No Nobel
11.10.25
¿Quién me mandaría a mí meterme en el berenjenal de la escritura? Es algo enfermizo ahora que lo miro desde esa cumbre que es la edad. No me ayuda a resolver problemas, no me hace ganar dinero, me procura bastante torpeza frente a otras habilidades sociales y me frustra cuando no logro la perfección creativa. Igual es que cuando dan el premio Nobel de Literatura y no suena mi nombre, me deprimo, o me vengo abajo cuando leo entrevistas de autores rutilantes que ganan mucho dinero. Puede que sea eso o que debo enfrentarme a la ardua tarea de estar vivo y resolver angustiosos asuntos burocráticos. Ahí sí que hay buena literatura, en esos despachos y en esos retruécanos administrativos, cómo para escribir de ellos en placentera e inútil venganza.
Etiquetas: comentario, escribir, reflexión
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