto más cruel y sumaria es la manera de combatirlo». Más que ininteligible, la concisión del mal y su barbarie radica en la ignorancia.