En la barbería

24.2.09


―Con la edad ya no cuentas segundos, minutos, horas… Mides el tiempo por el frío que pasas, por el dolor que no tienes, por el peso del recuerdo y la extensión de las ausencias. Hablas a solas para ocupar el silencio y cierras los ojos para ensanchar la existencia.

―No parece un panorama muy alentador.

―Entender eso te lleva la vida, no aspiro a que lo entiendas enseguida.

―No creo que eso me pase a mí.

―Es posible, de hecho no creo que le ocurra a nadie.



*A cada sucesiva derrota hay un acercamiento a la mutación final, y que el hombre no es sino que busca ser, proyecta ser, manoteando entre palabras y conducta y alegría salpicada de sangre y otras retóricas como esta.

6 apostillas:

Pietro Αdante dijo...

Espero que la vejez nunca me alcancé para no sufrir eso.

M. Domínguez Senra dijo...

Me temo que una peluquería o un salón de belleza de nosotras las mujeres nunca llegará a la calidad y la densidad que tiene una simple charla de barbería, ese lugar mítico. Siempre nos quedará el taxi. Yo voy a una peluquería unisex, pero nada que ver.
Estoy tan bien predispuesta a todo cuanto se pueda decir en una barbería que lo subscribo ciegamente.

Juan Poz dijo...

Con la edad... ¿Pero hay alguien que vaya con la edad a cuestas? La edad es una abstracción con la que se entretienen, quienes lo hacen,como las beatas con las cuentas del rosario: las pasan y las pasan hasta desgastarlas, hasta desfigurarlas, hasta que se confunde el tacto de la falangeta descarnada con el hueso de la madera de olivo de Getsemaní...

Joselu dijo...

Me gusta la imagen del hombre como producto de derrotas sucesivas manoteando entre las palabras, el desaliento, la esperanza, la sangre y la retórica.

Ylka Tapia (Malalua) dijo...

Habrá que esforzarse mucho paran no alcanzar ese estadio... ¿O quizás no queda otra?

Muy buenas palabras.

Un beso.

Anónimo dijo...

Una vision demasiado cargada... no es tan asi, no dejen que llegue con tanta zozobra, no lo hagan .

Tu menos.

Besos a este publico tan encantador.