Exhaustos

No te cansas de vivir, pero hay momentos que estar vivo agota.

Irrepetibles

Ninguna niñez es comparable porque cada infancia es única.

Altas capacidades

Su vocación era ser un genio incomprendido por toda la humanidad y en todos los tiempos.

Alertas

Siempre hay que estar preparados, como si fuera a ocurrir algo de un instante a otro.

Viveza

La discreción es una forma sutil de inteligencia.

Adustez

No te fíes de quien no ríe.

Cazados

Las decepciones siempre andan en nuestra búsqueda.

Entropías

Una mente caótica en una vida ordenada encauza la creatividad.

Paroxismos

Todo entusiasmo es superior a la desgana y la procrastinación.

Urgencias

Trabajaba como médico en una ciudad portuaria. Hacía guardias de veinticuatro horas en el hospital. Le gustaba montar en bicicleta y tocaba temas de Miles David a la trompeta. Y nunca antes de esa noche se había enfrentado a curar de urgencia a una sirena.

Diseminados

Nada crecerá mañana si no sembramos sueños bajo la fértil lluvia de la imaginación.

'La vita è bella'

He despedido a un amigo. Desde que supe la noticia no he parado de bailar porque su recuerdo vital puede más que mi tristeza.

Desveladas letras

La escritura insomne es la lectura de los sueños.

Benignidades

El único lujo que deslumbra es el de la bondad de las personas.

Introversiones

Uno no es nada si no sabe lo que es.

Solideces

Admiro a esas gentes que son capaces de decir que quieren convertirse en algo (escritor, por ejemplo), cuando apenas puedo transformar lo que hay dentro de mí para sacarlo al exterior. 

Tonsuras

Como no tenía pelos en la lengua sus palabras le salían depiladas.

Patrimonios

Por momentos puede que haga el idiota, pero soy mi idiota favorito.

Embrollos

Georg Christoph Lichtenberg advertía: «Quien no ha perdido nada en su cabeza, no puede encontrar nada». La mente es un cajón de sastre donde siempre encontramos lo que no andábamos buscando.

Compasiones

Desde todos los ámbitos no paran de dar instrucciones a la gente de cómo deben vivir. Habría que arrinconar los imperativos y ser más comprensivos con cada apuesta personal.