El genio de la creatividad reside en la libertad de hacer lo que quieras, sin detenerse en reglas o bendiciones académicas.
Genialidades
1.4.23
El genio de la creatividad reside en la libertad de hacer lo que quieras, sin detenerse en reglas o bendiciones académicas.
Aballares
30.3.23
Etiquetas: aforismo, esclerotizar, esquemas mentales, ideas
Ausentado
29.3.23
Etiquetas: aforismo, desvanecer, perdido
Sacapuntas
26.3.23
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Disipados
24.3.23
Etiquetas: aforismo, desaparecer, eternidad, hermosura
La nervadura del tiempo
23.3.23
Etiquetas: aforismo, apego, entusiasmo, tiempo, voluntad
Errados y libérrimos
22.3.23
¿La libertad consiste en tomar un máximo de decisiones, la mayoría de ellas equivocadas?
Etiquetas: decisión, equivocación, libertad, preguntas
Faena
19.3.23
Al sacar el ataúd del coche fúnebre una mujer gritó: «¡A
hombros! ¡Que lo lleven a hombros!». Cinco hombres cargaron con el féretro y
algunas miradas, en aquel momento, se dirigieron hacia él, cuya presencia era
circunstancial tras detener su paso por respeto en el encuentro con el grupo de
acompañantes del entierro. Entendió que se trataba de un deber cívico ayudar en
la carga del finado mientras recordaba ese pasaje de los evangelios que
menciona el reclutamiento de un campesino que, cuando volvía de su trabajo, se cruzó
con unos condenados que caminaban hacia su crucifixión, y fue obligado a cargar
con una gran cruz sin beberlo ni comerlo.
El compañero con el que se emparejó para llevar la caja al ser de menor altura que la suya, le provocaba un desollamiento en su hombro tras cada traqueteo, mientras que los pies de quien le seguía en la fila le pisaba los talones. «Estas cosas deberían tener un ensayo previo», pensó gritar en medio del silencio solo interrumpido por algunos sollozos de los familiares.
Para más inri, el plano inclinado del cajón hacía que cada giro hacia la derecha dentro del camposanto, provocara un desplazamiento del cadáver hacia su lado, golpeando la madera con tal sensación que sentía como si llevara al fallecido sobre sus espaldas. Ahora entendía aquello de pesas más que un muerto que le decían siendo un niño crecidito.
La situación empeoró cuando hubo de bajar una rampa bastante
inclinada con un giro hacia la izquierda hasta llegar a un nuevo patio del cementerio.
Recordó, en ese momento, la cita de esa tarde con unos amigos, algo que le
alivió de su pesada carga.
Apretó los dientes antes de enfilar un ligero repecho y por fin pudo divisar la sepultura donde un operario preparaba los materiales para sellar el nicho. En ese instante los presentes comenzaron a tocar las palmas. Entendió que era una ovación al esfuerzo realizado y apenas se desprendió de su misión de cargador, comenzó a hacer genuflexiones ante el público asistente.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Aburriciones
16.3.23
Pensé en aburrirme hasta el infinito y luego fue el infinito el que se aburrió de mí.
Impulsos
14.3.23
Más allá de tener una actitud positiva o negativa ante la vida está el hecho de tener humor y alegría.