Fetiches

12.7.20


Compró una paradoja como mascota para sus hijos. Ellos contentos le daban de comer contradicciones, incoherencias y antítesis. Creció y creció y se hizo tan grande que se produjo un hecho sorprendente: la casa se llenó de sentido común.




4 apostillas:

Albada Dos dijo...

Brutal. Muy bueno. Un abrazo

Joselu dijo...

Lo paradójico es así, siempre imprevisible y estimulante de buenas vibraciones.

Juan Poz dijo...

Un final espléndido.

Paula dijo...

Muy bueno me encantó.
Besos grandes al alma.