Las historias de Juanito parecían siempre tan inverosímiles que cuanto me contó la aventura del libro robado no me lo podía creer. Juanito es un avezado lector, diría que casi un compulsivo leedor. Es feliz rodeado de libros y donde quiera que viaja, uno le acompaña.
Aquella tarde de membrillo olvidó un libro con los cuentos de Poe en su viejo coche. Al volver el parabrisas trasero estaba roto. Miró contrariado en el interior del vehículo y lo único que echó a faltar fue el libro de cuentos. En su lugar el ladrón había dejado una nota: «la próxima vez te compras una versión con la traducción de Cortázar que es mucho mejor».
Para que el seguro pagara el desaguisado tuvo que acudir al cuartelillo de la Guardia Civil a presentar una denuncia. Allí fue atendido por un guardia joven y otro viejo. Tras contar lo ocurrido dio la nota al guardia joven quien al leerla exclamó asombrado:
—Vaya hombre ahora los chorizos se intelectualizan.
—Sí pero la verdad es que tiene toda la razón- secundó el otro guardia.
*Si he de vivir sin ti, que sea duro y cruento,