Año XV

3.1.20



Esta frágil epopeya un día se quebrará, igual que se rompe un vaso de cristal al estrellarse contra el suelo. Nada debería haber ocurrido y sucedió. Algo de lo que pueda pasar de ahora en adelante acontecerá y mientras se aproxima ese desenlace, el nudo de los días tejerá una urdimbre de historias, verdaderas historias imaginadas, sentidas, observadas, reflexionadas. Pensamientos solitarios llenos del eco de otras voces y de otras palabras. Entradas cargadas de énfasis vital y obstinación. Al final solo es eso, la débil voluntad por aguantar agarrado al salvavidas de lo que se recuerda y la terquedad por anotar una grafía más.



1 apostillas:

Albada Dos dijo...

Escribimos para sabernos vivos, pero es lo que estamos.

Un abrazo y por las urdimbres de palabras, dejando huella. Felzi año nuevo, dieciséis, tal vez