Flechas vivas

20.4.10



—Los hijos son el fracaso de nuestro tiempo —dijo mientras tomaba un café en un terraza de verano.
—Adónde quieres llegar con lo que acabas de decir —preguntó incómodo.
—Pienso que reflejamos en ellos toda nuestra carga de realidad que es frustrante en lo personal, displicente en lo ético, dispersa en intereses y saturada en información. Algo que nos lleva a ser contradictorios.
—Les damos lo que podemos en espera de que se conviertan en personas de bien.
—Más de lo que necesitan y mucho más de lo que aprecian. Nadan en la abundancia del capricho y en la sobreprotección prolija.
—Es para que alcancen cotas a las que nosotros soñamos llegar.
—No es cuestión de exigirles nada. Apenas que no rompan los lazos del afecto. El resto es cosa suya. Recuerda lo que dijo el poeta que somos el arco del cual los hijos son lanzados como ‘flechas vivas’.



Concisión

19.4.10



«La brevedad es el alma del ingenio», sugirió Shakespeare en 'Hamlet'. Cada día me afano en ser ingeniero de lo sutil y de lo efímero y, aunque dudo que mi empeño no sea en vano, en el intento muero.



Deporte de riesgo

18.4.10



Los dedos de la mano izquierda sobre la asdf y los de la derecha encima de la ñlkj y comenzó la gran aventura.



Subsistir

17.4.10



De la intimidad a la extimidad pasando por el vacío. Soy un producto asolado.



Doble vida

16.4.10



A Salvador Dalí le gustaba decir que había nacido dos veces. Una primera vez corta que acabó por una meningitis y una segunda más longeva. A mí me ocurre igual, en el libro de familia estoy inscrito dos veces. Cuando de niño visitaba el cementerio, mi abuela se detenía en un rincón del camposanto dedicado a albergar pequeñas tumbas y me señalaba una donde se podía leer mi nombre. La extrañeza de vivir dos vidas es como la sensación de nacer en Internet y desdoblar la existencia.



Oficio de bloguero

15.4.10




Hay muchos oficios en el mundo, algunos ya desparecidos de los que sólo queda su recuerdo. Otros se tambalean ante el estupor de la novedad. Finalmente, emerge un grupo de nuevos oficios aparecidos al rescoldo de las nuevas tecnologías, en el cual se puede colocar el oficio de bloguero.

Oficio con poco beneficio que no sea el de la satisfacción, la dedicación de algunas personas a cultivar este ‘género’ comunicacional y creativo, ha forjado un nuevo gremio y dado la posibilidad de expresión a miles de ciudadanos anónimos que han estampado una marca personal en el ciberespacio.

Dignificar este oficio todavía es una cuestión de prurito personal, el paso del tiempo dirá si termina por ser una cuidada artesanía o una mera actividad funcional.



República

14.4.10

¿Mueren los sueños cuando desaparecen sus portadores?

Tiránica hermosura

13.4.10



—Hay que sufrir para estar bella.
—¿No vale con ser una misma?
—No, en este mundo hay mucha competencia.
—¿Y contra quién competimos?
—Contra nosotras mismas.
—No soy mi rival y me da igual como me miren.
—No es cómo te miren sino como te veas tú. No podría salir a la calle sin estar arreglada.
—La belleza que se impone es opresora para la mujer. Es como ese instrumento de tortura, ‘la doncella de hierro’, bello por fuera y que por dentro te mata.
—Tú di lo que quieras pero pásame el pintalabios.



Pesadumbre

12.4.10



«No me angustia ni el ser ni la nada ni dios ni la ausencia de dios, sólo la sociedad: pues ella, y sólo ella, me ha infligido el desequilibrio existencial al que intento oponer un porte erguido -escribió Jean Améry- . Ella y sólo ella me ha robado la confianza en el mundo.» Será esa sociedad que se aposta en torno a los juzgados y las comisarías para linchar a los inculpados de crímenes horribles, la que estigmatiza a todo el que se sale de la ‘norma’, la que perjura bajo el barniz de lo ‘políticamente correcto’ sobre condición sexual, pensamiento o modo de vida. Es para angustiarse.


Milhojas

11.4.10




Hay otros cuentos, pero están en éste.






Peregrinar

10.4.10



Un momento de gloria y una eternidad de desconsuelos. La vida parece programada para el expatriación de todo apego.


El maestro cojo

9.4.10



Don Jaime era un maestro mutilado por la Guerra Civil. Republicano tachado de ‘rojo’ fue dejado por inútil tras perder una pierna. Impartía su clases en la vivienda que habitaba con su mujer y con una hija pequeña. Aunque los niños lo conocían como ‘el maestro cojo’ no ostentaba ningún título de magisterio y, sólo su incapacidad física y su cultura acumulada en compulsivas lecturas, permitió que le dejaron malvivir dando clases bajo la supervisión del régimen. Aquel hombre inmóvil solía desgranar algunas perlas elocuentes sobre su experiencia. Vagamente recuerdo algunas y de las que no olvidé, cito más o menos de memoria: «no es placentero aquel alimento que va contra mi salud» y «no criticaré ningún modo de vida que no sea nociva contra la mía», que trato de aplicar.


Especulación

8.4.10



Tan familiares nos son las nuevas tecnologías —no digamos lo que supondrá para todos los que vienen detrás— que parecen como si desde siempre estuvieran con nosotros. No es así pero ese espejismo alimenta pensar si estas herramientas hubieran estado en manos, no sé, por ejemplo, de Cervantes, cómo habría sido escrito su don Quijote, cómo se habría desenvuelto ‘La Ilíada’, cuánto hubiera avanzado ‘El origen de las especies’ o si ‘Romeo y Julieta’ no hubiera derivado en un ‘culebrón’. Quizás el ‘Kama sutra’ eclipsaría en fama al Catecismo y a qué hubieran quedados supeditados textos como el Talmud, la Biblia o el Corán. Sólo son contemplaciones de aquello que no ocurrirá y pórtico de lo que se avecina.



Válvula de escape

7.4.10



¿Los lamentos son jadeos que la mente deja escapar?



Alegato vital

6.4.10



―La vida es un atajo hacia ninguna parte.
―No, eso no es así. Se parece más a una autopista al más allá.
— La existencia es un juego de espejos. Pasado y futuro son imágenes virtuales donde se refleja en presente.
―No, es sólo este momento. Un instante continuo.
—La vida no es lo que uno quiere sino lo que uno tiene, ¿y qué tenemos?
― La vida es corta, poco duradera. Te la puedes pasar haciendo muchas cosas para que no te des cuenta que el tiempo discurre o te la puedes pasar pensando que el tiempo pasa. La conclusión no es diferente.



Quemazón

5.4.10



«La vida consiste en arder en preguntas», afirma Antoine Marie Joseph Artaud. La duda ígnea de la existencia, la incineración de la nada.



Violencia verbal

4.4.10



El gerundio ofuscado me quiso golpear con su terminación. En ese momento imploré a Valle Inclán y concluí el cuento.



Subterfugio

3.4.10



El lenguaje oral oculta más de lo que expresa. El uso de rodeos lleva al laberinto de la rutina profiláctica de la verdad.



Silencio

2.4.10



En cierta ocasión visité una templo hindú cuya deidad era un mono, se trataba de Hánuman o Jánumat y es muy venerado por los hindúes que, cuando lo refiero, espanta a más de un cristiano. Tengo un amigo marroquí que, cada Semana Santa, me pregunta si han salido ya los muñecos. La estupefacción que produce la iconografía religiosa en creyentes de diferentes rezos define muy bien lo maniqueo de estas expresiones que, como en el caso de los católicos y su semana de pasión, se han convertido en un bullicioso espectáculo. Siempre no fue así.

En mi niñez había dos aspectos que me llamaban la atención de estos días festivos. Uno era su particularidad culinaria: garbanzos, bacalao, arroz con leche, bollos de aceite y tortas de azúcar. El otro era la sordina de un tiempo en que todo se paralizaba y apenas había ruido en las calles. De aquellos días, tristes para la chiquillada, recuerdo un gran silencio.



Endogámicos blogs

1.4.10



Plantearse que, en un futuro, todo el mundo publique en Internet no parece tan descabellado. Al final terminará por leerse cada cual a sí mismo. No es malo el consuelo.