Inercial

17.7.20



Cada vez interesa menos la indagación de la verdad, instalados en cómodas mentiras que dan seguridad ante un mundo que cambia de forma vertiginosa.



Condicionantes

16.7.20



Mi osadía termina donde comienza mi error.



Tributo

15.7.20



Le tengo tanto respeto a las palabras que no las escribo sin su consentimiento.



Iteración

14.7.20



Un poema se comienza mil veces y ni una sola se termina.



Discusiones

13.7.20



Cuando no estoy muy de acuerdo conmigo me dejo de hablar. Es mejor cargar con la indiferencia que con el resentimiento.



Fetiches

12.7.20


Compró una paradoja como mascota para sus hijos. Ellos contentos le daban de comer contradicciones, incoherencias y antítesis. Creció y creció y se hizo tan grande que se produjo un hecho sorprendente: la casa se llenó de sentido común.




Devaluaciones

11.7.20



Los artistas son unos pobres diablos, unos pobres necesitados que se tienen que ganar la vida y la libertad, en tiempos donde la vida cada vez tiene menos importancia y ni existe la libertad.



Acrisolados

10.7.20



Hay quien escribe para el público, hay quien escribe para los académicos, y quien escribe para sí. Este último caso encierra la quintaesencia de la escritura.



Ensayo sobre la lucidez

9.7.20



A veces me froto la ceguera para saber que no veo nada.



Paso cambiado

8.7.20



¿Toda conversación se inicia con una mentira?



Efímeras palabras

7.7.20




Escribe Irene Vallejo en El infinito en un junco: «no había ningún afán de autoría: los poetas amaban la herencia del pasado y no veían razones para ser originales si la versión tradicional era bella. La expresión de la individualidad pertenece al tiempo de la escritura; por aquel entonces, el prestigio de la originalidad artística estaba en horas bajas». Disolverse en la palabra, improvisar sobre lo ya escrito, dejar que las historias ocupen toda la pantalla: Internet es el gran bardo de la modernidad virtual.




Aversiones

6.7.20



El que todo el tiempo odia terminará por odiarse a sí mismo.



Dualismos

5.7.20



El otro día hablé con mi cerebro. Me dijo que lo tenía preocupado. Le pregunté por qué y me respondió que no le hacía ningún caso. Le argumenté que eso era porque me ocultaba cosas, algo que entre personas que comparten su intimidad no da mucha confianza. Entonces me replicó que la mente tiene razones que el cuerpo no entiende.



Patrón

4.7.20



La vida siempre nos tira de las costuras del alma.



Suplantación

3.7.20



Lo mejor de todo este flirteo con las palabras es que, con el tiempo, he terminado por parecerle a la persona que las escribe.



Hostilidad

2.7.20



Quienes estaban encerrados en sí mismos y se han visto confiados ante el mundo, ahora se sienten doblemente frágiles y tienen mucho más miedo a salir.



Limitaciones

1.7.20



A veces se avanza justo hasta donde no se puede continuar.



Atados

30.6.20



Quien no cambia de opinión nunca se hará más sabio.



Sabiondos

29.6.20



Sé muy pocas cosas pero incluso de ellas me da reparo hablar.



Casamentero

28.6.20

No, nunca se casó. Eso sí, tampoco se perdió ni una sola de las bodas de familiares y amigos. Y fueron muchas las ceremonias, a contar por el número de habanos que guardaba con la inscripción de los enlaces, donde en sus vitolas se podían leer los nombres de las parejas y la fecha del casamiento. 

Durante años guardó en una vitrina los cigarros puros de aquellas fiestas ampulosas, dicharacheras y rebosantes de alegría y felicidad. A veces los miraba como quien ojea un álbum de recuerdos y hasta se emocionaba, mientras mentalmente proyectaba imágenes de bailes y de risas, de mujeres esmeriladas y hombres beodos, de lágrimas y bendiciones de dicha. 

Ahora, en edad crepuscular, se sienta en el pórtico de su soledad a ver morir el día. En ocasiones le llegan noticias de divorcios y separaciones. Va hacia la vitrina donde ya hay algunos huecos y busca el habano enfajado con los nombres de la pareja que ha roto. Vuelve al porche y lo enciende y succiona con vehemencia el humo. Acoge en sus pulmones una gran calada que luego con parsimonia lanza al cielo de amenazante rojez y, en tanto la fumarada se eleva hasta perderse en el espacio, piensa en las cenizas de ese amor.