La bienvenida
29.12.19
El barco no partió. Él sonrió entonces al ver como desde cubierta ella le saludaba. Recogió el equipaje y lo colocó en el maletero del coche. Esperó a que bajara la escalinata y le pidió que le devolviera su beso. Subió al automóvil y volvió a casa. En el camino no hubo reproches.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 apostillas:
Huida y fuga en tiempo mínimo. Muy bueno. Un abrazo y feliz nochevieja
Muy hermoso tu post, saludos.
No los hubo porque no eran necesarios.
Saludos,
J.
Publicar un comentario